Koenigsegg es un fabricante especial, diferente a todo lo que podamos encontrar en el mundo del automóvil, como también lo es su nuevo modelo el Koenigsegg Gemera. Y eso no es nada fácil, sobre todo cuando está casi todo inventado y muchos están inmunizados contra sorpresas en un mundo donde lo digital y el acceso a internet ininterrumpido allá donde estés y hagas lo que hagas, permite la aparición de bulos, historias de todo tipo y de inventos que desaparecen tan rápido como aparecieron.
Lo que ha conseguido Christian von Koenigsegg no está al alcance de cualquiera. Puso a rodar su primer coche en 1996, solo dos años después de fundar la empresa que lleva su apellido y aunque era un prototipo, allanaba el camino por donde caminaría la marca tiempo después. Poco a poco y tras varios prototipos y vistas a grandes eventos, los primeros Koenigsegg salían hacia sus nuevos hogares. Era el año 2003 y esto no acababa más que empezar.
Sin embargo, Koenigsegg ha sido el fabricante que más veces ha puesto a la intocable Bugatti contra las cuerdas con menos de la mitad de su presupuesto, ha creado motores sin árboles de leva y transmisiones de nueve velocidades y siete embragues. De todas formas, con su última creación, el Koenigsegg Gemera, rizan el rizo.
El primer cuatro plazas de Koenigsegg
Hasta el momento, Koenigsegg contaba en su catálogo con deportivos de altísimos vuelos, pero siempre con dos únicas plazas. El concept Gran Turismo siempre ha sido algo lejano en la firma sueca y no parecía que fueran a interesarse en algo similar a tenor de la “guerra” particular que tenía con Bugatti y con Hennessey Performance en cuanto a brutales motores sobrealimentados. El caso es que tenían preparado para el Salón de Ginebra una sorpresa más que interesante, un Gran Turismo de cuatro plazas al más puro estilo Koenigsegg.
Que cuente con cuatro plazas no es la mayor de sus virtudes, es más una curiosidad interesante por las posibilidades que ofrece. El Koenigsegg Gemera esconde cosas muy llamativas, como por ejemplo unas plazas traseras que cuentan con anclajes Isofix, por si quieres llevar a los niños en tus escapadas de fin de semana, además, gracias a sus tres metros de batalla tienen espacio más que de sobra para ir cómodamente y tener las bebidas a mano, pues cuenta con nada menos que con ocho posavasos (la mitad están refrigerados y la otra mitad calefactados). Se accede a esos asientos traseros mediante dos enormes puertas con la característica apertura de Koenigsegg y que dejan las cuatro plazas a la vista.
El habitáculo del Koenigsegg Gemera, dejando a un lado excéntrica decoración con tapizados en amarillo el espectacular volante de fibra e carbono, no escatima en nada. Hay pantallas por todos los lados; una de gran tamaño y colocada en el centro del salpicadero hace las veces de sistema multimedia, pantalla para el navegador y ofrece los mandos de control para todas las funciones ya que los únicos botones están en el volante. Tras el mencionado volante está la instrumentación que también es una pantalla y a los lados del salpicadero, justo en los pilares A, otras dos pantallas más que proyectan las imágenes que captan las cámaras que sustituyen a los espejos laterales. Pero no acaba aquí todo, porque las plazas traseras cuentan con sus propia y enorme pantalla de 13 pulgadas para el equipo multimedia.
Un motor revolucionario con 1.727 CV
Si hay algo que ha caracterizado a los modelos de Koenigsegg desde siempre, es el motor. Esta pequeño fabricante sueco ha sido capaz de crear auténticas bestias mecánicas con miles de caballos, aunque han sido motores de ocho cilindros con mucho cubicaje y sobrealimentación. En esta ocasión, el corazón de la bestia es super revolucionario y tecnológicamente muy avanzado, algo nunca visto.
