Dentro de las muchas memorables cosas por las que Bugatti tiene la reputación que tiene, una de las más positivas, sin duda, es por su compromiso de crear cada modelo intentando buscar la perfección absoluta. Porque es la calidad de la construcción de estos coches lo que ha constatado a Bugatti como el mejor fabricante de hiperdeportivos del mundo. Mantener esa calidad implica mucho esfuerzo, dedicación y especialistas como un metrólogo.
Si bien este envidiable prestigio tiene mucho que ver con el rendimiento y el precio de toda su gama, es la gran atención a los detalles que se ve en vehículos como el Centodieci lo que te deja boquiabierto. Así, esta obsesión por fabricar el mejor hiperdeportivo se remonta a la metrología, que, por si no lo sabes, es la ciencia de las medidas. Y el metrólogo de la marca, Grégoire Haller-Meyer, es el encargado de asegurarse de que cada uno de los componentes encajen perfectamente en el coche, analizando y midiendo todo de antemano.
“Todos los componentes deben ser técnica y ópticamente perfectos en todos los aspectos. Pero, sobre todo, la apariencia general de un Bugatti ha de ser perfecta armonía. El exterior y el interior de cada creación deben poseer un equilibrio perfecto entre estética, comodidad y calidad”, explica Haller-Meyer, quien también investiga componentes que no cumplen con la tolerancia técnica y estética exigida por Bugatti. “Por solo un milímetro se podrían generar ruidos indeseables a las altas velocidades que alcanzan nuestros hiperdeportivos”.
Bugatti señala que aplica el mismo nivel de detalle y escrutinio a todos sus modelos, ya sea un Chiron “estándar” o una edición especial como el Centodieci o el La Voiture Noire
En su trabajo, el experto en mediciones de la marca utiliza herramientas manuales clásicas y escáneres 3D de última generación con una precisión de hasta 0,005 milímetros. Con ayuda del último y más complejo software asociado proveniente de la industria aeroespacial –eso dice Bugatti– se generan datos precisos para el análisis de la calidad, el grado, las tolerancias y las dimensiones de los componentes. Si Grégoire descubre que un componente no está en las medidas definidas por Bugatti, es su trabajo averiguar la raíz del problema.
Cuando lo haya hecho, debe discutir sus hallazgos con los ingenieros y artesanos de Bugatti para reemplazar un componente o adaptar uno existente. “Sin embargo, la medición de los diversos componentes y tolerancias es solo una parte de mi trabajo”, señala Haller-Meyer. “Otra parte se refiere al análisis de datos para garantizar y mejorar continuamente nuestros estándares de calidad para asegurar el acabado de los hiperdeportivos que creamos”. Este nivel de meticulosa artesanía hace que cada ejemplar esté muy cerca de la perfección.
Porque, aunque haya dos modelos con el mismo nombre, no hay dos coches Bugatti iguales. El fundador de la compañía francesa, Ettore Bugatti, estaba obsesionado con la excelencia, y esa ética todavía se puede ver en modelos nuevos como el W16 Mistral, el último vehículo en usar el legendario motor W16. Por eso, si alguna vez te has preguntado por qué Bugatti tarda tanto en entregar un coche, esto explica –en parte– el arduo proceso de crear uno de los mejores hiperdeportivos que el dinero pueda llegar a comprar (y mantener).
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS