SEAT CUPRA S.A.U., más conocida como CUPRA (su nombre comercial), fue presentada el 22 de febrero de 2018 en el circuito de Terramar. Sí, efectivamente, CUPRA sigue siendo SEAT y apenas tiene cuatro años de vida. Sin embargo, la acogida que ha tenido en el mercado ha sido especialmente buena, aunque todavía se aprecian los lazos entre la casa matriz y CUPRA. Incluso en los modelos propios, el Formentor y el recién presentado Born, se notan los rasgos de SEAT, al igual que nuestro protagonista de la prueba de hoy, el CUPRA León e-Hybrid. Tampoco es un problema, así empezó DS y ahora nadie pensaría en que son coches de Citroën salvo por “cuatro detalles”.
La creación de CUPRA sorprendió a muchos, pero sabiendo que estaba al mando Luca de Meo, quien fue el artífice del regreso de Abarth como marca “independiente”, era algo que podía pasar. Sobre todo si echamos la vista atrás en el tiempo y vemos la evolución de SEAT bajo el control de Volkswagen y los objetivos que tenían en mente. Los alemanes, y esto no es ninguna novedad, siempre han mirado con deseo a Alfa Romeo, el sello italiano ha sido uno de esos objetivos que Volkswagen no ha podido cumplir y eso que en 2018, con el señor Pïech detrás todo (y ya retirado), pusieron una oferta sobre la mesa de FIAT, aunque la idea ya se fraguaba desde al menos 2011 cuando se llegó a decir que la pondrían bajo el paraguas de Porsche.
Por un lado, quisieron hacer de SEAT una firma deportiva. Había diseños atractivos, comportamiento impecable y victorias en competición, enfocando los productos a usuarios que buscaban una imagen deportiva y una conducción más dinámica. Incluso le “robaron” a Walter de Silva a la propia Alfa, marca a la que seguían mirando con deseo hasta que Marchionne se negó en rotundo allá en 2018, cuando entablaron conversaciones con FIAT. Es curioso que justo entonces, ese mismo año, se lanzó CUPRA como marca independiente, con la firme intención de competir con la “Anonima Lombarda”, al menos en Europa. Una marca con un fuerte carácter y una imagen alejada de la seriedad de los productos de Volkswagen. Lo menos acertado ha sido, quizá, el logotipo, ese tribal que no a todo el mundo gusta.
Después de casi cuatro años podemos decir que sí, que ahora mismo CUPRA vapulea a Alfa Romeo. Las ventas del sello deportivo de SEAT van viento en popa, suponen nada menos que el 15% del total de las ventas de “nuestra” firma automovilística y se atreven a poner en circulación un pequeño modelo eléctrico, el CUPRA Born (El Born es un barrio de Barcelona, famoso por sus callejuelas medievales), que promete grandes prestaciones y buenos datos de autonomía. De hecho, iba a ser un SEAT, pero se recondujo el proyecto y perdió el artículo “El” de su nombre en su paso a CUPRA. Se puede pensar que, viendo que no podían quedarse con la marca, se propusieron vencerla en su propio terreno, crearon su propia Alfa. Esperemos que se atrevan a poner en circulación algo parecido al Alfa Romeo Giulia QV.
Más diferencias de las que se aprecian a simple vista
Ahora estamos en un punto importante para CUPRA. Tiene en catálogo dos modelos propios: Formentor (un exitazo) y Born, pero también tienen dos modelos basados claramente en coches de SEAT: Ateca y León. El siguiente paso es diferenciarse todavía más con el Tavascan y más adelante, con el UrbanRebel, ambos eléctricos y con un diseño todavía más personal. No sabemos si habrá más generaciones del Ateca y del León con el tribal en el frontal, pero ahora eran dos coches que la marca tenía que ofrecer sí o sí. Sobre todo en el caso del León, que es uno de los modelos más relacionados con CUPRA en anteriores generaciones, cuando este sello daba vida a una versión dentro de la gama y no a una marca independiente.
Pueden parecer el mismo coche, de hecho lo son, pero las diferencias entre el CUPRA León y el SEAT León inclinan la balanza a favor del CUPRA
Y aquí estamos, dando vueltas a todo esto mientras tenemos en nuestro poder un CUPRA León e-Hybrid de 245 CV. Un coche que a simple vista puede parecer un “simple” León tuneado, pero cuanto más te fijas en los detalles, más aprecias que no es tan sencillo. Esto lo puedo afirmar con rotundidad, pues he tenido la oportunidad de ponerme al volante tanto del SEAT León como del CUPRA León, ambos, además, con el grupo propulsor híbrido enchufable. O mejor dicho, animados por el mismo grupo motor pero con distinto nivel de potencia. Es una comparación imposible de evitar cuando se ha tenido la ocasión de conducir ambos modelos. De hecho, la comparación empieza desde el mismo momento que tienes la llave en la mano: ¡¡es la misma con el logo de CUPRA!!
