Todos estamos de acuerdo en que el Ferrari F40 es una de las máquinas que más nos ha hecho soñar del mundo de la automoción. Sus angulosas curvas, su pequeña franja negra recorriendo toda la línea central del vehículo y su característico alerón son inconfundibles. Pero en este caso va más allá, este Ferrari que será subastado por RM Sotheby´s cuenta con un pasado de competición y en su historial cuenta con la ayuda de Michelotto.
Este Ferrari F40 salió de las instalaciones de Maranello a finales de 1989, camino al importador oficial de la marca en Holanda, como uno de los primeros “non-cat, non adjust” (“sin catalizadores, sin ajuste”). Del F40 había dos variantes si hablamos del sistema de escape, una con tres catalizadores, uno en cada escape y la central que pertenecía a la wastegate (válvula de descarga). La otra variante cuenta con un silenciador que unifica las dos salidas de los turbos y la de la wastegate para, posteriormente, volver a dividirse en tres escapes. El coche pasó tres años allí hasta que se reconstruyó para carreras en “Cavallino Tuning” con una suspensión ajustable y un repintado amarillo, pero el motor se mantuvo intacto. No fue hasta 1995 cuando alcanzó su máximo esplendor de cara al mundo de la competición, momento en el cual se modificó en G-Tex en Reino Unido. Para esta modificación se contó con la colaboración del reconocido taller de carreras Michelotto, alcanzando los 700 CV. A simple vista podemos identificar que los turbos IHI de serie dejaron paso a unos más grandes, pero no se especifica nada más de la preparación mecánica.
Este aparato de fabricar sonrisas que nació como coche de calle y acabó siendo un Competizione, ahora vuelve camuflado y matriculado. De civilizarlo y restaurarlo se ha encargado el Grupo Zanasi, en Maranello. Para aquellos a los que no les resulte familiar, el nombre del Grupo Zanasi trabaja desde hace más de 50 años con Ferrari. Es la tienda oficial para todos los requisitos de pintura fuera de lo normal de la marca, los supercars, los hechos a medida, y los automóviles de la serie Icona. Ellos se encargaron de desmontar el coche por completo y repintarlo en este peculiar Grigio Nardo tricapa, color en el que muchos jamás nos habríamos imaginado un F40. Otra peculiaridad de este modelo es que los escudos han sido pintados como en los Ferrari de competición. Al mismo tiempo, el coche fue revisado mecánicamente y ahora cuenta con entre 700 y 1000 CV según la configuración.
Sin ABS ni ayudas de ningún tipo para tener este coche y llevarlo al límite no solo hay que tener una buena cartera
El interior no se ha dejado atrás, pero ha mantenido toda la pureza de la competición que avala a este modelo. Se han instalado unos asientos en color azul eléctrico que contrastan enormemente con el exterior. Sigue contando con toda la equipación de competición, el extintor, las barras antivuelco y el cuadro STACK con el límite de las revoluciones marcado con un adhesivo amarillo. Como curiosidad, la rejilla de cambio típica de Ferrari se mantiene, pero se protege la marcha atrás con una trampilla metálica debido a que el cambio es dogleg, evitando así destrozar esta joya con un error al cambiar de primera a segunda.
La factura ascendió a 123.000 €, nada caro si tenemos en mente las cifras que han alcanzado los últimos Ferrari F40 subastados. Pero no tenemos que detenernos ahí, este F40 cuenta con pedigree de competición y encima es legal circular por la calle con él. Si contase con la cartera adecuada para poder aspirar a él, dudaría entre esta bestia salida de la competición o un F40 de serie al que todavía se le note la fibra bajo la pintura, ¿cuál elegirías?
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS