Los checos deportivos (Škoda RS),  el origen (I)

Los checos deportivos (Škoda RS), el origen (I)

La cuna de las máquinas más prestacionales de Škoda se encuentra en la competición


Tiempo de lectura: 6 min.

Muchas veces parece que la firma Škoda construya coches clásicos, aburridos, racionales y con un sinfín de adjetivos que quedan lejos de la diversión al volante; nada más lejos de la realidad. Este fabricante subsidiario del grupo Volkswagen, tiene mucho que decir y se guarda un as en la manga para tener una versión picante de algunos de sus modelos.

Los que conocen un poquito a la casa checa, le tienen un cariño especial al concepto del Octavia RS: práctico, potente y asequible a partes iguales. Esta idea se ha ido puliendo a través de varios modelos y generaciones, pero la realidad es que estas letras tienen origen en la competición. Veremos cómo Rally Sport (RS) es la forma que tiene Škoda de honrar a su pasado y cómo ha querido imprimir el carácter deportivo en sus coches más actuales.

En este artículo empezaremos por el principio, el origen.

Skoda 200 RS

Škoda 200 RS

Škoda 180/200 RS

Corrían los años 70 y Škoda anhelaba tener su propio producto para competir de tú a tú con las grandes marcas y participar en las carreras más importantes. Con tan solo seis meses de preparación, la firma checa, en abril de 1974, presentaba tres coches, un Škoda 180 RS y dos Škoda 200 RS, donde fueron usadas tales siglas por primera vez. Se trataba de unos prototipos de competición basados en el modelo 110 R. Con esos, se creaba el equipo oficial de rallies de la marca, con el que se pretendía entrar en diferentes competiciones, incluyendo carreras en el ring, rallies y subidas de montaña. Su primer debut fue el junio del mismo año, en una carrera organizada por la marca.

Montaban un motor de cuatro cilindros en el eje trasero y su caja de cambios estaba firmada por Porsche. El 200 RS empleaba un 2.0 litros con dos carburadores Weber y un solo árbol de levas, que producía 160 CV y le permitía un paso de 0 a 100 en menos de 7 segundos. El 180 RS en cambio, se servía de un 1.8, que le aseguraban 150 CV de potencia máxima. Lo curioso, es que ambos motores eran intercambiables. No cosechó grandes éxitos, pero sirvió como comienzo de todos los proyectos que venían a continuación. De todos modos, estos prototipos levantaron expectación por el hecho de que en el país no era común, en aquel momento, ver tal nivel de prestaciones.

Skoda 130 RS

Škoda 130 RS

Škoda 130 RS

Con la experiencia del proyecto 200 RS, en tan solo un año, el equipo construía un nuevo coche de competición, el 130 RS. Con él, Škoda abría los horizontes a su apellido deportivo y además marcaba el inicio, para muchos, de sus productos RS.

El 130 RS estrenaba una etapa dorada para la marca. Solo en su debut, obtuvieron podios (primera, segunda y tercera posición) en la Czechoslovak Peace y la Friendship Cup. En los seis años siguientes, ganó innumerables carreras checas, pero fueron las victorias en el Rally de Monte Carlo de 1977 (categoría 1.300 cc) y en el Campeonato de Europa de Turismos de 1981 las que catapultaron su fama a todo el viejo continente. Todo el palmarés conseguido le supuso ser un peso pesado en las competiciones de los 70 y principios de los 80. Se ganó el sobrenombre de “Porsche del este”.

En cuanto a su arquitectura, el coche volvía a estar basado en el mismo 110 R de producción al igual que los 180/200 RS, con la diferencia que ahora sobre su eje trasero descansaba un motor de 1.300 cc (de ahí el nombre). El propulsor, otra vez, estaba alimentado por 2 carburadores Weber y producía 140 CV. La transmisión fue en un principio de 4 relaciones, cambiando a una de 5 a partir del 1976. El motor y su bajo peso, conseguían una velocidad máxima de 220 km/h.

La lubricación era por sistema de cárter seco, hecho que garantizaba la misma en todas las situaciones, incluidas las curvas más acusadas

Por otra parte, en la báscula lograba marcar 720 kg. Este “peso pluma” lo conseguía a base de diferentes soluciones: Utilizaba aluminio en los paneles de la carrocería, tales como el techo y la capa exterior de sus puertas. El capó, era de plástico reforzado con fibra de vidrio. Se fabricaron alrededor de 200 unidades.

La senda del 130 RS terminaba en 1983 debido a la nueva homologación de la FIA. Aunque Škoda no se desvinculó de la competición, en las siguientes temporadas, no repitió el éxito de estos años.

Skoda Non Fiction 1

Škoda 200 RS Non-fiction

Škoda 200 RS Non-fiction

En Chequia, los inicios deportivos de Škoda marcaron tanto, que 40 años después de los primeros RS, el recuerdo aún estaba muy vivo. Con esta premisa bajo el brazo nos encontramos con un prototipo moderno de aquel legendario 200 RS. Ahí va su historia.

Todo empieza con un diseñador checo, llamado Petr Novák el cual quiere rendir homenaje a los gloriosos años de Škoda en competición y a los coches que corrían entonces: el 180 / 200 RS y el 130 RS. La idea gusta a Metal Hoffmann (una empresa que trabaja entre otros, por el grupo VW) y se ponen manos a la obra. La cosa pinta bien cuando la base que toman es un Audi R8 4.2 FSI V8 y, además, manual. A partir de ahí, todo es un cóctel de piezas en el que terminan embutiendo los faros de un Bentley Mulsanne en la parte delantera y los pilotos de un Lamborghini Gallardo en su parte posterior. Por otro lado, la estética busca asemejarse a los coches de motor trasero ya citados.

De hecho, su carrocería, es todo un ejercicio de diseño, ya que estuvo expuesto en el Centro Arte Contemporáneo de Praga (DOX).

Skoda Non Fiction 2

Škoda 200 RS Non-fiction

Si nos vamos a los números y las prestaciones, son parejas a las de su primo R8, ganando algún milímetro en anchura y alzada. Por lo demás, se mantienen los 420 CV del motor atmosférico y la tracción a las cuatro ruedas. Se hablaba de una producción limitada a 24 unidades. Recordemos que, en este proyecto, Škoda no tenía nada que ver y era un coche totalmente artesanal. La producción estaba fijada para enero de 2016 y el precio arrancaba en unos 255.000 euros.

Aquí un video para que se vea que no solo es un prototipo, sino que está criatura es real y está más que viva.

Continuará…

Hasta aquí los primeros pinitos en el mundo de la competición internacional de Škoda. Unos pinitos, que años más tarde nos brindan productos como el actual Octavia 245, una berlina totalmente utilizable al día a día, capaz de marcar récords en el ring y que puede dar más de un susto a peces mas gordos…

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Sobre mí

Ignasi Puig

Es curioso que me entusiasme cualquier actividad relacionada con los coches ¿El escribir? Para trasmitir. Trasmitir conocimiento, pasión y sensaciones; hacerte llegar aquello por lo que me vuelvo loco. Súmale que aprendes y ya es una terrible adicción.

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COMENTARIOS

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Txesz
Invitado
Txesz

Desconocía por completo el R200…

Ignatius Renalias
Invitado
Ignatius Renalias

Seguramente su baja popularidad se debe a que Škoda no participo en su desarrollo y a su limitada tirada.

Gracias por leerlo!


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