La primera generación de este exitoso modelo de la casa checa, el Skoda Fabia, salió al mercado en el año 2000 y se estuvo fabricando hasta el 2007. Compartía plataforma y elementos mecánicos con otros vehículos del Grupo Volkswagen, como el Polo, SEAT Ibiza, y el posterior Audi A1. Se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1999, y se ofrecía con tres carrocerías: hatchback de cinco puertas, sedán de cuatro y familiar de cinco.
El hatchback de cinco puertas era de los más largos de su segmento, con 3.960 mm de longitud. Sus otras dos cotas principales eran 1.646 mm de anchura y 1.451 mm de altura. El familiar se iba hasta unos generosos 4.222 mm de longitud y 1.461 mm de altura. La versión sedán de cuatro puertas apenas sí se ha visto por nuestras latitudes, no así la versión Combi o familiar de cinco puertas, con un espacioso maletero de cercano a los 500 litros de capacidad.
Su gama mecánica era muy amplia, con motores de gasolina entre 1 y 2 litros con potencias que oscilaban entre los 54 y 120 CV, y de gasóleo entre 1,4 y 1,9 litros, atmosféricos y turboalimentados, con potencias entre 64 y 130 CV
Su amplitud interior era generosa, sobre todo en las plazas posteriores, en las que destacaba el espacio para las piernas, mayor que la de sus rivales a causa de su mayor longitud. Ya ofrecía elementos prácticos propios de su filosofía simply clever, con detalles como numerosos huecos para guardar cosas -dos de ellos climatizados-, complementados con una generosa guantera. La visibilidad y luminosidad eran elevadas gracias a su amplia superficie acristalada.
Sus acabados en general eran buenos, desde las versiones más básicas. El espíritu simply clever se veía en algunos detalles como la guantera con doble fondo o el asiento trasero abatible simétricamente. La iluminación es muy buena, aspecto que se suele descuidar en este segmento. Las versiones superiores, por ejemplo, en el acabado Elegance, ofrecía una elegante tapicería en color beige conjuntada con un salpicadero bicolor.
Su equipamiento era muy completo. Llevaba de serie, entre otras cosas, doble, airbag frontal, ABS, volante regulable en altura y profundidad, ordenador espejos retrovisores y elevalunas delanteros eléctricos, climatizador, llantas de aleación con neumáticos de medidas 195/55 R15, asiento del conductor regulable en altura y calefactable -como el del acompañante-.
Como equipamiento opcional se podían solicitar los airbags laterales delanteros, programador de velocidad, equipo de audio con radiocasete, navegador y control de estabilidad. Como nota negativa mencionamos la política de un equipamiento de serie muy sencillo, con unas opciones que deberían ser de serie, como el ABS en las versiones más básicas, o el control de tracción en el acabado Elegance.
Se ofrecía en carrocerías de cinco puertas o hatchback, cuatro puertas (sedán) y familiar (Combi), combinados con distintos niveles de equipamiento
Su gama mecánica era muy amplia, con motores alimentados por gasolina y por gasóleo. Como es una gama muy amplia la describiremos de modo resumido.
En cuanto a motores de gasolina, existía un bloque de tres cilindros en línea de 1,2 litros, con seis y 12 válvulas, uno o dos árboles en cabeza, con 54 y 64 CV, respectivamente. El resto eran de cuatro cilindros en línea, desde 1 litros MPI (Multi Point Injection) con 50 CV, pasando por un 1,4 litros con inyección monopunto y MPI con ocho y 16 válvulas, con potencias entre 60 y 101 CV. Rematamos la gama de gasolina con un 2.0, ocho válvulas y dos niveles de potencia: 115 y 120 CV.
Todos ellos llevaban una caja de cambios manual de cinco velocidades, excepto el 1.4 (2000-2007), que se podía solicitar también con una automática de cuatro velocidades. Sus prestaciones oscilaban entre los 151 km/h y los 18,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h hasta los 197 km/h de velocidad punta y 10,1 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (datos del modelo de 115 CV). Los consumos medios homologados variaban entre los 5,9 y los 7,7 l/100 km.
La gama de motores alimentados por gasóleo no era tan prolífica, pero igualmente abundante. Comenzamos con un 1.4 TDI de tres cilindros en línea y seis válvulas, con potencias de 70, 75 u 80 CV. Pasamos a un 1.9 SDI atmosférico con 64 CV, y por encima el 1.9 TDI con dos niveles de potencia, de 100 y 130 CV. Este último se montaba en el Fabia vRS y era el más potente de toda la gama.
Todas estas mecánicas estaban asociadas a una caja de cambios manual de cinco velocidades, salvo la más potente, con una caja manual de seis velocidades. Sus prestaciones oscilaban entre los 162 km/h de velocidad punta y 15,6 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h hasta los 204 km/h de velocidad punta y 9,6 segundos para acelerar de 0 a100 km/h. Los consumos medios homologados variaban entre los 4,4 l/100 km y los 5,1 l/100 km.
Las ruedas que podía montar ofrecían distintas medidas, desde 155/80 R13 hasta los 165/70 R14 y 185/60 R14. El equipo de frenos contaba con discos en el eje delantero y tambores en el trasero.
En septiembre de 2004 sufrió diversas actualizaciones, con cambios sobre todo en su interior, con unos materiales mejorados y diseños novedosos de diferentes elementos de su interior. El frontal mostraba unas líneas más redondeadas, con unos faros antiniebla circulares, las tomas de aire, con sus respectivas rejillas también cambiaban de diseño. Los pilotos traseros modificaron ligeramente su aspecto.
Las tapicerías mejoraron su calidad y el salpicadero ofrecía un tacto rugoso y blando, que podía ser bicolor en algunos casos. El volante adoptó un diseño de aire familiar, al igual que el cuadro de mandos. Se ofrecía en las mismas tres carrocerías.
Los niveles de acabado eran tres: Young Line, Comfort Line y Sport Line, pudiéndose asociar a una mecánica de gasolina o diésel. Se mantuvo la versión vRS de cinco puertas con 131 CV de potencia. En 2007 salió a la venta la segunda generación, con mejoras evidentes en todos los aspectos.
Calcula cuánto cuesta asegurar un Skoda Fabia con nuestro comparador de seguros.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...Como sonaba la versión WRC…