Si le atribuimos al Nissan Qashqai el hecho de haber sido el causante del “efecto SUV”, pasando por encima del Toyota RAV4 que, en teoría, fue el pionero de los “Sport Utility Vehicle” y de básicamente todos los rivales del mercado, hay que atribuirle al Nissan Juke su honorífico puesto como pionero de los SUV urbanos o B-SUV. Un honor que tiene merecido sin discusión, aunque actualmente, no sea el mismo modelo que en su primera generación.

Por aquel entonces, allá por 2010, el pequeño SUV japonés rompió moldes con su diseño, pero también con algunas versiones como el Nissan Juke Nismo de 218 CV o aquel despropósito con motor de Nissan GT-R. Sin embargo, la gama actual se limita a un solo propulsor, un gasolina de 116 CV que si bien, ofrece unas prestaciones suficientes para la gran mayoría de usuarios, deja un poco coja la gama del Juke frente al resto de rivales del mercado.

Una situación que cambia con la puesta en circulación de una nueva versión con grupo motor híbrido, el Nissan Juke Hybrid, que toma prestado del Renault Clio todo el conjunto motriz con 140 CV, haciendo del SUV japonés un modelo más interesante tanto por prestaciones, como por el hecho de contar con la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.

Consumo un 40% inferior en conducción urbana

El grupo motor, por tanto, está formando por un cuatro cilindros gasolina con 1.6 litros que rinde 69 kW (94 CV) y 148 Nm de par, asistido por dos máquinas eléctricas. Uno de ellos, obra de Nissan, es un motor con 36 kW (49 CV) y 205 Nm de par, mientras que el segundo, desarrollado por Renault, hace las veces de generador de alto voltaje de 15 kW. En conjunto, el grupo motor híbrido rinde 140 CV y según la propia Nissan, reduce el consumo en poblado en un 40% y hasta un 20% en recorridos mixtos gracias a una batería de 1,2 kWh (no es un híbrido enchufable, es un híbrido convencional y por tanto, tiene una batería pequeña), que permite, según la marca, que el 80% de los recorridos por ciudad sean en modo eléctrico. También puede alcanzar los 55 km/h en modo eléctrico.

Al igual que el Renault Clio E-Tech, la caja de cambios tiene sus particularidades. Para empezar, emplea embragues de empuje en lugar de anillos de sincronización para las cuatro marchas “de combustión” y las dos relaciones “eléctricas”, y para reducir la fricción no emplea embrague. Cuenta con un algoritmo que gestiona el momento de cambio, la regeneración de la batería y la forma en que se combinan los tres motores.

Como viene siendo normal, el sistema está programado para priorizar, siempre que se pueda, la electricidad reduciendo los consumos y por tanto, las emisiones. Hay un botón con el que se puede “forzar” el modo eléctrico siempre que la carga de batería lo permita, pero como hemos comentado antes, no puede superar los 55 km/h y por tanto, queda restringido para circulación urbana, en garajes o en zonas residenciales a baja velocidad.

Función e-Pedal y modos de conducción

Nissan introduce en el Juke Hybrid la función e-Pedal que tiene el Leaf, con la que se puede llegar a conducir sin tener que pisar el freno, que será necesario siempre para detener el coche por completo. La función es muy sencilla, cuando se levanta el pie del acelerador, se aplica una retención de hasta 0,15G, que detiene al Juke hasta una velocidad de 5 km/h. Nunca se detiene por completo, para lo que será necesario, repetimos, usar el freno convencional.

Tampoco faltan los modos de conducción con opciones ECO, Normal y Sport. El modo de conducción seleccionado afecta a muchos parámetros del coche, como el grado de asistencia de la dirección, el funcionamiento del climatizador, la respuesta del acelerador y cambia el comportamiento de la frenada regenerativa y el estado de la carga de la batería.

Exteriormente apenas hay cambios. Las llantas, por ejemplo, son nuevas y optimizadas aerodinámicamente. Se han añadido logotipos “Hybrid” en las aletas y en el portón y luce una tira de color negro brillante encima de la calandra, uniendo los dos módulos de las luces de circulación diurna.