El Opel Astra DTi 16v Sportive, era la respuesta de la firma alemana al enorme auge que tenían los compactos con motores turbodiésel y cierto talante dinámico, entre los conductores europeos más jóvenes. Un coche que sin ser especialmente potente, ni tampoco demasiado deportivo, representaba una opción muy interesante y muy equilibrada, siempre que tengamos en cuenta las opiniones de la prensa en aquellos años –en 1999–.
Los compactos eran, a finales de los 90, los coches más vendidos de Europa. Acaparaban más de la mitad de las matriculaciones en el Viejo Continente y la popularización de los motores turbodiésel solo potenció esa aceptación. Algo lógico si lo pensamos con calma; los compactos eran coches que por tamaño, versatilidad y precio, eran lo más coherente, lo más lógico cuando se buscaba un coche “para todo”, Había familias de hasta cinco miembros que hacían vida con un compacto, y ojo, que en los años 90 y comienzos de los 2000, un compacto no medía más de 4,15 metros de largo.
Todas las marcas tenían su compacto y se diseñaban catálogos con todo tipo de versiones, desde opciones con unos míseros 60 o 75 CV, hasta más allá de 200 CV, con las variantes más vendidas y equilibradas de entre 100 y 150 CV. El Astra DTi 16V Sportive era una de esas versiones equilibradas y también una variante totalmente lógica para casi cualquiera. Si eras un chaval de 2o años con el carnet recién sacado, tenías una carrocería de tres puertas que, vestida con llantas de 16 pulgadas ofrecidas de serie con el acabado Sportive, tenía una imagen más que atrayente. Si estabas en el lado opuesto y eras un papá con dos nenes –por ejemplo–, tenías la carrocería de cinco puertas que no perdía ni un ápice de su atractivo estético, pero ganaba en versatilidad.

Aunque se podía consdierar como sobrio, el diseño del Opel Astra G no estaba exento de atractivo
En el caso de la versión DTi 16v, estrenaba un turbodiésel “de última generación”, que ya se montaba en otros modelos de Opel como el Vectra o el Omega. Un propulsor que había sido diseñado con un motor diésel que ya tenían en oferta como punto de partida –se vendía como Di y tenía 82 CV–. No se hicieron muchos cambios, casi todo se centró en un aumento de la presión del turbo y la incorporación de un intercooler. Así, se tenía un motor de cuatro cilindros y 1.995 centímetros cúbicos de carreras larga –84 por 90 milímetros para diámetro y carrera respectivamente–, con culata multiválvula, doble árbol de levas, inyección directa, turbo e intercooler –ya mencionados–, que rendía 100 CV a 4.300 revoluciones y 23,2 mkg entre 1.950 y 3.200 revoluciones.
Por cifras y prestaciones reales, se colocaba en el medio del meollo internacional, donde también se situaba por precio –Opel pedía 2.644.000 pesetas, 15.890 euros de 1999–. La velocidad máxima oficial era de 188 km/h, el 0 a 100 km/h se completaba en 11,2 segundos y el 0 a 1.000 metros en 32,4 segundos. El consumo, por su parte, punto importante en todo turbodiésel, era de 5,6 litros cada 100 kilómetros.
La revista Auto hebdo Sport, en el número 738, comparó el Opel Astra DTi 16v Sportive con el Alfa Romeo 145 1.9 JTD y el alemán salía muy bien parado. Se ganó elogios por su calidad general, aunque se criticó un poco que tuviera un diseño demasiado sobrio. También se destacó su facilidad de conducción y la confianza que se tenía a sus mandos, aunque la suspensión, al parecer, era ligeramente blanda para una conducción deportiva. Además, el equipamiento era bastante completo, con cuatro airbags, ABS, cierre centralizado con mando, espejos eléctricos… Solo había que pagar por el aire acondicionado, una opción que era muy normal en aquellos años.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Buenas yo al artículo con perdón le veo muchos fallos o mejor desinformación el astra 2.0dti con acabados sportive fue alrededor del 2000 cuando sacaron el modelo con ese acabado ya que el modelo es del 98. Esos motores eran de la marca Isuzu y tenía muchos problemas de consumo de aceite. Después apareció el 2000 DTI pero motor opel con las siglas sport Parece que el artículo habla como que era el tope de gama en diésel y no es así alrededor del 2002-2003 le colocaron el motor del Vectra y del signun 2.2 dti 125cv. La verdad que… Leer más »
José Luis, muy buenas. Te dejo una foto de la revista de donde se sacó la información. ¿Qué fecha de publicación tiene? En esa misma revista indica que tenía airbag de conductor, acompañante y laterales, así que en eso tienes razón, se me fue la cuenta–yo tuve un Astra G 2.0 16v Sportive y también tenía cuatro–.
En cuanto al resto, todo lo que sea después de 1999 ocurrió después de 1999. De todas formas, no recuerdo haber dicho que sea el tope de gama en diésel. Ni siquiera lo insinuo.
El problema de esos motores dti opel de origen isuzu eran los excesivos consumos de aceite de bastantes unidades, algo que hizo que desaparecieran rápidamente de la calle. Después opel se pasó a los motores jtd de origen fiat para su gama diésel.