Cuando algo, lo que sea, tiene un enorme éxito, enseguida aparecen detractores que ofrecen toda clase de argumentos en su contra y visionarios que afirman, en diferentes momentos, el final de dicho éxito. No falla, siempre es así y por supuesto, los SUV no están exentos de este tipo de cosas. Actualmente, los Sport Utlity Vehicles son los líderes de las ventas, los coches más populares del mercado y como cabe esperar, los detractores están por todos los lados. Es cierto que aquí, en espíritu RACER, no somos seguidores de este tipo de vehículos, pero eso no quita que no veamos sus beneficios –porque los tienen– en determinados casos.

No obstante, hay quien tiene más información que nosotros, mucha más, como es el caso de los propios fabricantes, y algunos han empezado a anunciar el fin de los SUV, o al menos, el fin de los SUV tal y como los conocemos. De cumplirse esos augurios, marcas como Ford, que lo han dejado casi todo para centrarse en estos coches, se verán en problemas, pero ya se sabe, del dicho al hecho, hay un trecho y todavía falta por ver si realmente se cumplen los anuncios porque las ventas dicen todo lo contrario y la sensación general que tenemos todos, es que al final, solo tendremos SUV en las tiendas y al igual que nos obligarán a conducir coches eléctricos, también nos obligarán a conducir SUV.

Sin embargo, aunque pueda parecer mentira, el jefe de Citroën, Vincent Cobée, afirma justamente eso, que el fin de los SUV acaba de comenzar. Lo ha dicho en una entrevista para la revista Autoexpress y como argumento expone algunas ideas que tienen mucho sentido, como puede ser la aerodinámica. Los SUV, gracias al trabajo de los ingenieros y a los medios de los que disponen, pueden presumir de una aerodinámica muy buena, pero los resultados están lejos de lo que se puede lograr con cualquier otra carrocería y eso, en plena era de la revolución eléctrica, podría ser un problema. Los coches eléctricos emplean todos los medios al alcance de los fabricantes para lograr grandes autonomías, entre los que está la aerodinámica. Según el señor Cobée, es fácil ver diferencias de entre 60 u 80 kilómetros de autonomía entre un sedán y un SUV, algo que no tardará en provocar que los SUV empiecen a dejar de ser interesantes.

Los actuales SUV eléctricos ofrecen buenas autonomías, pero con baterías de gran tamaño para compensar el aumento del consumo de energía. No obstante, el jefe de Citroën ve pocas posibilidades de que las baterías sean más grandes de lo que ya son, sobre todo en Europa, augurando un problema que no debemos dejar de lado: el aumento del cambio climático podría conllevar un aumento de los impuestos sobre las materias primas. Eso, a su vez, provocará que los fabricantes opten por hacer coches más pequeños y aerodinámicos, que no necesiten baterías muy grandes.

El mundo de los SUV está acabado, aunque los números no me dan la razón. En un coche eléctrico, puedes pagar un precio muy alto si tu aerodinámica no está bien. Hay unos 50 kilómetros de diferencia entre una buena aerodinámica y una mala. Entre un SUV y un sedán, puedes estar hablando fácilmente de 60,70 u 80 kilómetros”, ha comentado Vincent Cobée

Curiosamente, el jefe de Citroën no está solo. Desde Nissan se afirmó algo similar hace tiempo, afirmando que los SUV tenían los días contados y que los sedanes volverían a estar presentes y con fuerza en el mercado. Desde Mercedes también están de acuerdo, al menos, por parte del director de Tecnología de la marca alemana, Markus Schäfer, quien afirmó, básicamente, lo mismo que Cobée: “Para ser eficiente, lo principal es la combinación de la aerodinámica con el tamaño del coche. Sin duda veremos formas distintas en los SUV. Estoy seguro de que cambiarán de forma. En todo coche puedes hacer una serie de optimizaciones que cambian drásticamente la eficiencia y el consumo. Tiene que caer un poco de detrás y puede que la anchura de los ejes no sea la misma”.

Todo esto que se afirma desde algunas marcas, ya lo estamos viendo a día de hoy. Los SUV han cambiado bastante en cuanto a su diseño y formas. Cada día están más cerca de un coche convencional, son más bajos, con formas más suaves, ya no son un todoterreno “light”. Solo hay que echar un vistazo al mercado, con coches como el Mazda CX-30, como el Toyota CH-R, como el CUPRA Formentor, como el BMW X2… y no digamos ya los nuevos modelos de Citroën, los C4, C4 X y C5 X.