Škoda y Volkswagen han presentado recientemente a sus respectivos superventas, el Octavia por parte de los de Mladá Boleslav, y el Golf por cortesía de los de Wolfsburgo. Y aunque siempre se desee un buen comienzo, a veces la realidad es más cruda. Las entregas de ambos modelos han sido suspendidas tras encontrar un problema de software en algunas unidades. El primero en caer fue la berlina checa, y poco después el compacto alemán.
Eso no es muy halagüeño, y puede llegar a ser un poco dramático para el Grupo Volkswagen a medida que reabre sus fábricas tras haber superado la cresta del COVID-19. Tanto el Golf como el Octavia derivan de la plataforma MQB Evo, la misma base que también emplean otros coches del consorcio como los también novedosos Audi A3 y SEAT León. Según declaran los informes, el problema compartido debido a su gran similitud interna se notó en los controles rutinarios.
“En el curso de las investigaciones internas, hemos determinado que los vehículos individuales de Golf VIII pueden experimentar una transmisión de datos poco fiable desde el software en la unidad de control o la unidad de conectividad en línea (OCU3). Como resultado, no se puede garantizar la funcionalidad completa del asistente de llamada de emergencia [de cumplimiento obligado en la UE desde 2018]”, dijo una fuente interna de Volkswagen en Alemania a Autocar.
Decir que el Volkswagen Golf y el Škoda Octavia son coches importantes para el conglomerado alemán sería una gran subestimación, son los que han definido a ambas marcas en su lucha por ser nº 1 en ventas
Por otro lado, un portavoz de Škoda comentó a Automobilwoche que la compañía está “tomando las mismas medidas que la marca Volkswagen”; lógico. Audi y SEAT también están investigando si existen problemas de software similares en sus compactos de estreno. Todavía es demasiado pronto para saber cuántos vehículos están afectados, pero desde el grupo están trabajando en una actualización cuya fecha de salida está prevista que llegue en la semana del 15 al 21 de junio.
También se desconoce qué sucederá con los clientes europeos que ya han recibido su coche, puesto que el Golf ya lleva varias semanas en venta. Se cree que Volkswagen hará una llamada a revisión o emitirá actualizaciones online con el objetivo de solucionar el problema. Aquellas unidades que ya han sido construidas (y no han salido de la línea de producción) permanecen en depósitos a la espera de poder instalar la actualización aún en desarrollo.
El software defectuoso ya ha retrasado el lanzamiento del renovado Golf y, según parece, también está afectando al desarrollo del ID.3. Teniendo en cuenta que este lanzamiento era uno de los más importante para Volkswagen –como en su día lo hizo el Golf o el Beetle, decía la marca–, el nuevo fallo técnico tendrá serias repercusiones y, probablemente, creará un cuello de botella en la entrega de su primer eléctrico y una larga lista de espera para algunos modelos.
Tanto en el nuevo Golf como el Octavia (y sus compis de plataforma), la digitalización adoptada es sustancialmente mayor que la vista en los modelos que reemplazan, a pesar de que sean una profunda evolución de estos últimos. Incluso en el nivel de acceso, el Golf ya cuenta con botones sensibles al tacto, un cuadro de instrumentos digital y una pantalla táctil que actúa como sistema de infoentretenimiento. Y por no mencionar todos los sistemas de asistencia y seguridad, que ocuparían un par de párrafos por sí solos.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS