Aunque un Bugatti Veyron parece, un Ford Cougar es

Aunque un Bugatti Veyron parece, un Ford Cougar es

Por algo más de 100.000 euros, esta réplica puede ser tuya


Tiempo de lectura: 3 min.

Si bien el fabricante de automóviles franco-germano da los últimos toques al Chiron Super Sport 300+, puedes ingresar en el club de propietarios de Bugatti a bajo coste si tienes 125.000 dólares de sobra, unos 113.000 euros al cambio actual. Un hombre residente en Florida, Estados Unidos, está vendiendo una réplica de un Bugatti Veyron, cuyo desarrollo costó algo más de 80.000 euros.

La sorpresa la encontramos en el vehículo donante, un Ford Cougar. Más concretamente, un ejemplar de 2002. El motor Duratec V6 de 2,5 litros y 170 CV unidos a la tracción delantera puede resultar decepcionante a este precio pero, por el lado positivo, “esta es una réplica ganadora de 17 trofeos”, según el vendedor. El aire acondicionado todavía funciona, el “alerón posterior se retrae como el real”, y el escape se describe como “gutural y fuerte”.

Ciertamente, el aspecto exterior da bastante el pego teniendo en cuenta lo que solemos ver cuando hablamos de réplicas. Los faros, la parrilla delantera, las tomas de aire y la carrocería en sí están realmente bien trabajadas. Lo único que parece desentonar con el exterior son las llantas de aleación y la falta de fibra de carbono, aunque para el pagano de la automoción, podría verlo por la calle y pensar que se trata de un Veyron con todas sus letras.

Bugatti Veyron Replica Exterior (1)

El motor W16 de 8 litros del Bugatti Veyron era capaz de empujar el coche hasta los 100 km/h en 2,5 segundos y 407 km/h de velocidad máxima

Las capacidades prestacionales de este vehículo se vuelven aún más sospechosas cuando echas un vistazo a los diales originales de Ford con calcomanías de Bugatti colocadas generosamente en su superficie. El reloj horario, que proviene de un Chrysler 300, también recibe el tratamiento de estilo Bugatti, aunque por alguna razón no especificada el logotipo de Chrysler no fue suprimido cuando el emblema de Ettore Bugatti fue incluido.

No es mejor en el resto del interior que, claramente, no es el de un coche cuyo precio nuevo superaba las siete cifras. ¿La tapicería de cuero? Los colores no coinciden. ¿Los asientos traseros? Un auténtico Veyron no los tiene. ¿La consola central y el salpicadero? Puede que den el pego al primer golpe de vista, pero la palanca de cambios (parece tomada de Mercedes-Benz) lo delate. En general, el interior parece que no se haya limpiado recientemente.

Bugatti Veyron Replica Interior (1)

El Ford Cougar 2.5 V6 no era un coche lento per se, pero sus prestaciones están muy por debajo de las de un Bugatti Veyron de 1.001 CV. El coupé del óvalo azul era capaz de alcanzar los 225 km/h de velocidad máxima y cubrir el sprint de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos. En una de las fotos se puede ver cómo este quiero y no puedo es capaz de alcanzar (supuestamente) los 210 km/h de punta. El velocímetro, baste optimista, está cifrado hasta los 450 km/h.

Si la idea de ser propietario de un Bugatti falso es atractivo para ti, puedes echar un ojo al anuncio en Craigslist o en Car Export America, donde su actual dueño lo ha puesto a la venta. Por lo menos el propietario es bastante sincero en su descripción. Incluso comenta que le “han enviado los mensajes de texto más bonitos de todos. Y algunos muy raros y repugnantes”.

Eso sí, el futuro dueño podrá presumir de que puede mantenerlo sin hipotecarse.

Galería de fotos

COMPARTE
Sobre mí

Luis Blázquez

Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.