El hecho de haber podido conducir el SEAT León te permite encontrar las diferencias en el CUPRA con mayor facilidad. No cabe duda, y negarlo es estúpido, son el mismo coche, pero la personalidad del CUPRA es totalmente diferente. Es más atrevido, más “macarra”, es un tipo “echao pa’lante“; su carácter está mucho más marcado a pesar, como he dicho, de ser el mismo coche. Los paragolpes, el capó, los faros, los paneles de la carrocería, pilotos, salpicadero, volante… hasta las dichosas salidas de escape falsas son iguales y sin embargo, el CUPRA ofrece un aire diferente, gracias, entre otras cosas a las combinaciones de colores (por cierto, el gris de las fotos, llamado “Gris Grafeno”, cuesta 920 euros).
Esa diferenciación, esa sensación, es uno de los argumentos del CUPRA León frente al León de SEAT y juega muy bien sus cartas. Incluso al entrar, una vez sentado en el asiento, tienes una sensación distinta. Y eso se debe a la mayor calidad general y a los detalles propios de CUPRA. El tono cobre que la marca ha tomado como seña de identidad se deja ver en algunos lugares (emblema del volante, marco de los aireadores, costuras…) y los asientos con reposacabezas integrados rematan el ambiente interior. Asientos, por cierto, bastante voluminosos, restando algo de visibilidad hacia delante a los ocupantes de los asientos traseros.
Una de las cosas que más influyen en la imagen del CUPRA León son sus enormes llantas, con 19 pulgadas de diámetro. Son enormes y se ven enormes, incluso da la impresión que la distancia al suelo es mayor respecto al SEAT por culpa de estas llantas. Cada vez que bajaba a por el coche y lo veía, cada vez que sacaba una foto y la revisaba, constantemente me venía esa idea a la cabeza. Busqué el dato en la ficha técnica del CUPRA León y no encontré la distancia libre al suelo, pero la altura es de 1.467 milímetros y la del SEAT León e-Hybrid FR que pudimos probar es de 1.460 milímetros con llantas de 18 pulgadas. Hay siete milímetros de diferencia, un dato que resulta nimio aunque efectivamente, el CUPRA León es más alto y seguramente sea por las llantas. También es evidente que la diferencia es mínima como para ser determinante tanto visualmente como dinámicamente, así que me inclino a pensar que lo masivo del diseño de estas llantas (modelo Maquinado Sport, de serie en el CUPRA León de 300 CV y también en este e-Hybrid) provoca esa sensación.
El bonito color gris de las fotos cuesta 920 euros, pero curiosamente, si lo quieres en un CUPRA León de 300 CV, el precio sube a 956 euros
Tremendamente fácil de llevar rápido
El sello de CUPRA se ganó una buena imagen durante los años que dio nombre a las versiones deportivas de SEAT. Los responsables de SEAT Sport hicieron un trabajo soberbio, hasta el punto de convertir a CUPRA en toda una institución en lugares como Alemania o Reino Unido. Ese equipo sigue vinculado a CUPRA, así que lo normal era esperar un comportamiento de primer nivel. Obviamente, ya había leído pruebas del modelo, no solo trabajo en esto, también soy consumidor. Aún así, el miedo que llevaba era encontrarme con el típico coche que, a pesar de ser muy rápido en cualquier circunstancia, te obliga a ir con el cuchillo entre los dientes para tener muchas sensaciones. Es un mal endémico de muchos coches, están demasiado aislados, viajas en una burbuja ajena a lo que ocurre fuera. En un coche sin aspiraciones deportivas esas cosas se agradecen, hace los viajes más confortables y agradables; pero en un coche que pretende ser deportivo es todo lo contrario.
En el caso del CUPRA León tenemos ambas situaciones, podemos viajar aislados y podemos tener sensaciones. Esto último dentro de lo que se puede hoy día, claro está, pues hay cosas insalvables como el cambio automático y la transición entre marchas. Eché en falta ese tirón cuando se pasa a una relación superior, solo sabes que se cambió de marcha por el sonido y por el tacómetro. Incluso con el modo CUPRA activado. Precisamente, gracias a los modos de conducción se puede tener un coche cómodo y aislado, o bien, uno deportivo y comunicador. Los modos de conducción afectan, como suele ser normal, a la dirección, suspensión, respuesta del acelerador, comportamiento del cambio, sonido del motor… y están los modos más comunes que se pueden encontrar en cualquier automóvil moderno, entre los que destaca el modo CUPRA.