Para empezar, se trata de un grupo propulsor híbrido enchufable, con unas baterías de 16,6 kWh de capacidad bruta y 15 kWh de capacidad neta, colocada bajo los asientos delanteros (detrás del eje delantero) y con una autonomía de 50 kilómetros (sí, tendría en España etiqueta CERO…) y admite recargas de hasta 200 kW de potencia. Dicha batería suministra su energía a un total de tres motores eléctricos que asisten a un increíble motor de combustión que tiene tres cilindros y 2.0 litros de cubicaje con una potencia específica realmente alta: 305 CV/litro. La configuración de este grupo motor es muy curioso y totalmente diferente a lo visto hasta ahora, aunque sus prestaciones son espectaculares: 1.727 CV y 3.500 Nm de par.
El motor de combustión interna, de pequeño tamaño, está colocado tras los asientos traseros de forma longitudinal. Incorpora el sistema Freevalve exclusivo de Koenigsegg que prescinde de árboles de levas y en su lugar, unos actuadores neumáticos controlan la distribución, la alzada de las válvulas y el tiempo de apertura de forma totalmente independiente del cigüeñal. Funciona en ciclo Miller, tiene desconexión de cilindros para ahorrar combustible, cárter seco y pesa únicamente 70 kilos.
Cuenta con un sistema de sobrealimentación con dos turbos, cada uno conectado a tres válvulas de escape y con funcionamiento secuencial. Cuando hay poca carga o carga parcial de gas, tan solo uno de los turbos trabaja cerrando una de las dos válvulas de escape de cada cilindros. Cuando se aumenta la carga de gas (se pisa el acelerador más de la mitad), entra en funcionamiento el segundo turbo al actuar las válvulas de escape que hasta el momento se encontraban desactivadas. La línea de escape lo firma Akrapovic.
Respecto a los cuatro motores eléctricos, su forma de funcionar es muy llamativa e interesante. Los cuatro propulsores están situados junto al motor de combustión, es decir, detrás de los asientos traseros pero no todos actúan sobre las ruedas, tan solo lo hacen dos de ellos. Estos motores rinden 508 CV y cada motor mueve una de las ruedas traseras. A la salida del cigüeñal está otro de los motores eléctricos (con 407 CV), que trabaja junto al bloque de combustión y envía su potencia conjunta a través del eje de transmisión, que termina en el diferencial delantero donde unos embragues de control electrónico acoplan y desacoplan los palieres según necesidades. Todas las ruedas cuentan con reparto vectorial de par y las traseras son direccionales.
Prestaciones de avión y consumos de utilitario
Se trata de un conjunto propulsor realmente innovador y avanzado, que además, no tiene caja de cambios. Cuenta con una transmisión única que se apoya en los motores eléctricos para compensar el desarrollo. Según la marca, se aprovecha el par y la fuerza instantánea de estos motores al arrancar desde parado pues no tienen problemas en mover el desarrollo. Uno enorme, por cierto, pues el Koenigsegg Gemera anuncia una velocidad máxima de 400 km/h, es el Gran Turismo más rápido del mundo en estos momentos que, por si fuera poco, completa el sprint desde parado en 1,9 segundos ¡¡con cuatro personas dentro!!
Pero no acaban aquí las sorpresas, ya que la marca promete una autonomía total de 950 kilómetros a “velocidad de autopista” en modo híbrido, que sumados a los 50 kilómetros de autonomía eléctricos suman un total de 1.000 kilómetros antes de tener que parar a repostar (75 litros de gasolina, etanol, E85 o metanol) y a cargar las baterías. Y esto sin olvidar tampoco que el peso en seco homologado por Koenigsegg es de 1.715 kilos, subiendo a 1.850 kilos en orden de marcha.
Solo se van a fabricar 300 unidades de este modelo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Me encanta esta marca y todo lo que hacen. Son unos enamorados de la ingeniería, unos frikis de cuidado (en el buen sentido), pero siguen estando locos por la gasolina, la conducción y, sobre todo, las prestaciones absurdas. Me siento muy identificado con ellos.