Si hablamos de deportivos, el Porsche 911 no necesita presentación. A lo largo de todas sus generaciones ha sido —y es— uno de esos automóviles que nos hacen sentir algo especial ya simplemente al tener la oportunidad de mirarlos. Si es posible oír el ronquido de sus seis cilindros, la experiencia gana mucha intensidad, sea la versión que sea. Conducirlos es una de esas experiencias automovilísticas que ocupan un lugar elevado en la lista de deseos de cualquier aficionado.

Cuando la oportunidad para ponerse al volante de un nueveonce surge en el contexto de un circuito, existen algunas versiones concretas que permiten extraer el mayor rendimiento posible y, suponemos, la mayor de las sonrisas —acompañadas de sustos, claro, en función de la experiencia—. La referencia en Zuffenhausen para estos menesteres es el Porsche 911 GT3 RS, que puede ser considerado un verdadero automóvil de competición legalizado para circular por las vías públicas. Son 525 CV de potencia los que se extraen de su motor bóxer de seis cilindros y cuatro litros de cubicaje, que, además, renuncia a la sobrealimentación. Por otro lado, las siglas RS también implican un tratamiento aerodinámico diferente que el GT3 de base, lo que redunda en un comportamiento más fino en circuito, a costa de algunos km/h de velocidad punta.

Con estos ingredientes, el Porsche 911 GT3 RS actual estableció un récord en el anillo norte de Nürburgring hace algunos meses. ¿Acaso alguien puede creer posible sacarle más jugo a este modelo? Pues eso parece, porque, en estos días recientes, Car Spy Media ha tenido la oportunidad de avistar un prototipo de pruebas del Porsche 911 GT3 RS de Manthey. Ataviado con el habitual camuflaje que exhiben en sus etapas iniciales de desarrollo, el gasto en vinilos ha sido considerable, puesto que esta preparación incorpora algunas superficies aerodinámicas que no están presentes en el modelo de base, aun tratándose de la versión que más trabajo incorpora en este sentido de todas las disponibles en el catálogo del Porsche 911 actual (992).

Como ya hiciera con la generación anterior, Manthey prepara el kit aerodinámico para hacer aún más rápido al Porsche 911 GT3 RS de actual generación, especialmente en el anillo norte de Nürburgring

Así, el alerón trasero es de mayores dimensiones —casi parece que alguien equivocó la escala en la mesa de dibujo— y está soportado por dos pilones dobles, cuyas bases descansan sobre la tapa motor. Está unido a la parte trasera del techo en la zona central gracias a una aleta, al estilo de los Porsche 963 de la actual categoría LMDh. No obstante, en el vídeo donde hemos podido observar esta unidad en movimiento, hay momentos en los que la lleva y momentos en los que no, por lo que cabría pensar que este elemento aún no está decidido que vaya a formar parte del paquete aerodinámico del preparador alemán.

Sin apartarnos de su zaga, es obvio, también, el nuevo diseño que adquiere su difusor en esta zona. En el frontal, se aprecian los efectos del tratamiento de Manthey. El splitter gana tamaño en la zona baja del paragolpes delantero, y aparecen varios aletines tipo canard. Todos estos elementos buscarán conseguir que el Porsche 911 GT3 RS con el kit de Manthey vuelva a establecerse como el más rápido de todos los nueveonces en el anillo norte de Nürburgring, como ya sucediera con su propuesta para la generación anterior del modelo.

No se espera, por otro lado, que los componentes de su sistema de propulsión se vean alterados. No será necesario para obtener una clara mejora en su tiempo por vuelta en el infierno verde, como ya ha demostrado Manthey no solo con este modelo en generaciones anteriores —siete segundos de rebaja supuso este kit en el 991—, sino también con el Porsche 718 Cayman GT4 RS —seis segundos menos con el equipamiento de Manthey—. Claro, si es que deben de llamarla downforce por lo que hace con los tiempos.