Apunta con el volante hacia donde quieres ir y hacia allí irá el coche, sin titubeos, sin demoras
Con el modo CUPRA activado, el León es un coche comunicativo. Una de las quejas habituales en los coches modernos, sea cual sea la marca y el modelo, es que su dirección no informa nada, en algunos casos es como jugar a la videoconsola. Sin embargo, aunque sigue siendo una dirección asistida eléctrica y filtra algunas reacciones y realiza de filtro para vibraciones y demás, con el modo CUPRA llega algo de “feeling“, no estás aislado por completo de las ruedas. No obstante, esta misma dirección, con el resto de modos activados, ni siquiera vibra. La suspensión es otro apartado que se ve afectado bastante según el modo seleccionado. No hace falta decir que Sport y CUPRA son los más deportivos, aunque el último de todos resulta un poco seco cuando el asfalto está roto. Con cualquiera de ellos activado se puede rodar muy, muy rápido, más de lo que ningún usuario normal se atrevería a intentar y además, lo hace con una facilidad que te hace parecer buen piloto.
Es quizá una de las características más destacadas de este CUPRA León e-Hybrid, lo rápido que puedes ir con él sin esfuerzo. Apuntas con el volante y hacia allí va el coche, sin subviraje, sin sobreviraje, pegado al asfalto como una lapa y con la carrocería totalmente controlada. No importa lo que hagas, acabas yendo más y más rápido, hasta que en una de esas, el optimismo te puede, el coche pierde el morro y te das cuenta que vas demasiado rápido. Pero no puedes evitarlo, el CUPRA León te deja arriesgar, te deja levantar el acelerador en pleno apoyo sin malas maneras, te deja frenar muy tarde sin que los frenos parezcan fatigarse y te deja acelerar muy pronto porque el acelerador es super dosificable. Con el modo CUPRA todo es más rápido, desde la respuesta del acelerador hasta las decisiones que toma el cambio cuando lo dejas funcionar en automático, mientras que la carrocería no balancea ni cabecea nada y la sensación de control, incluso cuando el coche derrapa un poco, es total.
Cualquiera de los otros modos te permite ir rápido, pero ninguno te permite sentir lo que se siente con el modo CUPRA y divertirte como lo haces. El modo Sport, si no pruebas el CUPRA, es suficiente para ir por carretera de montaña a todo trapo, pero una vez has probado el modo CUPRA, no volverás a poner el Sport. Para el resto de opciones, pues según el ánimo de ese día o los quehaceres que haya que completar, pero por mi parte, siempre iba puesto el modo ECO. Es el más lógico para un uso diario normal, donde no necesitas las máximas prestaciones pero si el mejor rendimiento en cuanto a consumos. Evidentemente, todo cambia respecto a los modos más deportivos, con una dirección menos sensible, una suspensión menos firme y una respuesta al acelerador menos instantánea.
Como buen híbrido enchufable, los consumos con la batería cargada son de risa. Además, las prestaciones son realmente buenas
Con la batería cargada el consumo es buenísimo; con ella descargada, no tanto
Es evidente que el CUPRA León e-Hybrd corre y corre más que el SEAT León e-Hybrid FR, básicamente porque no es la versión de 150 kW (204 CV), es la “gorda”, la de 180 kW (245 CV). En la gama del CUPRA León hay dos opciones híbridas: la más “pequeña”, que comparte grupo motor con el mencionado León e-hybrid FR y la que CUPRA nos cedió, la más potente con hibridación. Hay más versiones en la gama, una gasolina con los mismos 180 kW (245 CV) que la variante que aparece en las fotos y otra de 300 CV. De todas ellas, el e-Hybrid más potente resulta un coche muy interesante. El grupo motor ya lo conocemos, es el 1.4 TSI con 110 kW (150 CV) y un motor eléctrico con 86 kW (115 CV), unidos al cambio DSG de seis relaciones. La potencia llega al eje delantero tanto por separado como en conjunto, que al final es la mejor forma de conducir este coche.
Cuando arrancas el CUPRA León híbrido y tiene batería suficiente, se activa automáticamente el modo eléctrico puro. A mi personalmente no me gusta, soy yo quien decide como quiere conducir, no el ordenador del coche, aunque esto es cosa de todos los híbridos enchufables. Además, me gusta más usar el coche en modo híbrido, es decir, de forma que los dos motores se combinen para obtener el mejor resultado. De nada me sirve tener más de 50 kilómetros de autonomía eléctrica si luego, una vez agotada la batería, me quedo con un motor de gasolina tirando de todo el conjunto, con el peso extra de la batería incluido. Es cierto que con la batería cargada los consumos son de risa, tanto que apenas llega al litro y medio, pero con ella vacía, los consumos se disparan hasta rondar entre 7 y 8 litros. En el momento que salgas a carretera el hecho de ser híbrido enchufable pierde sus ventajas, las cuales, se explotan especialmente en recorridos urbanos.
