¿Y ahora? Una incertidumbre que quedó flotando a principios del 2024, cuando el dilatado final del Audi R8 por fin llegó. A decir verdad, la pregunta, con algo de retórica, perduró desde que la lenta cuenta regresiva hacia el cese de su producción empezó a correr. Un inicio de conteo que podemos situar en el otoño del 2022, cuando los rumores que hablaban de una continuidad inmediata mediante una tercera generación toda eléctrica se desvanecieron una vez que las autoridades transmitieron realismo y desilusión.
Más realismo que desilusión, porque hablar de desilusión cuando se trata de un R8 cero emisiones –y sin su histórico V10– equivale a subjetividad garantizada. Dicho esto, y para ser honesto, la continuidad del superdeportivo que nos ha marcado para siempre en este siglo no podía producir otra cosa que un entusiasmo generalizado, sea cual fuere su nueva fórmula mecánica y a pesar de que todo debe cumplir su ciclo, el suyo, el del R8 tal como siempre nos acompañó, ya no tenía vuelta atrás.
“Incluso si se materializara, dicho vehículo no llegaría hasta 2029 como muy pronto”, habían declarado desde Ingolstadt en aquellos días, aumentando el desconcierto a dos: no solamente se retrasaría la llegada de la nueva generación, sino que ahora no había certezas sobre tal llegada. El Audi R8 se nos fue, entonces, sin la nueva faceta eléctrica ni un sucesor que recogiera su innegable legado. Pero la llama, esa instancia conocida como rumor de la que vive la vorágine automotriz, se ha vuelto a prender.
No solamente se materializaría, sino que no habría que esperar hasta el final de la década para verlo de regreso, porque desde que Autocar se pronunció, todo apunta a que en algo más de dos años la nueva generación se presentará. “Está programado tentativamente para su debut a finales de 2027”, especifica el medio británico. Entonces tenemos fecha a la vista, pero también un tren motriz que parece ser el elegido. Los tiempos han cambiado y ya no veremos los tradicionales motores de ocho y diez cilindros de aspiración natural, pero hay algo que no se rompe y es la hermandad con Sant’Agata Bolognese.

Primero sirviéndose del Lamborghini Gallardo, luego del Lamborghini Huracán para la segunda generación y ahora el Lamborghini Temerario será el modelo que le comparta. Si el relanzamiento del superdeportivo alemán se realizara hoy, estaríamos hablando de una potencia total superior a los 900 caballos, pero, dado que para el 2027 se espera un Temerario actualizado con potencia aumentada, el V8 biturbo de cuatro litros que le espera al R8, combinándose con los tres motores eléctricos que terminan de dar forma a la mecánica de tracción total del supercoche italiano, podría tocar los 1.000 CV o al menos acercarse.
Irremediablemente estaríamos ante el Audi R8 más poderoso y veloz de la historia, convirtiéndose al mismo tiempo en el modelo de producción de Audi más potente y veloz. Con un retoque hacia las cuatro cifras, la aceleración de 0 a 100 se alcanzaría antes de los tres segundos. Entre los 2,5 y los 2,9 segundos, imagino. Esperaría además una velocidad máxima por encima de los 340 km/h o hasta cercana a los 350, si nos guiamos por el incremento de potencia que le espera al tren motriz del Temerario.
Así, el R8 volverá a las calles y a las autopistas alemanas sin límites de velocidad, y lo hará tanto en su faceta cupé como en su opción a cielo abierto, como de costumbre. ¿Lo tendremos también en la Sarthe? El Campeonato Mundial de Resistencia sería causa y consecuencia del retorno. Con el peso de la historia a cuestas, no estaríamos ante un regreso completo si no se considerara su participación en el deporte de motor, su génesis. Le Mans espera.
En definitiva, el nuevo Audi R8 no será cien por ciento eléctrico como se supuso que llegaría cuando todavía nos resistíamos a despedir a la segunda generación, lo que en cierto modo alivia, pero sí será un híbrido con motores en ambos ejes, porque, como dije anteriormente, los tiempos han cambiado, incluso para la propia era eléctrica, eclipsada por el actual dominio de la combustión electrificada.
Mauro Blanco
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