Los checos deportivos (Škoda RS), Octavia (II)

Los checos deportivos (Škoda RS), Octavia (II)

Las semillas sembradas en competición florecen en forma de berlina


Tiempo de lectura: 10 min.

Viene de la primera parte

¿Alguien sabe cuál es el modelo más vendido de Škoda? Podríais estar pensando en coches estilo SUV como el Kodiaq o el Karoq, pero no acertaríais. También se os podría pasar por la cabeza el pequeño de la familia, el urbanita Fabia, y, de nuevo, no iríais por el buen camino. La realidad, guste o no, es que su producto más exitoso es una tradicional berlina de cuatro puertas o familiar ampliamente conocida como Octavia.

Octavia, más allá de su nombre literal, significa cosas como litros de maletero a raudales, amplitud para sus pasajeros, practicidad a toda costa. ¿Os suena el Simply Clever? Y muchas otras cualidades que redondean un producto bien acabado y que, además, se mueve en precios asequibles. Por lo tanto, estaréis conmigo cuando digo que es una idea brillante enlazar todos estos atributos con las siglas RS.

Ha llovido bastante desde su estreno en 1996 (*), y tras 22 años, con cuatro generaciones en sus espaldas y casi tres millones de unidades vendidas, no podemos hacer nada más que corroborar su más que probable papel de punta de lanza dentro de la filial de VW. Sabiendo eso, no debería extrañarnos que fuera el elegido como base de los primeros apellidos RS. Es más, el Octavia ha sido el punto de partida de las versiones más “radicales” y trabajadas del fabricante checo.

Ya puestos en contexto, vamos a descubrir como paso de ser un coche de corte clásico, con unos caballos de más, a evolucionar en un juguete que todo padre o madre que se precie como conductor/a, desearía tener en su garaje.

*Anteriormente el nombre de Octavia ya fue utilizado en un modelo de la marca producido en 1959 hasta 1971

Skoda Octavia RS Y 180 RS

La compra de Volkswagen

Tras los primeros 180/200 RS y 130 RS fueron necesarios 20 años para que las letras RS volvieran a florecer en Škoda. No suficiente con eso, además, ¡Tuvieron que venir de fuera para hacer el proyecto realidad! En ese punto amigos, es donde entra Volkswagen.

Con la Revolución de Terciopelo (transición hacia el capitalismo) en Checoslovaquia hubo muchos cambios a nivel político, económico y social. Uno de esos, fue la privatización de la gran mayoría de industrias del país, incluyendo lógicamente a Škoda. A partir de ese momento, el gobierno del país y los responsables de la marca empiezan a buscar un socio que les garantice la competitividad internacional.

Como anécdota, surgieron ciertas dudas, ya que en un principio se apostaba por Renault. Al final, no hubo alianza franco-checa porque los primeros renegaban de construir los modelos importantes en Chequia y tan solo les pasaban la producción del Twingo.

Con unos tratos mucho más favorables por parte de VW, la firma de la flecha alada pasó a ser en 1991, la cuarta marca del grupo alemán

Skoda Octavia RS 2000

Škoda Octavia RS Typ 1U (2000)

Volkswagen pronto se puso manos a la obra para presentar la nueva faceta deportiva de la casa checa, esta vez, en un coche de producción. Aprovecharía la fama que predecía esas letras y haría del Octavia de primera generación su candidato.

Aunque no fuese el primer modelo bajo el paraguas de Volkswagen, el Octavia sí que se convirtió en el pionero en estrenar chasis y motores a conjunto, ya que utilizaba la misma plataforma que el León/Golf/A3.

Así fue, que en el año 2000 se lanzó al mercado el Škoda Octavia RS, justo después del lavado de cara del modelo. Era movido por el mismo 1.8 20VT gasolina del Golf GTI, que en este caso daba 180 CV y unos generosos 235 Nm. Este propulsor era novedoso en un par de cosas. La primera es que utilizaba turbo, eso no era nuevo, pero hasta entonces se solían montar motores atmosféricos en este tipo de coches. La otra novedad, se trataba de la utilización de cinco válvulas por cilindro (tres de admisión y dos de escape) cuando lo normal era servirse de dos o cuatro.