Recordar que un coche como este solo tiene sentido si podemos contar con un cargador cuando lo necesitemos, lo que significa que o bien, tenemos uno en el garaje, que podemos tirar cable desde casa sin problemas para enchufarlo a la corriente o en el trabajo podemos dejar el coche cargando. Los postes públicos nunca estarán cerca de casa y hay que dejar el coche allí al menos 2 ó 3 horas para poder tener algo decente en cuanto a autonomía y eso les hace perder atractivo. Si no tenemos un cargador a mano, lo mejor es llevarlo siempre en modo híbrido, con consumos que rondan los 5 litros y esto si es muy interesante. Un coche con 245 CV y casi 1.700 kilos gastando en una conducción normal alrededor de 5 litros me parece una buena cifra. Cuando haga falta cargar, pues nos vamos al centro comercial a comprar y aprovechamos para dejarlo cargando. Hay muchos centros comerciales con cargadores gratis que son la mar de prácticos para estas situaciones.
La batería ofrece casi 60 kilómetros de autonomía eléctrica, al menos sobre el papel
Evidentemente, este CUPRA León da el do de pecho con las baterías a tope y no precisamente por poder recorrer muchos kilómetros sin usar gasolina o por sus bajos consumos, sino por lo que corre. No es el coche más rápido del segmento, pero tiene una forma de ganar velocidad que acaba siendo adictiva. Frenas fuerte, bajas marchas con la leva derecha, apuntas con el volante y aceleras progresivamente mientras el motor pone sobre el asfalto sus 400 Nm de par al tiempo que el asiento empuja tu espalda con ganas. Un cambio manual habría sido el remate perfecto, pero el DSG es un gran cambio y cumple bastante bien con lo que se pide.
Muy bien equipado, pero no es nada barato
Después de una semana con el CUPRA León e-Hybrid puedo estar seguro de haber conducido un gran coche. Es rápido, muy rápido y además, gasta poco y gracias a la etiqueta CERO de la DGT no hay problemas para circular por ningún lado. Tampoco me parece un coche feo aunque sigo sin terminar de “digerir” el tribal y esas llantas tan grandes no me terminan de gustar. Quizá sea por el diseño, con radios muy gruesos (me gustan mucho más las Aero Design Sport). Pero dejando eso de lado, es un gran coche porque sirve para todo, incluso para llevar el niño al colegio y luego escaparte a tu carretera de curvas favorita a desestresarte y disfrutar un poco, aunque su vertiente familiar se ve muy limitada por su maletero, bastante pequeño.
El equipamiento es muy completo, dudo que haya algo que cualquier usuario pueda echar en falta, a no ser que busques cuero Poltrona Frau, en cuyo caso te estarás equivocando de coche. Puedes conectar el teléfono sin problema ninguno, tienes todos los asistentes de confort que puedas imaginar y todos los sistemas de seguridad que puedas desear, no hay nada que reprochar… hasta que miras el precio. Los precios del CUPRA León e-Hybrid arrancan en 40.190 euros sin extras y sin descuentos o promociones. Me parece un coste elevado si tenemos en cuenta algunos detalles, como un habitáculo donde los paneles de las puertas crujen cuando te apoyas en ellos, como ocurre en el SEAT León. El precio casi se ha multiplicado por dos en 20 años, pues el SEAT León CUPRA R 1.8 20vt, fabricado entre 2003 y 2005, costaba algo más de 26.000 euros.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | CUPRA León | |
---|---|---|
MODELO | CUPRA León e-Hybrid | |
MOTOR TÉRMICO | Gasolina, delantero transversal con cuatro cilindros y 1.395 cc, 110 kW (150 CV) y 250 Nm de par | |
MOTOR ELÉCTRICO | Delantero transversal, 85 kW (115 CV) y 330 Nm | |
BATERÍA | Iones de litio colocada en posición central trasera | |
AUTONOMÍA ELÉCTRICA (WLTP) | 59 km | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 180 kW (245 CV) |
Par máximo | 400 Nm | |
TRANSMISIÓN | Tracción delantera. Automática de doble embrague DSG de seis relaciones | |
SUSPENSIÓN | Delantera | Independiente tipo McPherson |
Trasera | Independiente tipo paralelogramo deformable | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.398 x 1.799 x 1.467 |
Batalla | 2.682 milímetros | |
Vías del./tras. | 1.538 mm / 1.508 mm |
|
Peso declarado | 1.671 kg |
|
MALETERO | 270 litros |
|
Neumáticos | 235/35 R19 |
|
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 6,7 s |
Velocidad punta | 225 km/h |
|
Relación peso potencia | 6,57 kg / CV | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 1,4 l/100 km (con batería cargada) |
Consumo medio durante la prueba | 7,5 l/100 km | |
PRECIO | 40.190 € |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS