“Pueden quitarme la plaza de aparcamiento, pero no pueden quitarme mi orgullo”, Michael Scott (“The Office”)
He aprovechado unos días tranquilos de trabajo para volver a verme algunas temporadas de “The Office”, una de mis series fetiche. El prota es aficionado a los Chrysler, y está muy orgulloso de su Sebring Cabrio hasta que aparece en escena un PT Cruiser descapotable después de haber pasado por un Porsche.
Cuando dice la frase de arriba, el casi patético pero entrañable manager de Dunder Mifflin está intentando salir de un estrechísimo hueco de aparcamiento por el asiento trasero para luego saltar desde él. Es una escena cómica que me hizo pensar que su protagonista y el coche son, en cierto modo, parecidos.
Porque el Chrysler PT Cruiser Cabrio quizá tampoco cause muy buena impresión cuando se le conoce. Es un experimento un tanto raro tomando como base un modelo ya de por sí difícil de catalogar, pero que muchos se empeñaron en encuadrar en el segmento de los monovolúmenes.
¿Es entonces un monovolumen descapotable? Lo cierto es que no. Sus formas, eso sí, no dejan de ser muy peculiares, acentuadas en el caso de la variante descubierta por el arco de seguridad a la altura del pilar B, un elemento extendido hace décadas y que cuando se lanzó este PT Cruiser (año 2004) estaba ya en desuso. El techo de lona se plegaba en unos pocos segundos sobre el maletero sin llegar a ocultarse, por lo que le daba también un aire retro que igualmente evocaba el PT Cruiser original con carrocería de cinco puertas.
Pocos más cambios había, ya que el parabrisas se tomaba tal cual del cinco puertas y el interior no recibía más modificaciones que la eliminación de la quinta plaza por anchura en la segunda fila. El maletero se reducía a 210 litros, pero peor que la capacidad en sí resultaba el acceso y el tamaño de la boca de carga, pues había que agacharse para coger o dejar bártulos.
Al menos contaba con el detalle añadido de los respaldos de los asientos traseros abatibles para poder transportar objetos largos, aunque no muy voluminosos por el hueco libre que dejaban los refuerzos estructurales. Porque además de los cambios en el bastidor, el Cabrio recibió una barra de 20 mm de grosor situada entre las torretas traseras.
La versión descapotable se asoció a los dos motores más potentes de la gama PT Cruiser, ambos basados en un 2.4 que podía ser atmosférico o Turbo. El primero declaraba 150 CV, mientras que el más potente ofrecía unos destacables 220 CV que podían convertirle en un coche realmente rápido. Sin embargo, con este surgían los mismos problemas que con el GT cinco puertas: las pérdidas de tracción si no andábamos con cuidado al presionar el pedal del acelerador.
Al igual que en el monovolumen, Chrysler no equipaba ni como opción el control de estabilidad, saliendo a relucir las carencias de un bastidor que además tenía que lidiar con un peso superior.
Por ello, y a pesar de su potencial mecánico, este PT Cruiser Cabrio no estaba concebido para un manejo deportivo, sino el de un casi inofensivo descapotable con el que cuatro personas podían disfrutar a cielo abierto con cierta comodidad y el plus de estar a bordo de un vehículo exclusivo que no encontraba rival en el mercado. Un outsider como el prota de la serie a quien con el tiempo te acostumbras anteponiendo sus cualidades por encima de los defectos.
Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.Me gusta mas la versión Española, al menos sabemos que es para disfrutar y no para correr.
Es cierto que el arco, no lo hace justicia, pues parece una cesta, ademas creo que salvo la versión potente el resto montaba tambores en el tren trasero, algo que junto la ausencia del ESP, no invita a correr demasiado.
luego un interior, un tanto pobre de materiales, falto de originalidad, muchos problemas de fiabilidad…Podía ser algo distinto la versión de 5 puertas, tenia su encanto, pero no tenia espíritu del guerrero.
Es admirable que tengamos un fabricante como Hurtan en nuestro país, aunque he de decir que el diseño del Author me parece muy mejorable: al frente parece una cara con papada, a causa del diseño sobre-elevado que tiene. Entiendo las limitaciones de emplear la plataforma del PT Cruiser, pero no es que quede un diseño muy limpio.