Skoda Octavia RS

En tema transmisión, contaba con una caja de cambios manual de cinco velocidades y el paso de 0 a 100 km/h se quedaba en 7,9 s. Su peso de 1.300 kg le permitía una punta de 235 km/h. En cuanto al tren de rodaje, la suspensión se rebajaba 15 mm, contaba con frenos ventilados a las cuatro ruedas y sus llantas eran de 16 pulgadas (17 en opción).

Su exterior era el encargado de romper con el espíritu carca que rodeaba este modelo. Estaba definido por unos paragolpes delanteros y traseros específicos, unas llantas (comentadas arriba) que escondían unas pinzas de freno tintadas del verde característico de la marca; no faltaba tampoco una cola de escape dispuesta a difundir los gritos del motor y el toque final era puntualizado por un atractivo alerón.

En su contra, el interior no era nada del otro mundo y además pecaba de sobrio; aun así, también estaba hecho a medida. Tanto el volante como la palanca de cambios habían sido revestidos en cuero y los pedales presumían de acabados metálicos. Acerca de la tapicería, era específica de esta versión e incluía unos asientos más envolventes. Para terminar el conjunto, la instrumentación destacaba por ofrecer diferentes tonalidades.

Skoda Octavia RS Interior

Su precio era de 3.941.684 pesetas, unos 23.690 euros al cambio. Precio quizás un pelín alto por lo que se estilaba en la época (un Toledo con el mismo motor, bajaba en 2.000 euros la tarifa).

Para llegar a un público más amplio (nunca mejor dicho), en 2002 Škoda se atreve con una versión familiar denominada Combi RS, entrando de lleno en el terreno de las rancheras prestacionales. Sus características eran calcadas a la berlina, salvo por el plus de maletero que ganaba con esta carrocería.

Más tarde, aterrizaría una versión especial y de carácter muy exclusivo, limitada a tan solo 100 unidades. Su objetivo era alabar la versión de competición del Octavia. Fue llamada RS WRC edition. Su equipamiento constaba de llantas de 17 pulgadas, faros de xenón y control de estabilidad.

Skoda Octavia Combi RS

Lo que la prensa dijo en su momento

Fue el coche que puso Škoda en el mapa de las berlinas deportivas. Se decía que el Octavia RS combinaba un chasis efectivo y buenas prestaciones con una practicidad inigualable. Como punto fuerte se destacaban sus frenos, con una alta resistencia a la fatiga. También quienes lo probaron en circuito, dijeron que no se movía del todo mal en aquel hábitat (teniendo en cuenta el coche que es).

En contra señalaban cosas como una clara tendencia a subvirar en situaciones límite y una mecánica perezosa por debajo de las 2.700 vueltas. La elección de la caja de cambios tampoco gustó. Mientras que muchos de sus primos del mismo grupo ya utilizaban la caja de cambios de seis relaciones, el Škoda se conformaba con la de cinco.

¿Quieres uno?

Entonces prepárate para una busca exhaustiva. Como Škoda aún estaba en fase de despegue en nuestro país, no se vendieron en gran cantidad y hay muy pocos en el mercado de segunda mano. No ayuda tampoco que la mayoría de ellos pasen holgadamente de los 200.000 km. Aun con eso, su precio de compra oscila entre los 3.000 y los 5.000 euros.

Eso sí, como encuentres uno en buenas condiciones que no pase de este rango de precios te llevaras un señor coche con exclusividad garantizada.

Sus rivales

Quizá sus máximos contrincantes se encontraban en su mismo grupo. Hablamos concretamente del SEAT León y del Toledo. El primero, en versión FR y el mismo motor que el Octavia. Las claras diferencias son un carácter deportivo más marcado en el León frente a una amplitud y practicidad menor. Asimismo, en el modelo “español” vimos una versión con tracción total, el León 4.

