Seguramente te habrás preguntado más de una vez cómo se homologa un vehículo en España, al que has realizado reformas de importancia, como cambiar los frenos o el motor. Ya os contamos en otra ocasión que los chicos de Petrolheadgarage estaban poniendo el motor de un Peuget 306 GTi a un Peugeot 205, proyecto al que llaman Peugeot 205 RFS. Pues llega la hora de la homologación del vehículo, así que nos lo cuentan en el vídeo.

Si los habéis seguido, ya sabréis que han cambiado prácticamente todo al coche: motor, suspensión, frenos, dirección, etc. Cualquiera esperaría una serie de pruebas exhaustivas para garantizar que ese vehículo es seguro para circular por las carreteras…pero no. Las pruebas de “laboratorio” son de lo más simples.

Para empezar, los citaron en un descampado, o sea, la vía pública. Primera cuestión: no se sabe si ese coche a homologar cumple unos mínimos de seguridad, así que, ¿no sería más lógico emplear un recinto cerrado como el del INTA o el INSIA? Tras unas mediciones y pesajes, se ve como los ingenieros del laboratorio se llevan el vehículo para probar los frenos. ¿Dónde lo prueban? En la vía pública con vías abiertas al tráfico. Por fortuna, el coche frena bien, acercándose a 1 G de deceleración. Pero, ¿y si no frenase tan bien y se provocara un accidente?

¿Cuanto les ha costado esta prueba de “laboratorio” para homologar el vehículo? Cerca de los 2.000 euros

La siguiente prueba es para medir la fuerza con que ha de girarse el volante, y si cumple con los radios de giro establecidos. El sistema es de lo más casero, sujetando un medidor de par de torsión con bridas. ¿Cómo es posible medir bien el par de torsión si no hay una sujeción completamente rígida?

Tras dos horas y unas pruebas que, como poco, podríamos calificar de muy poco estrictas, los amigos de Petrolheadgarage consiguen la opinión favorable del laboratorio para dar el siguiente paso: ir a la ITV. Si pasan la ITV de manera favorable, entonces ya podrán circular legalmente con su vehículo por las carreteras de nuestro país.

Personalmente desconocía los pasos concretos de estas pruebas de laboratorio, pero después de verlas me queda claro que la legislación sobre homologación de reformas sobre vehículos en nuestro país está más que obsoleta -data de 2010-, y requiere de una revisión en profundidad para que se hagan las cosas con mayor rigor y cierta seguridad. Por ejemplo, ¿alguien ha probado ese vehículo a su velocidad máxima? Es posible que si hay algún ajuste mal hecho pierda alguna pieza fundamental a alta velocidad. Muchos interrogantes y pocas respuestas. Se echan de menos pruebas más exhaustivas, inspección a fondo de soportes, suspensiones, bajos, etc. incluyendo pruebas en circuito, para ver como se comporta el vehículo al límite. Señores políticos, tienen mucho trabajo que hacer al respecto.