Cocinadas a fuego abrasador y con mucho tedio, hemos hecho una nueva entrega del Diccionario Apócrifo del Automovilista usando como ingredientes paneles fonoabsorbentes, líquido de frenos y carbonilla de una EGR. Los académicos que tenemos a sueldo hacen pues una nueva contribución a la ampliación del contubernio de erudición de nuestros lectores. He aquí la selección semanal:
C
Contaminación por gases del motor de combustión interna
(Sustantivo) Durante muchos años se obvió que los motores de combustión interna contaminaran y eso que además de hidrocarburos a mitad quemar también expulsaban plomo al medio ambiente. Los fabricantes fueron reticentes al principio para instalar sistemas anticontaminantes como catalizadores o válvulas EGR que eliminan esos gases en gran parte, pero no todos.
Por fin se ha encontrado la solución definitiva, y no es gracias a los ingenieros, si no a los diseñadores. Peter Offen Kartofen, el joven presidente de la Asociación alemana de auxiliares de aprendices de ayudantes de becarios del diseño de automoción, afirma que la solución para los gases ha estado todo este tiempo delante de nosotros. Lo único que hay que hacer es no poner el susodicho tubo de escape, si no que el paragolpes abarque toda la trasera y no se vea ni un solo tubo, más sencillo imposible.
Peter también afirma que otra solución es la que utiliza Mercedes-Benz: poner falsas salidas de tubo de escape, de esta manera los gases emitidos también serán falsos. Gracias a esta idea Peter y sus colegas han recibido dos premios de la organización WLTP (Worldwide harmonized light vehicles test procedure), uno en mano por idiotas y otro por mensajería por si pierden el primero camino a casa.
D
Diseño de interiores
(Sustantivo) El diseño de interiores es la disciplina que dirige el proceso de formar la experiencia del espacio interior del automóvil, basándose en la manipulación del volumen espacial, del tratamiento de las superficies, la psicología ambiental, el diseño del producto y de los detalles de decoración. Pondremos un ejemplo de cada uno de los aspectos relevantes para comprenderlo mejor:
- Manipulación del volumen espacial: hacer que un interior muy grande parezca recogido o preparar dos jorobas en el techo de un automóvil muy pequeño en las que podamos colocar las rodillas y nos sintamos felices con ello.
- Tratamiento de las superficies: estas deben ser suaves, agradables al tacto y que resistan a tres de los productos más agresivos en el interior de un automóvil: el vómito de un perro que acaba de comerse su propio vómito, la merienda completa de un niño, con galletas, zumo, yogur y otras cosas pegajosas y la diarrea de cualquiera de los citados. Esto para un automóvil caro, en uno barato se utiliza el más económico.
- Psicología ambiental: pones un volante con tres radios y el automóvil ya es deportivo, da igual la potencia o el peso; si los relojes tienen el fondo blanco, más todavía; si tiene líneas de color rojo es muy dinámico, si son verdes no contamina y si son azules contamina menos todavía.
- Diseño del producto: si el salpicadero es envolvente, es un deportivo, da igual su mecánica; si tiene más de un hueco además de la guantera, es un familiar, da igual el número de asientos y el tamaño que tengan.
- Detalles de decoración: si tiene alguna placa en imitación a madera es más confortable que si las tiene de otro color; si tiene alguna placa en imitación a fibra de carbono, pesa menos y corre más que otro equivalente.
M
Megaloautofilia
(Sustantivo) Condición psicopatológica humana caracterizada por el deseo de poseer automóviles cada vez más grandes, independientemente de si son prácticos o no, suele aparecer a la vez que la Llantitisfilia. La palabra nace de la unión de tres vocablos griegos: megalo (μεγαλο-, que significa “grande”), auto (αὐτο “uno mismo”, por la sinécdoque de automóvil) y filia (φιλία, por amor). Los fabricantes se dieron cuenta de esta filia y han aumentado el volumen de los automóviles un 7,57% cada año (datos reales SEAT 1957-2017).
Con estos datos, podríamos definir una Ley de crecimiento de los automóviles, en la que cualquier automóvil aumenta 1 m3 de volumen ocupado cada 13 años. Hasta la época más reciente se incrementaba el volumen exterior junto con la capacidad interior, para ello fueron diseñados los monovolúmenes. El problema surgió cuando estos últimos consiguieron a un tamaño interior tan grande que produjeron agorafobia en sus conductores, en algunos casos también genera también ondestaisfobia, esto es: miedo a perder a los niños y andar todo el día gritando “¿dónde estáis?”
Para resolver este problema, los fabricantes han seguido haciendo que los vehículos sean muy grandes por fuera, pero más pequeños por dentro. El recurso más utilizado es elevar el plano de carga del vehículo, aumentar el diámetro de las ruedas y cargarlos de detalles estéticos para que parezca que todos los días vamos a la montaña a hacer barranking y que estamos más fuertes que Schwarzenegger tomando anabolizantes. Así tenemos un coche grande por fuera, pequeño por dentro, dinámico en su estética, complejo en tecnología, inútil como todoterreno, más pesado, caro y sediento, pero su amplio interior consigue arroparte para que no te sientas perdido en su inmensidad.
L
Limpiaparabrisas
(Sustantivo) Dispositivo inventando en los albores del origen de los automóviles. Son unas varillas de metal que sostienen una pieza de caucho con un borde muy fino, de manera que cuando se mueven por el parabrisas eliminan el agua de lluvia y otras posibles suciedades. Por costumbre se siguen colocando, aunque debido al cambio climático cada vez se utilizan menos, hasta el punto que no se estropean por el uso, si no por el calor del sol.
S
Salidas de garaje
(Sustantivo) Área por donde un automóvil sale al exterior desde el aparcamiento. Esta zona está indicada de manera que informa a los peatones de que puede estar saliendo un automóvil. En caso de que un automóvil esté saliendo a la vez que un peatón está cruzando por delante parece que debiera ceder el paso el vehículo a motor al peatón, pero no es así. La preferencia tiene dos opciones según vayamos andando o conduciendo como sigue:
- Si somos nosotros los que vamos andando: la preferencia es para el peatón.
- Si somos nosotros los que conducimos: la preferencia es para el automóvil.
Así nosotros llegaremos a tiempo a cualquier sitio fácilmente y el resto de la población se tendrá que fastidiar.
Invitamos a nuestros lectores a plantear dudas lingüísticas que serán aclaradas en sucesivas entregas de este diccionario, una vez hechas las consultas con nuestros académicos a sueldo.
J.J. López
Portador del contagioso virus de los coches desde los once años. Ingeniero en informática, programador de robots y visión artificial que lo piensa todo en coches. Amante del arte, técnica y tecnología en movimiento, esto es, apasionado incondicional del automóvil.COMENTARIOS