Cuando he visto las primeras unidades del nuevo Renault 5 Turbo 3E, inmediatamente me he acordado del Renault 5 Turbo PPG Pace Car –según la fuente, el nombre oficial del coche es Renault-AMC 5 Turbo PPG– que hizo de coche de seguridad en la Indy Car World Series en los años 80. Es evidente que poco tienen que ver ambos coches, y no lo digo porque uno sea eléctrico, sino por puro diseño. Sin embargo, si lo miras desde determinados ángulos, el nuevo R5 Turbo eléctrico tiene un parecido. Quizá sea por la carrocería ensanchada y la elección de los colores que luce la carrocería.

El caso es que, como muchos esperábamos, Renault fabricará una versión de producción de aquel prototipo que nos mostró hace tiempo –septiembre de 2022– aunque, todo sea dicho, la variante de producción resulta más atractiva e incluso “más Renault 5”. Es más, el parecido con el Renault 5 es mucho mayor en este coche que en el Renault 5 E-Tech que tanto éxito parece tener –ya se pueden ver bastantes por las calles–. Es cierto que está muy radicalizado y que, aunque la marca lo defina como una “reinterpretación”, habrá que considerarlo más un homenaje al Culo Gordo original.

La cuestión es que, en Renault se ha propuesto explotar su pasado para potenciar su futuro, recuperaran nombres míticos en forma eléctrico y con un diseño revisado, para intentar expandir su gama de modelos “cero emisiones” de l amejor forma posible. Y parece que funciona, al menos en cuanto al Renault 5 E-Tech, como ya se ha comentado; el Renault Mégane E-Tech no ha tenido tanto éxito, por ejemplo, lo que demuestra que, en el fondo, recuperar modelos míticos les funciona, todo lo contrario que ha pasado con el FIAT 500e, aunque esto es otra historia.

Brutal en todos los sentidos

El nuevo Renault 5 Turbo 3E es, sencillamente, brutal. Pero brutal en todo el amplio sentido de la palabra: su aspecto es amenazante, desproporcionado, potente; la carrocería es muy anta, con mucha musculatura en la zona de los pasos de rueda, en el frontal y en la trasera, donde hay un espectacular difusor más propio de un coche de competición que de un coche de calle.

Pero pasa lo mismo con el frontal, con un paragolpes de dimensiones respetables, dominado por elementos aerodinámicos en forma de entradas y salidas de aire, un alerón, dos focos que imitan unos “cuneteros” formados por LED… Y lo mejor de todo, el conjunto que forman los faros, la pequeña calandra y el capó, que recuerda claramente al “viejo” Renault 5 de forma muy acertada.

Es muy, muy exagerado, con una anchura de 2,08 metros y una altura de 1,38 metros. La longitud es de 4,08 metros y la batalla alcanza los 2,57 metros –tres centímetros más que el Renault 5 E-Tech–. Todo ello gracias, entre otras cosas, a una plataforma desarrollada específicamente, lo que seguramente encarecerá, y mucho, el precio de venta. No obstante, la producción estará limitada a 1.980 unidades y las prestaciones anunciadas son más propias de un superdeportivo, así que un precio muy elevado ya venía implícito.

Más de 500 CV y unos 400 kilómetros de autonomía

No voy a negar que, al menos visualmente, el Renault 5 Turbo 3E me gusta, me resulta muy racing. Sin embargo, en cuanto a su parte mecánica, para ser sincero, me crea mucha dudas. Pero no en cuanto a prestaciones, nada de eso, sino en cuanto a posibilidades de uso. Me da la impresión de que se trata de un coche de exposición, creado para coleccionistas que no lo usarán nunca.

La cuestión radica en las cifras anunciadas para su motor –realmente son motores, dos, en las ruedas traseras– y en las capacidades de su batería. Renault anuncia 540 CV y una autonomía de 400 kilómetros –en la nota de prensa dicen “más de 400 kilómetros“–, que en caso de exprimir a fondo toda su caballería, se quedarán, con suerte, en 250 o 280 kilómetros. Es una autonomía que no daría para cubrir ninguna de mis rutas domingueras, lo que me obligaría a cargar en medio del camino. En principio no debería ser un problema, pues emplea una arquitectura de 800 voltios, lo que, según el boletín que ha publicado la marca, permite cargar a 350 kW. Es una potencia muy, muy alta, que daría para recargar del 15 al 80% en apenas 15 minutos. Suena genial, siempre que encuentres, en plena ruta de montaña, un cargador tan potente.

Evidentemente, será más disfrutable en circuito, donde los 3,5 segundos que emplea para el sprint hasta los 100 km/h y sus 270 km/h de velocidad punta se podrán aprovechar mucho mejor, ¿verdad? Y en esas condiciones, tener apenas 300 kilómetros de autonomía es lo de menos. No han comunicado más datos del apartado motor, tan solo que la batería tiene 70 kWh de capacidad,

Superdeportivo camuflado y una máquina para hacer drifting

Renault nos cuenta que todo el diseño exterior se planteó como el de un superdeportivo, donde la exuberancia es una necesidad, aunque sin alejarse de la búsqueda de agilidad y deportividad, así como un notable parecido con el Renault 5 Turbo 2, una de las fuentes de inspiración como cabría esperar.

Antes hemos hablado de más de 500 CV de potencia, pero eso se queda en nada cuando pasamos a mencionar la cifra de par. No sabemos si al responsable de la nota de prensa se le fue el dedo, pero en el documento aparece la cifra de 4.800 Nm, lo que coloca a este coche por encima de una cabeza tractora con motor turbodiésel de más de 15.000 centímetros cúbicos. No es de extrañar que una de las cosas que se han tenido en cuenta, haya sido la capacidad para driftear. De hecho, incorpora una función llamada “drift assist” y un freno de mano vertical, para que sea más fácil accionarlo en marcha.

El coche pesa 1.450 kilos, así que la relación peso-potencia es bastante buena: 2,7 kg/CV y contará, como cabe esperar, con diferentes gadgets de los que, por ahora, no se han mencionado gran cosa. Renault dice que el nuevo 5 Turbo 3E tendrá un volante con diferentes botones que podrán activar un extra de potencia, podrán gestionar el nivel de retención y recuperación y permitirá acceder a cuatro modos de conducción.

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