El Renault Captur nació hace ya más de 10 años, y desde el primer momento, el coche se convirtió en un éxito. No obstante, merece la pena destacar que cuando se presentó, su talante y su concepción eran mucho más juveniles y contaba con soluciones muy interesantes, como una tapicería que se podía retirar de los asientos para lavarla.

La evolución, en ocasiones, tiende a restar alegría a determinados modelos que nacieron con ella, como es el caso, precisamente, que nos ocupa. El Captur es un coche mucho más serio, tanto en su planteamiento como en su diseño, aunque mantiene el mismo éxito que cuando apareció por primera vez.

Por ello, no es de extrañar que se optara por este coche para dar una nueva vida al Mitsubishi ASX. Un movimiento que no gustó a todo el mundo y que, durante un tiempo, ha causado cierta confusión entre los usuarios, pues no son pocos que al ver un ASX en realidad no veían un Mitsubishi, sino un Renault. De hecho, las únicas diferencias entre ambos modelos eran los logotipos y algunos detalles de diseño, pues hasta el tacto de conducción era propio de un Renault Captur.

Quizá por ello, y porque la personalidad de cada marca es muy diferente, el restyling del Renault Captur ha traido consigo un cambio notable en el ASX. No obstante, no caigamos en el error de pensar que Mitsubishi ha desarrollado un nuevo modelo, en realidad es el mismo Renault Captur, solo que los detalles de diseño japoneses son ahora mucho más amplios y afectan mucho más a su imagen. Ahora, seguramente, no habrá tanta confusión como antes.

Nuevo Renault Captur

Mitsubishi necesita ingresar y gastar muy poco

Si piensas que Mitsubishi ha metido la pata al tomar esta decisión, deberías pensar antes en la situación de la firma japonesa. Nissan se hizo con el control de Mitsubishi en 2016, un movimiento que sorprendió a muchos, sobre todo porque Mitsubishi había sido acusada de falsear los datos de emisiones desde 1991. Adquirieron la compañía por su tecnología híbrida enchufable, algo que el propio Carlos Ghosn confirmó en su día, pero también le servía a Mitsubishi para beneficiarse de otras cosas, como la producción en masa que es capaz de llevar a cabo la Alianza y el ahorro de costes que supone la sinergia de grupo.

Mitsubishi pasaba por uno de sus peores momentos y todo parecía indicar que acabaría por replegarse y centrarse en los mercados que más beneficios le otorgaban, lo que implicaba dejar, por ejemplo, Estados Unidos. Incluso se barajó abandonar Europa, pues tanto Renault como Nissan estaban ahí para quedarse con las ventas y tener un rival más dentro de casa no era la mejor opción. Sin embargo, al final se cambió de opinión y Mitsubishi tomó dos modelos de Renault y los adaptó para su catálogo: el Clio y el Captur, que se convirtieron en el Colt y el ASX:

Esa decisión no fue un error, se tomaba como base dos modelos que han demostrado que funcionan y que se venden, justo lo que necesita la firma japonesa para poder volver a funcionar por su cuenta. Además, no es la primera vez que ocurre algo así, ni tampoco será la última. La cuestión es, sobre todo, el tema de la personalidad y de la nula, o casi nunca, diferenciación entre los modelos de cada marca.

Precisamente ahí, en la diferenciación, es donde más hincapié parece haberse hecho con el restyling de ambos modelos, aunque, como ahora veremos, la diferenciación se ha logrado por meros detalles exteriores y muy pocos interiores. Aunque, en realidad, deberíamos decir que los habitáculos son iguales en los dos casos.

Nuevo Mitsubishi ASX

Ahora el ASX sí parece un auténtico Mitsubishi

El Renault Captur es el foco de atención y el punto de partida, obviamente. El modelo francés ha cambiado muchas cosas para, como cabe esperar, mantener el mismo nivel de ventas que ha tenido hasta el día de hoy y como todos sabemos, cuando las cosas funcionan es mejor no tocar demasiadas cosas. Sin embargo, estéticamente, el Captur cambia mucho con respecto al modelo saliente, pero lo hace sobre todo en el frontal, que ahora adapta el nuevo lenguaje de diseño de la marca.

De todas formas, no podemos decir que sea un lenguaje de diseño totalmente nuevo, porque el Renault Mégane eléctrico ya tenía esta línea, este lenguaje, el cual, hemos visto anteriormente en diferentes prototipos presentados por la marca. La cuestión es que ahora, todos esos prototipos, llegan a producción y el Captur no estaba en consonancia. Por eso, el restyling del B SUV francés adopta un diseño frontal que se asemeja, por ejemplo, al nuevo Renault Scénic o al nuevo Symbioz, pero solo en el frontal, pues el resto se mantiene casi intacto. Hay cambios de detalle, como las firmas lumínicas de los pilotos, pero poco más.

El Mitsubishi ASX también adopta ese nuevo frontal, con los mismos faros –aunque con una firma lumínica distinta–, el mismo capó, las mismas luces diurnas, la misma entrada de aire bajo la matrícula… pero introduce detalles que le cambian la mirada por completo. Detalles como la calandra, que se acompaña del logotipo de Mitsubishi y una zona pintada de negro que le da otro aire al frontal del ASX. Ciertamente, son cambios muy bien implementados, porque la personalidad de cada mirada es totalmente diferente, a pesar de estar compuesta por los mismos elementos. Es un frontal mucho más Mitsubishi y le permite una distinción que no tenía.

No podemos decir lo mismo del resto del coche, pues lo comparten todo, incluso las llantas que, ya que estamos, podrían haberse molestado en cambiarlas, al menos para las fotos oficiales, pues ambos modelos lucen el mismo diseño. De todas formas, hablamos de dos coches que son un calco el uno del otro –o casi mejor deberíamos decir que el ASX es un calco del Captur– que, para colmo, se fabrican en la misma planta: en Valladolid, en la antigua F.A.S.A.

Al menos sí han publicado fotos algo diferentes de los interiores –en el caso del francés luce aplicaciones en color plateado en el caso de la versión Sprit Alpine, mientras que el japonés apuesta por aplicaciones de color negro, por ejemplo–. El diseño, en ambos modelos, es el mismo y además, apenas cambia con respecto a los Captur y ASX anteriores. Es más, no cambia en absoluto y todo se centra en novedades tecnológicas.

Incluso el equipamiento y la tecnología es compartida

El Renault Captur presume de nuevo equipamiento, cuya lista tiene cosas como la desaparición del cuero en favor de tejidos realizados con materiales reciclados o de la implementación del sistema openR link y software Android Automotive 12. En cuanto a motores, sin grandes novedades. El acceso a la gama es el TCe de 90 CV sin ningún tipo de electrificación, luego estará el GLP de 100 CV, dos híbridos ligeros de 140 y 160 CV, más el E-Tech de 145 CV.

Con respecto al Mitsubishi ASX, tenemos básicamente los mismos argumentos: Android Automotive 12, sistema openR link pero con otro nombre, mientras que de los motores disponibles solo habría que eliminar de la ecuación el GLP, el resto son exactamente los mismos.