El mercado de accesorios es un pozo sin fondo. Da igual cuánto hayas visto, siempre habrá alguien te impresione con su creación. Puede resultar algo maravilloso, aunque también algo espeluznante; ¿Os acordáis de los primeros años del nuevo siglo? Afortunadamente, hay buenos coches que, modificados, pueden ser aún mejores. ¿Puede estar en este grupo este Mazda RX-7 “shooting brake”?
Lo cierto es que, investigando por Internet, no hay demasiada información acerca de este coche. Lo único que se puede afirmar con certeza es que es propiedad de usuario de Twitter zunda_no_omochi. Lógicamente, todo está en japonés, y es un idioma que, precisamente, un servidor no domina. Las imágenes no son de demasiada calidad, pues han sido tomadas directamente de la cuenta de la red social, pero es suficiente para poder juzgar.
Te disguste o no, lo cierto es que este Mazda RX-7 es original se mire por donde se mire. Para empezar, luce un kit de carrocería cortesía del preparador local Pandem Rocket Bunny, famoso por sus aletas ensanchadas con remaches a la vista y extravagantes alerones (que este ejemplar no disfruta). También parece que el pequeño motor rotativo 13B no se calentará gracias a las enormes entradas de aire y el capó ranurado.
El Mazda RX-7 de tercera generación (FD) se ofreció de 1992 a 2002, con un motor rotativo turboalimentado que podía entregar de 255 a 280 CV
Además de una anchura de ejes notablemente incrementada, se ha instalado un juego de llantas de aleación con mucha garganta, similares a las diseñadas por BBS desde la década de los 80. Los remaches a la vista y el fondo dorado le dan un toque old school. Pero es en la zaga donde encontramos los mayores cambios, con un nuevo paragolpes, nuevos faros y una luneta posterior que nos recuerda irremediablemente a un shooting brake.
El apéndice es una pieza hecha por el especialista Greddy, y de acuerdo con los foros de RX7Club.com, se vende por alrededor de 1.000 euros en el mercado de segunda mano. No está exactamente claro cuándo Greddy dejó de construirlos, o cuántos se construyeron, aunque apuesto a que el número es bajo. Actualmente no parece haber ninguno en venta, y sólo unas pocas imágenes de la pieza existen en el Internet. Este no ha sido el único RX-7 transformado.
Poco más se puede decir acerca de esta peculiar creación. Si bien convertir un coupé en un familiar lo debería hacer más práctico a nivel de espacio, en este caso se ha hecho con las miras puestas en el rendimiento en pista. No solo es un show car, también compite y, aparentemente, es manejado como un RX-7 tiene que ser conducido. Puedes echar un vistazo a la galería y opinar. ¿Qué te parece?
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS