El Chevrolet Corvette es un clásico entre los deportivos de origen americano, un coche que lleva décadas en el mercado y cuya evolución ha terminado en un automóvil de motor central trasero y con el diseño más agresivo de toda la saga. Mucho se ha estado hablando durante años de esta configuración y en Chevrolet han tardado en decidirse a usarla, pero al parecer, ha sido una decisión acertada porque los Corvette de motor delantero han tenido mucho éxito en el mercado.

La metamorfosis del Chevrolet Corvette ha sido brutal, la imagen que teníamos del deportivo yankee, con su morro largo y la trasera con faros redondos ha quedado para la historia, aunque cabe recordar que los inicios de este Corvette C8 fueron bastantes convulsos. Las ventas comenzaron en 2019, pero la fabricación no comenzó hasta enero de 2020 acumulando muchos pedidos. Solo en 2020 se vendieron 21.626 unidades del Chevrolet Corvette, una cifra realmente respetable para el tipo de coche del que estamos hablando. Y eso que no son las mejores y se vieron afectadas tanto por la tardanza en comenzar con la producción como por la pandemia de SARS-CoV 2, la cual paralizó medio mundo.

Además, Chevrolet ha tenido el acierto de poner ahora sobre el asfalto un Corvette de motor central porque, según los registros de ventas, dos tercios de los compradores son clientes nuevos, objetivo con el que crearon el Corvette C8 de motor central. Hasta ahora, según parece, los usuarios de un Corvette tenían una edad superior a los 55 años y la marca buscaba reducir esa edad media, para lo que lanzó el C8 con la esperadísima configuración de motor central.

Pero todo apunta a que el Corvette llamará la atención de mucha más gente, pues se espera una llegada de diferentes versiones que completarán la gama y se colocarán, ahora más que nunca, como una opción muy a tener en cuenta. No es que antes fuera un coche a obviar, ni mucho menos, pero era la nota exótica en el mercado europeo, más bestia que rápido y más potente que eficaz. Una forma diferente de entender un coche deportivo que se veía aderezado por el gutural sonido de enorme V8.

La primera versión que se espera es el Corvette ZO6, una de las más deportivas del Corvette que, en principio, estará lista en 2022. Contará con aerodinámica activa y unas llantas de fibra de carbono en opción, mientras que el motor tomará prestada la tecnología y las soluciones del bloque que anima al Corvette C8.R. Es decir, contará con un cigüeñal plano que debería optimizar el rendimiento y mejorar la entrega de potencia, incluso se rumorea que tendrá el corte de encendido en las 9.000 revoluciones. En lo referente a la potencia, no se esperan menos de 620 CV.

Sin embargo, lo más gordo llegará después, en 2023 y será un coche que romperá con más tradiciones, pues desechará el compresor volumétrico en favor del turbo. Así, el Corvette ZR1 tendrá el mismo V8 5.5 LT6 del Corvette Z06, pero estará sobrealimentado por dos turbos para, supuestamente, rondar los 850 CV y al menos 1.100 Nm de par. Cifras que serían capaces de desintegrar el cambio de doble embrague fabricado por Tremec, quien anunció el desarrollo de transmisiones más resistentes para cuando fuera necesario. ¿Ya estaban preparando la llegada de un Corvette tan bestia? Por lo general, son empresas externas las que insuflan bestialidades semejantes al Corvette, no la propia General Motors. Seguro que en Hennessey Performance ya están haciendo cálculos para ver hasta donde pueden llegar con ese bloque V8 biturbo.

El Corvette C8 según Hennessey, ¿un acercamiento al Corvette C8 ZR1?

No debemos olvidar que General Motors registró la denominación de E-Ray, una acción que desató la imaginación de todo el mundo y se comenzó a especular con la posible llegada de un Corvette eléctrico. Sin embargo, según algunos medios estadounidenses, el Corvette E-Ray sustituirá en el mercado al Grand Sport y contará con un grupo propulsor híbrido. No se sabe nada más al respecto, pero se dice por tierras yankees que tendrá dos motores eléctricos en el eje delantero y uno entre el V8 y la caja de cambios, junto unas baterías que irían en el lugar del maletero. Y eso será solo el comienzo, que habrá otra versión con grupo motor híbrido que hará las veces de escalón de acceso (posiblemente equipado con un V6).

¿Quieres más? Pues si todo se cumple, habrá más. Nada menos que un “super híbrido” con 1.000 CV que recibirá la denominación de Corvette C8 Zora. Como cabe esperar, será una versión homenajeando al Zora Arkus-Duntov, quien convirtió al Corvette en un referente en el mercado tras una primera generación que resultó ser un fiasco. Suya es la segunda generación del Corvette, el C2, que estableció las bases del resto de versiones del deportivo americano. No hay nada más al respecto, pero no son pocos medios estadounidenses (y algún alemán) los que hablan del Corvette C8 Zora con tracción total y el V8 biturbo del Corvette ZR1.

Sin embargo, es un hecho que el Corvette contará con una versión totalmente eléctrica. Se lleva tanto tiempo hablando de ello que, al final, si el río suena es porque agua lleva. Pasó lo mismo con el motor central y aquí lo tenemos, pero además, las normativas de emisiones aprietan y las tendencias de mercado indican el camino a seguir. Otro punto importante es la estrategia de futuro de General Motors, donde la electromovilidad es clave y contar con un Corvette eléctrico serviría claramente para promocionar la tecnología y demostrar que es completamente válida. Eso sí, no veremos un Corvette sin emisiones hasta 2024 como pronto y no sabremos nada sobre sus datos hasta 2022 con algo de suerte.