El gobernador del Estado de California, Gavin Newson, ha ordenado a la Junta de Recursos del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés) la redacción de una nueva ley que prohíba la venta de turismos y otros vehículos de pasajeros de nueva matriculación que no sean de emisiones cero. Esta ley no impedirá que los californianos posean coches que no sean de emisiones cero o que no se puedan vender estos en el mercado de segunda mano.

Según la administración estatal, el sector del transporte representa más de la mitad de las emisiones de carbono de California, el 80 % de las que producen la aparición del smog y el 95 % de las emisiones producidas por quemar gasóleo. California prevé que la medida conllevará un descenso de más del 35 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y una disminución del 80 % del nivel de ciertos gases tóxicos expulsados por los tubos de escape de los vehículos.

Esta iniciativa sigue la estela de propuestas similares principalmente en Europa

Entre los aspectos adicionales que incluye la orden ejecutiva está el objetivo de conseguir un 100 % de vehículos todoterreno/SUV de cero emisiones en 2035 o la intención de ampliar la prohibición a vehículos de tamaño medio y pesado para el año 2045.

También se pretende ampliar en gran medida la infraestructura disponible para la carga de los vehículos eléctricos para poder soportar el esperado incremento en el número de éstos. El CARB, además, debe presentar informes y recomendaciones en julio del 2021 sobre temas como, por ejemplo, formas de incentivar el mercado de los vehículos eléctricos o el cierre de los pozos petrolíferos.

Esta decisión cobra especial importancia al tratarse de California, el mercado automovilístico más importante en Estados Unidos. Concentra un 11 % de las ventas totales de vehículos nuevos del país. Además, cuenta con la legislación más estricta en cuanto a la venta de vehículos nuevos de toda Norteamérica. Esto se debe, en gran medida, a las normativas sobre las emisiones de los vehículos publicadas por el mismo CARB en los últimos años, tratando de mejorar la calidad del aire del estado más contaminado de todo el país.

No sorprende entonces que California haya concentrado casi el 50 % de las adquisiciones totales en Estados Unidos de nuevos vehículos eléctricos entre 2010 y 2017, según un estudio del International Council on Clean Transportation (ICCT). El gobernador afirmó que hay aproximadamente 726.000 vehículos eléctricos en las carreteras de California. Sin embargo, no es la primera vez que se propone una ley tan restrictiva en el estado californiano.

Esta historia nos suena…

Ya en el año 1990, el CARB creó un programa para obligar a los grandes fabricantes de automóviles a que tuvieran a la venta un porcentaje mínimo de modelos de cero emisiones. Estaba planeado que fuera del 2 % de los modelos a la venta en el año 1998, un 5 % en el 2001 y un 10 % en el 2003. No obstante, esta obligación nunca llegaría a entrar en vigor y sería completamente eliminada a principios del siglo XXI.

La enorme presión ejercida sobre el CARB y el gobierno californiano por parte de las compañías petroleras, los fabricantes de automóviles, e incluso el gobierno federal terminaría por enterrar esta ley y, con ella, a todos los coches eléctricos nacidos bajo su amparo, siendo el más famoso de ellos el de General Motors, el EV1. Todo esto se ve reflejado en el documental de Chris Payne “Who Killed The Electric Car?” (1996), en español “¿Quién mató al coche eléctrico?”, donde explica cómo se terminó con este proyecto a pesar de los signos de viabilidad que mostraba.

California impulsó brevemente un efímero despertar de la electromovilidad en los 90 con el Zero Emission Vehicle Mandate

Ahora parece difícil que esto pueda volver a ocurrir, a pesar de que ya han salido las primeras voces discordantes con el anuncio del gobernador Newson. Devon Mathis, miembro de la Asamblea Estatal de California, mostró su preocupación por aquellos residentes de zonas rurales donde no existen apenas puntos de recarga de coches eléctricos. Brian Maas, presidente de la California New Car Dealers Association, afirmó que se estaba actuando demasiado rápido y que es necesario esperar a tener mejores infraestructuras y mayor número de ventas de vehículos eléctricos.

Ford Th!nk (carente de insignias de Ford)

En otras regiones del mundo ya existen planes similares para reducir la emisión de gases de efecto invernadero por parte de los automóviles. Francia fue el primer país en establecer por ley una fecha para el final de la venta de coches propulsados por combustibles fósiles: 2040.

Reino Unido se sumó poco después, y en febrero de este año anunció que la medida se adelantaba a 2035 e incluiría a los vehículos híbridos. España también propuso esta prohibición para el año 2040, aunque finalmente no ha sido incluida de forma textual en una ley hasta el momento, quedándose en un objetivo a alcanzar.

La Unión Europea, por su parte, ha propuesto limitar las emisiones de los vehículos nuevos a 47,5 g/km en el año 2030, casi un tercio de la media de emisiones de los vehículos nuevos vendidos en 2019. También ha establecido que en 2030 un 35 % de los automóviles vendidos deben ser eléctricos o híbridos. Sin embargo, se ha negado a incorporar en su normativa la prohibición total de la venta de vehículos de combustión.

Probablemente no haga falta, el consumidor puede ir dando la espalda a los motores de combustión interna y, por ende, que los fabricantes dejen de ofrecerlos, hasta que su oferta comercial sea residual.