En referencia al segundo, el Toledo lo encontraríamos quizás en una escala más “premium”. Llevaba por bandera un motor V5 de 2.3 litros que presumía de un refinamiento superior, aunque más tarde el 1.8 20VT reemplazaría al V5 atmosférico, de idéntica forma pasó con el Volkswagen Golf GTI.

Por otro lado, Opel, como marca generalista, también ofrecía una berlina con carácter deportivo en aquellas fechas. Se trataba del Vectra GTS y montaba un motor 2.0 turbo de 175 CV. La principal diferencia es que este modelo pertenece al segmento D mientras que el Octavia está en el grupo del segmento C. También, el Vectra era unos 2.000 euros más caro.

Skoda Octavia WRC

Octavia WRC

Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el coche que llena estas líneas ostenta un doble título: el de ser el primer RS de producción y el modelo con el cual Škoda debutó en el WRC.

La trayectoria del Octavia en competición empieza en 1999 con la fundación del mismo departamento Škoda Motorsport. En concreto, su debut se fecha en el Rally de Montecarlo. Al equipo le costó arrancar y no completaron una carrera hasta el cuarto intento. A partir de allí, sus resultados fueron más bien prudentes. Lo más destacado es una cuarta posición en Gran Bretaña y un podio en tercer lugar en el Rally Safari.

Fue conducido por pilotos de renombre, así como el campeón del mundo en 1984 Stig Blomqvist, el español Luis Climent o Toni Gardemeister.

Skoda Octavia WRC Safari

Rally Safari, Kenia

A lo largo de las temporadas, el Octavia se fue renovando y contó con un total de tres evoluciones: el Octavia WRC, el WRC Evo2 y el WRC Evo3.

En la temporada de 2003, Gardemeister y Didier Auriol, entonces pilotos del equipo checo, tuvieron que disputar media temporada con el Octavia y la otra mitad con el Fabia WRC llamado a sustituirlo. En general, el Octavia WRC no hizo un buen papel. Su camino fue marcado por demasiados abandonos por averías mecánicas que impidieron una buena regularidad en las carreras.

Para hablar de las características técnicas del coche, nos tenemos que ir a la antigua normativa del WRC en la cual estaba sometido el Octavia de competición. Montaba un motor 2 litros que rendía alrededor de 300 CV y unido a un peso de 1.230 kg le aseguraban una velocidad máxima de 250 km/h. La tracción, era obviamente a las cuatro ruedas.

Por cierto, si el Octavia RS te sabe a poco, siempre puedes ir un paso más allá y comprarte la variante de rallies. En 2016 se puso a la venta un Octavia WRC Evo 3 conducido por el mismo Luis Climent, y ahí sigue. ¿Tienes 120.000 euros sueltos?

Hay más…

En este texto tan solo se habla de la primera generación ¡Pero aún quedan dos más! Parece ser que la discreta Škoda aún esconde muchas sorpresas. Estad atentos a la próxima publicación 🙂

Mientras tanto, os dejo un pequeño vídeo para alegraros vuestra vista y oídos.

En espíritu RACER | Los checos deportivos (Škoda RS): el origen (I)

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Es curioso que me entusiasme cualquier actividad relacionada con los coches ¿El escribir? Para trasmitir. Trasmitir conocimiento, pasión y sensaciones; hacerte llegar aquello por lo que me vuelvo loco. Súmale que aprendes y ya es una terrible adicción.

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Txesz
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Txesz

Tal vez habría que haber empezado por WRC, ya que vimos antes la versión de competición que la deportiva de calle.

Efectivamente, no obtuvo grandes resultados, pero se ganó la simpatía de los aficionados por su espectacular sonido. Y a mi su estética agresiva pero muy sencilla siempre me gustó

Por cierto, Ninguno de los McRae lo pilotó: Colin llevó el Fabia en 2005 y Alister nunca se subió a un Skoda.

Ignatius Renalias
Invitado
Ignatius Renalias

¡Toda la razón! Se me ha colado Colin McRae confundiéndolo con el Fabia WRC. Muchas gracias, intento arreglarlo de inmediato.

Por otra parte, el artículo está más enfocado a los RS de calle (aunque su origen derive de la competición), por eso me centro más en este apartado.


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