A principios de la década de los 90 nacían prototipos como nuestro protagonista de hoy, el BMW Z13 Concept, vehículos compactos y polivalentes que hacían intuir cuál sería el futuro de la automoción en los años venideros. La marca germana de hecho ya llevaba varios años experimentando con la idea de cambiar gasolina por baterías, y así lo demostraban sus Z11 y Z15, ambos propulsados de manera eléctrica, pero que en tamaño y forma ya denotaban cual sería el rumbo a seguir dentro del segmento de los hatchback utilitarios.
Es en 1992 cuando el departamento de desarrollo de BMW Technik GmbH da vía libre a Robert Powell, un ingeniero y diseñador que venía de haber estado trabajando en Porsche durante varios años, para que diera forma y creara lo que sería un utilitario de compacta silueta, pero sin perder esa genética característica que desmarcaba a la marca de la competencia.
Powell da rienda suelta a sus ideas y un año más tarde es presentado en el Salón Internacional de Ginebra el Z13. Este pequeño automóvil resaltaba por diferentes cuestiones y una de ellas, y quizás la que más saltaba a la vista, era la disposición de sus tres asientos interiores.
El BMW Z13 Concept era la visión de futuro por parte de la marca germana en el segmento de los utilitarios urbanos, pero siempre sin renunciar a ese gen deportivo los bávaros imprimían a sus productos
Con el del conductor colocado de manera central, al más puro estilo McLaren F1, justo por detrás de este se encontraban otros dos totalmente independientes (1+2), móviles longitudinalmente de manera eléctrica y abatibles, que junto con un portón trasero que daba acceso al maletero y con estos plegados hacia delante, nos dejaban una gran capacidad de carga a pesar de su reducida longitud máxima de solo 3,4 m.
Dentro del habitáculo el Z13 Concept disponía de todo lo necesario para estar a la última. Así lo demostraba su equipamiento con sistema de navegación, teléfono integrado e incluso fax, para aquellos que tuvieran que llevar la oficina a cuestas. Internet tal y como hoy lo conocíamos no existía.
Estéticamente, y centrándonos en su parte exterior, sus abultadas aletas traseras y las tomas laterales de aire de estas le conferían un aspecto musculoso. También mencionar los pilotos de intermitencia integrados en los espejos retrovisores o su escueto frontal con los típicos riñones de BMW como parrilla.
En el plano mecánico se optó por montar el propulsor de la BMW K 1100 del momento, suavizándolo en cuanto a entrega de potencia y descafeinándolo para adaptarlo al uso que se le daría en un futuro. Situado en la parte posterior rendía una potencia final de 80 CV que transmitía a las ruedas traseras. También la caja de cambios se instaló detrás, en este caso un cambio automático CVT de origen Ford con el que el Z13 Concept se hacía aún más versátil si cabe y fácil de pilotar.
Con tres asientos independientes y el del conductor situado de manera central, el BMW Z13 aprovechaba al máximo su espacio interior gracias en parte a un portón trasero y la posibilidad de abatir totalmente ambos sillones laterales
Todo ello fue ensamblado sobre un chasis de aluminio que le hacía tener un peso realmente contenido de apenas 830 kilogramos, a pesar de contar con un techo acristalado en forma de V que se extendía hasta el pilar B. Este proporcionaba luminosidad y amplitud al habitáculo y es un recurso técnico que la marca después aplico en la creación de su i3.
El caso es que justo un año después de la presentación del Z13, y cuando parecía más cerca que nunca la entrada de la marca germana en ese segmento de los compactos urbanos, se llevó a cabo la compra del grupo Rover con la consiguiente adquisición de Mini. Lo que vino después todos los sabemos y el Z13 quedó en el baúl de los recuerdos, como tantos otros concept de la marca.
La competencia sí que optó por la creación de sus propios utilitarios como Audi con su A2 o Mercedes-Benz con la Clase A (W168), pero este hueco BMW decidió cubrirlo con la subsidiaria MINI y todas y cada una de las versiones del modelo empezando por el MINI Hatch One. Lo que queda de manifiesto es que toda aquella personalidad que se le imprimió al Z13 ha quedado de algún modo impresa en el actual i3 de BMW, por lo que al menos sirvió de algo el camino recorrido por la marca a lo largo de tantos años y en especial el trabajo realizado sobre los Z11, Z13 y Z15.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS