Para los aficionados a la conducción per se, nos bastan con unas pocas cosas para sonreír de oreja a oreja. Por ejemplo, tener un coche de propulsión con una caja de cambios manual y una buena relación potencia-peso. Y si unimos eso a una superficie deslizante para mover la cola con soltura sin ayudas electrónicas que intervengan, yo diría que estaría más feliz que unas castañuelas, como llevar un Volvo P1800 Cyan a la nieve del norte de Europa.
El ingeniero jefe de Cyan Racing, Mattias Evensson, y su equipo, se dirigieron con su última criatura al norte de Suecia, haciendo drifting entre las paredes de nieve a -20 °C. “El Volvo P1800 Cyan es nuestra manera de combinar lo mejor del pasado y del presente, alejándonos de las cifras de potencia, peso y rendimiento de los coches contemporáneos de alto rendimiento. Lo que más me llamó la atención de la expedición fue que es tan fácil de llevar que no es necesario provocarlo para llevarlo donde uno quiere”, dijo Evensson.
Cyan Racing envolvió las llantas de 18 pulgadas con neumáticos con clavos alrededor y lo llevó en camión a Åre, una pequeña ciudad a unos 1.000 kilómetros al norte de la sede de Volvo en Gotemburgo, cerca de la frontera con Noruega. Allí, su equipo tuvo la oportunidad de descubrir cómo se comporta el coupé cuando el termómetro cae por debajo de cero y las condiciones del firme son desfavorables en el mejor de los casos. “Todas las premisas que hemos intentado lograr se magnificaron al conducir sobre nieve y hielo”, destaca.
El objetivo de llevar a las frías tierras del norte de Suecia el Volvo P1800 Cyan era demostrar que el chasis ha recibido una puesta a punto perfecta, imprescindible en una máquina que carece de ayudas a la conducción
Cabe recordar que el Volvo P1800 Cyan es un restomod de 420 CV y 455 Nm, cortesía de un motor turboalimentado de 2 litros (el mismo que emplea el S60 TC1 del WTCC), y marca un peso sobre la báscula de 990 kilogramos. Además, está equipado con una caja de cambios manual y, con orgullo, evita todas las ayudas a la conducción. Es decir, que no encontrarás ni un control de tracción (TCS), ni de estabilidad (ESP), ni un sistema antibloqueo de frenos (ABS), ni un reparto electrónico de frenada (EBD) o siquiera una pareja de airbags.
“Nuestro objetivo ha sido hacer un vehículo con una base sólida que le permita a uno, como conductor, explorar los límites de adherencia y del propio coche en lugar de depender de las ayudas electrónicas de conducción para controlar la potencia y el peso como hacen con la mayoría de los coches de alto rendimiento”, explicó Evensson. “Y todo está relacionado con la respuesta del motor, el equilibrio del chasis y el bajo peso, lo que hace que este coupé sea divertido y gratificante de conducir”. Solo me queda decir que tengo mucha envidia.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS