Automóviles como el Nissan GT-R generan gran expectación cada vez que una nueva generación asoma en el horizonte. Tras la reciente descontinuación de la venta del modelo en nuestro continente ante la dificultad para cumplir con las normativas sobre emisiones, nos hemos mantenido con las orejas tiesas, atentos a cualquier noticia que pudiera confirmar o desmentir algún dato sobre el Nissan GT-R R36. Aprovechando algunas declaraciones recientes de representantes de la marca y la conversación suscitada en torno a estas, en este artículo intentaremos hacer recoger tanto certezas como elucubraciones sobre la próxima generación del deportivo apodado Godzilla.
Lo que no se ve se imagina
La larga vida comercial de la generación actual, que está a la venta desde 2007 habiendo recibido solo ligeras mejoras, varias renovaciones estéticas y algunas ediciones especiales a lo largo de estos años, contribuye con toda seguridad a incrementar la anticipación en la escena automovilística. Sirva como ejemplo la proliferación de renderizados por parte de diseñadores independientes, algunos de los cuales hemos añadido como acompañamiento de este artículo para cubrir las elucubraciones en cuanto a su estética.
Sí, debéis ser pacientes, porque estaremos a la altura de las expectativas”, comentaba Philippe Klein, ejecutivo del departamento de planificación de producto del fabricante japonés, al hilo de la expectacién generada por la próxima generación del Nissan GT-R
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La llegada al mercado en los próximos años de un automóvil deportivo e híbrido fue confirmada hace algunas semanas por Takao Katagiri, director ejecutivo de Nismo. Y es que no cabe duda de que la próxima generación del Nissan GT-R deberá adaptarse a los estándares actuales de la industria, que también alcanzan, cómo no, a los deportivos de alto rendimiento. Ante las preguntas de la prensa, desde Nissan se ha apelado siempre a la paciencia, y han dado por hecho en todo momento que, para poder conservar sus salidas de escape, deberán implementar algún tipo de hibridación.
Y ahí reside una de las pocas certezas acerca del futuro Nissan GT-R R36: será un automóvil con al menos un propulsor eléctrico destinado a mover sus ruedas. Se dice que podría mantener un motor de combustión que, a modo de continuidad con el modelo vigente, también sería un V6 biturbo. Sin embargo, desde diversos medios se ha apuntado ya la opción de se abandone el bloque VR38DETT actual, con 3,8 litros de capacidad, a cambio del más pequeño VR30DDTT, de solo 3.0 litros y que actualmente instalan en el Nissan Z, cuyo nivel de emisiones impide a la marca ofrecer este modelo en nuestro mercado. Paradójicamente, se baraja la instalación del mencionado propulsor en el vano motor del próximo Nissan GT-R para facilitar su cumplimiento de la limitación de emisiones en nuestro continente, entre otros cambios.
Tal y como están las cosas, el paso a la hibridación es la opción más lógica, una decisión que desde algunos medios se ha comparado, por su pertinencia, con el momento en el que Nissan decidió separar las marcas GT-R y Skyline, para convertir la primera en un producto de éxito global. Puestos a plantear posibles escenarios, no se descartaría un híbrido en serie, con tecnología ePower. En todo caso, los 600 CV —441 kW— de potencia máxima que declara actualmente el Nissan GT-R Nismo serán ampliamente superados, primero por el modelo de serie y, con total seguridad, posteriormente por diversos preparadores, como es costumbre. Puestos a elucubrar —estabais avisados—, se habla de potencias superiores a los mil caballos.
Las sensaciones de conducción son una prioridad importante y, en el paso de los motores de combustión a los sistemas hibridados, nada de la diversión al volante debe perderse, incluso si se transforma en eléctrico”, añadía Philippe Klein, subrayando uno de los objetivos de la marca en el desarrollo de la nueva generación del Nissan GT-R
Un paso adelante, ¿mirando hacia atrás?
En el momento de su lanzamiento, el actual modelo apuntó a las cifras de aceleración del Porsche 911 (997) Turbo de la época, y las derribó con éxito. Sin embargo, los hasta 2,48 segundos que puede marcar el Nissan GT-R Nismo actual, la versión más capaz hasta la fecha, en una aceleración de 0 a 100 km/h cronometrada —con las condiciones óptimas—, están ahora por detrás de los 2,1 segundos que declara el Porsche 911 (992) Turbo S Lightweight, referencia en el segmento a día de hoy.
Ahora bien, los vehículos que establecen hoy las mejores marcas en materia de aceleración son automóviles a baterías, como el Porsche Taycan o el Tesla Model S Plaid, que mejoran con facilidad la anterior marca del Nissan GT-R Nismo R. En caso de que la generación R36 quiera marcar de nuevo territorio en este aspecto, parece no quedar lugar para otra opción que un sistema de propulsión cien por cien eléctrico, y para ello no hay otra alternativa que la completa electrificación. Además, aquellos modelos ofrecen ese nivel de rendimiento sin presentar una imagen propia de superdeportivo, con demasiadas puertas y aspecto sedán. De hecho, una de las opciones que se plantean para la futura iteración del deportivo japonés es la de recuperar un formato de cuatro puertas que no es ajeno al modelo a lo largo de su historia —la cual repasamos extensamente aquí—.
Quince años pasan factura al Nissan GT-R R35, cuyas prestaciones no solo han sido superadas por los rivales tradicionales, sino también por contendientes inesperados hace poco tiempo en la fiesta de las cifras de aceleración estratosféricas, como el Tesla Model S Plaid o el Porsche Taycan
El motivo por el que la dirección de la compañía pide paciencia a medios y entusiastas ante el nuevo Nissan GT-R R36 va aparejado a una de las consecuencias negativas más importantes de la electrificación de los automóviles: el aumento de peso. Antes de ponerse manos a la obra, quieren entender cómo trasladar todos los ingredientes que hacen del Nissan GT-R un “coche de conductor” a una plataforma electrificada, un aspecto en el que el gran obstáculo es el incremento de masa que inevitablemente deriva de la instalación de grandes paquetes de baterías. Nissan tiene muchas esperanzas puestas en las baterías con electrolito en estado sólido, en cuyo desarrollo ya está trabajando, como también confía en los avances en materia de software. De ellos se beneficiará, sin duda, el tradicional sistema electrónico de distribución de par que rige el funcionamiento de su tracción total. Este, denominado tradicionalmente ATTESA E-TS, está presente en la gama desde Nissan Skyline GT-R de generación R32 y será determinante a la hora de mantener tan alto el listón en lo relativo a su dinámica de conducción.
En cuanto al marco temporal, desde la propia Nissan se afirma que la próxima generación del Nissan GT-R llegará a los mercados, de forma global, antes del final de la presente década. Independientemente de la resolución concreta que finalmente se adopte por parte del fabricante japonés para la configuración exacta de la próxima iteración de Godzilla, tenemos la certeza de que en cuanto ponga sus neumáticos sobre el asfalto, el Nissan GT-R R36 sonrojará de nuevo a los gallitos de la categoría en el momento con su rendimiento, a lo que unirá un comportamiento perfecto, y siempre a cambio de un precio mucho menor. Es tradición.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS