Probablemente, si “olvido” decirte la cifra de potencia, tengas unas conclusiones precipitadas sobre el resultado para el pobre Miata, pero todo toma sentido cuando te digo que un Miata de 500 CV compite contra un NSX y un Trackhawk. El pequeño Miata debería sentirse pequeño al lado de estas dos bestias, más o menos como David contra Goliat, pero David tiene un rifle francotirador con mira telescópica y balas infinitas.

No importa qué generación elijas, el MX-5 nunca fue diseñado para carreras de aceleración, el Miata es poco potente, muy ligero y muy divertido, pero no está hecho con el objetivo de ser el más rápido cuando el semáforo se ponga en verde. Por todos es sabido que el pequeño ha sufrido grandes modificaciones, como su conversión en el MX Speedster o el Alfa Romeo 158. Pero el bueno de Greg Peters, más conocido por su cuenta de YouTube e Instagram TheCarPassionChannel, que ha construido un Miata para carreras de aceleración.

Greg recientemente enfrentó su Miata NA de 1992 contra un NSX de 650 CV y ​​un Trackhawk en una carrera de aceleración, y lo hizo sorprendentemente bien. Este roadster japonés fue construido para ser un duro rival en línea recta, beneficiándose de un chasis ligero, mejoras en el tren motriz, neumáticos radiales y otro buen puñado de modificaciones. También tiene un BP6D turbo completamente reconstruido de un Miata de segunda generación, que genera 526 CV a las ruedas.

Cabe destacar que el Miata corrió un 1/8 de milla, el hermano más corto y posiblemente menos popular del cuarto de milla. Fue aquí donde el peso ligero, la gran potencia y el impresionante agarre del Miata pasaron a primer plano, parando crono en tan solo 7,25 segundos. El Grand Cherokee Trackhawk de 700 CV, por su parte, consiguió pararlo en 7,61 segundos. Aquí es donde el Trackhawk, grande y pesado, deja su lugar desde la derrota al superdeportivo híbrido modificado con tracción total.

Al enfrentarse al NSX, que estaba modificado para producir alrededor de 650 CV, el Miata también ganó clavando el mismo tiempo que en la ocasión anterior, superando al Acura por casi dos décimas de segundo. Se revela que las modificaciones del NSX son relativamente profundas, lo que le da un rendimiento similar al del NSX Type S. Curiosamente, el Miata apenas superó la barrera de los 160 km/h en ambas carreras, lo cual dice mucho del rendimiento del ligero deportivo en los primeros metros.

Según el propietario, el automóvil puede acelerar de 0 a 100 km/h en tres segundos. Aunque ya es muy rápidoo, los gráficos de la última parte del video muestran que su turbo estaba un par de psi por debajo de su rendimiento máximo, lo que significa que podría haberlo hecho aún mejor. Greg ha prometido que correrá el cuarto de milla con él, será curioso ver cómo gestiona una carrera más larga el pequeño Miata. Está claro que en los primeros metros es imparable, pero al superar cierta velocidad ya solo manda la potencia, ¿podrá el pequeño tetracilíndrico de hace 20 años demostrar a los motores modernos que es mejor?