Es probable que algunas personas ni siquiera tengan una opinión sobre Škoda, pero a lo largo de sus 125 años de historia, la marca checa ha introducido una variedad de coches interesantes e innovadores, además de una serie de modelos deportivos la mar de atractivos (parte I, II y III). A veces, incluso ha construido algunos coches absolutamente hermosos, como bien puede ser el Škoda 935 Dynamic que ves aquí, gestado en 1935.
Este prototipo, con una carrocería realmente aerodinámica para la época, se presentó en el Salón del Automóvil de Praga, y era esencialmente una berlina de estilo coupé con cuatro puertas y un coeficiente de arrastre de solo 0,37 (CX), una cifra muy buena para lo que sería un coche de pasajeros hace 85 años. Su forma tipifica el estilo art decó en la arquitectura y los medios de transporte que prevaleció durante los años de entreguerras, una corriente estilística en donde, sin lugar a duda, se crearon algunos de los diseños más bellos de la industria automotriz.
Colocado en la parte delantera del eje trasero (algo así como el Porsche 911 RSR), hay un motor bóxer de cuatro cilindros y 2 litros refrigerado por agua con una potencia de 55 CV, suficiente para lanzar al 935 Dynamic hasta una velocidad máxima de 130 km/h, un logro impresionante para un coche anterior a la Segunda Guerra Mundial. Este propulsor de cilindros opuestos queda asociado a una transmisión electromagnética de cuatro velocidades de una extinta empresa francesa llamada Cotal, que permitía unos cambios de marcha semiautomáticos.
Su estilo “Tatra” en forma de lágrima fue una sensación automotriz, y hasta el día de hoy, sigue siendo un clásico seductor de origen 100 % checo
Otro punto fuerte del Škoda 935 Dynamic era que, a pesar de sus 4,86 metros de longitud (por 1,68 m de anchura y 1,54 m de altura), podía presumir de un peso de 1.170 kilos. La clave residía en una carrocería de aleación de acero y aluminio. Eso, junto a la baja resistencia aerodinámica que otorgaba, resultaba en un conjunto espacioso, lo suficientemente rápido para las carreteras de la década y sustancialmente más eficiente en el consumo de combustible que sus rivales. Su relación potencia/peso de 47 CV/tonelada no se aleja mucho a la de un Fabia actual de 60 CV (55 CV/1.000 kg).
El 935 Dynamic le dio a la compañía la idea de crear un deportivo biplaza derivado de este para participar en el Rally de Montecarlo de 1937, pero, desafortunadamente, ese proyecto nunca fue más allá de los planos. Después de todo, en 1936, Zdenek Pohl y Jaroslav Hausman habían ganado el legendario rally en su categoría al volante del Škoda Popular. El 25 de marzo de ese año, el por entonces ingeniero jefe de la marca Karel Hrdlička, escribió en su diario: “Haremos el 935 más ligero y lo convertiremos en un coche de rally para Pohl, ¿quizás con un compresor?”.
Sin embargo, nunca llegó a la parrilla de salida; el desarrollo del deportivo se detuvo en 1939. Škoda solo construyó un ejemplar del 935 Dynamic, que se vendió a un comprador privado en 1939. Este, luego lo vendió a la propia empresa en 1960 porque la compañía quería agregarlo a su colección de vehículos históricos. Es una lástima que nunca llegara a la línea de producción, pero aún puedes verlo si vas al Museo Škoda en Mladá Boleslav, a unos 70 kilómetros al noreste de Praga. Hace tres años se completó una minuciosa restauración y ahora luce espectacular.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Menuda joyita!!, una pena que no llegara a la producción, al menos se conserva para el deleite de los aficionados.