El Porsche Panamera supuso un antes y un después en la firma alemana. Su desarrollo fue detallado y minucioso, buscando algo que nunca habían hecho, pero que aún así debían hacer bien. A Porsche, como fabricante de altísimo nivel, no se le perdonan los deslices y con el Panamera todo debía ser perfecto. Y quizá no fuera perfecto, pero el Panamera ha sido un éxito y se ha convertido en un referente entre las berlinas de altas prestaciones. Aunque más que un referente, se ha convertido en el coche a batir.

Han pasado 10 años desde que la primera generación del Panamera piso la carretera y desde entonces, el modelo ha ido recibiendo actualizaciones y mejoras, nuevas versiones y además, ha destacado en otros apartados como el confort y el lujo, que fueron potenciados todavía más con la segunda generación, aparecida en 2016 y responsable, entre otras cosas, del estreno de los grupos propulsores híbridos enchufables.

Ahora esa segunda generación se somete a un restyling que, sin modificar en exceso su exterior, si mejora muchas cosas de su interior. También hay cambios en la gama de motores, desapareciendo el turbo sin hibridar a favor del hibridado y llegando con un récord en el circuito de Nürburgring para los coches de su categoría superando a su antecesor en nada menos que 13 segundos.

Mínimos cambios estéticos y mejoras en equipamiento

El Porsche Panamera es uno de esos coches que fueron acogidos con los brazos abiertos por muchos conductores, mientras otros echaban pestes del modelo. Algo en lo que su diseño tiene algo que ver, pues para unos es un Porsche 911 rechoncho y de perfil poco equilibrado mientras que para otros esa característica, precisamente, suponía lo mejor del coche. Nunca llueve a gusto de todos, pero con el Panamera llovió a gusto de muchos al poner un Porsche al alcance de conductores con familia, que veían en el Cayenne un gasto innecesario o, directamente, no les gustaba el coche.

Y esto es un mero ejemplo, porque no sería la primera vez que alguien compra un Porsche Panamera para ser llevado, como ocurre con otros sedanes de representación, a pesar de ser un coche diseñado y desarrollado para ser conducido o más bien, pilotado. El Porsche Panamera es una berlina tremendamente rápida y eficaz en curva, como ha demostrado en infinidad de ocasiones y eso, podéis estar seguro que no cambiará como tampoco lo ha hecho su imagen.

El restyling no ha traído consigo cambios drásticos, son pequeños detalles que pretenden alargar la vida comercial del modelo sin que se note el paso del tiempo. Así, el paragolpes delantero es nuevo, con nuevas tomas de refrigeración y nuevas luces de día LED. Hay detalles específicos para las versiones más “top” de la gama, como nuevas secciones de color carrocería para los Turbo S, pero nada que destaque en exceso.

Sigue siendo básicamente el mismo coche le mires por donde le mires, aunque visto por detrás, recuerda todavía más al Porsche 911 al adoptar una tira luminosa similar al usada en el “todo atrás” alemán. Los pilos también tienen aires de Taycan, algo lógico cuando se trata del buque insignia tecnológicamente hablando.

Estrena nuevos colores (como el naranja de las fotos), nuevas llantas con 20 y 21 pulgadas, pilotos traseros oscurecidos para las versiones GTS… y también nuevos sistemas de control como un nuevo control por voz, actualización de los sistemas Apple CarPlay y Android Auto

Retoques en suspensión y cuatro motores disponibles

No se debe cambiar lo que funciona, ya lo hemos visto en muchas ocasiones y en todas, ha sido un acierto. Por eso el nuevo Porsche Panamera no cambia en exceso por fuera, aunque eso no impide que si lo haga en todo lo que no se ve. Sobre todo cuando lo que no se ve, hace que el coche sea mejor en todo lo que tenga que ver con la dinámica de conducción.

Los ingenieros de Porsche han tenido que trabajar duro para hacer del Panamera un coche más confortable pero al mismo tiempo más eficaz en curva. Eso ha obligado a modificar la suspensión neumática de tres cámaras, la conocida como “Porsche Active Suspension Management” (PASM) y el sistema de estabilización del balanceo “Porsche Dynamic Chassis Control Sport” (PDCC Sport). También se ha revisado el reparto de par vectorial, al igual que la dirección electromecánica.

El corazón de este coche, el motor, puede ser de cuatro tipos distintos.El primer es el V6 biturbo de 2.9 litros con 330 CV para los Panamera y Panamera 4 en sus dos carrocerías (berlina y Sport Turismo). El siguiente en la lista es el V8 biturbo 4.0 de 480 CV (20 CV más que antes) que dará vida a los Porsche Panamera GTS y que además, tendrán un sonido más personal y potente gracias a una nueva línea de escape.

Las versiones más potentes y deportivas, las más deseadas, empiezan con el V8 biturbo 4.0 en versión de 630 CV y 820 Nm de par, que estará bajo el capó del Porsche Panamera Turbo S, que ahora tiene 80 CV y 50 Nm más que antes. El colofón, el motor más bestia de toda la gama, no es un motor, sino un conjunto, una combinación de dos motores para alcanzar los 680 CV. Se trata del Porsche Panamera 4S E-Hybrid, el híbrido enchufable más potente producido en serie.

Dicho motor cuenta con nuevas baterías con 17,9 kWh (antes eran 14,1 kWh) empleando nuevas celdas optimizadas, que permiten recorrer 54 kilómetros en modo eléctrico, siempre según la regulación del WLTP. Se trata de una ganancia del 30 % respecto al Panamera anterior híbrido anterior.

Las primeras unidades del nuevo Porsche Panamera llegarán el próximo año, pero ya se pueden hacer pedidos a precios que arrancan en 104.349 euros para el Panamera más accesible y de 227.102 euros para el híbrido enchufable.

Galería de fotos