Las llamadas a revisión no son nada del otro mundo, incluso Porsche, famosa por la calidad y fiabilidad de sus coches, se ha visto afectada por ellas en alguna ocasión. Pero que una firma como Bugatti, que cobra millones de euros por sus coches, se vea afectada por una llamada a revisión, demuestra que un precio de venta muy elevado no asegura calidad o fiabilidad.

Según parece, la NHTSA, la Administración Nacional de Seguridad y Tráfico estadounidense, ha comunicado que un total de 73 unidades de las tres series del Chiron, es decir, el Bugatti Chiron, el Bugatti Chiron Sport y el Bugatti Divo, presentan problemas con el control de estabilidad. Cuando se cambia el modo de conducción, el control de estabilidad no regresa a su funcionamiento por defecto cuando corresponde, lo que aumenta el riesgo de accidente y deja de cumplir con la normativa de seguridad estadounidense.

Bugatti procederá a informar a los propietarios para que lleven el coche al servicio técnico de la marca, para proceder a la instalación de un nuevo software que elimine este problema, operación que se hará sin cargo, por supuesto. Concretamente, será en unidades del Chiron fabricadas entre 2017 y 2020, unidades del Chiron Sport fabricadas entre 2018 y 2020 y las unidades del Divo fabricadas en 2020.

Pero no queda aquí todo, pues los mismos Bugatti Chiron y Bugatti Divo se ven afectados por otro problema. La NHTSA ha detectado un defecto en el palier izquierdo que puede provocar una rotura. La pieza proviene de CP Tech GmbH, con sede en Büren y al igual que en el caso del control de estabilidad electrónico, se verá reemplazado de forma gratuita.

Los fallos detectados son en modelos americanos, no se conoce si habrá alguna unidad europea afectada.

El Bugatti Chiron es el sucesor del Bugatti Veyron, un automóvil que rompió todos los moldes cuando fue lanzado al mercado. El Chiron sorprendió bastante menos, aunque no por ello deja de ser espectacularmente rápido. Además, con el Chiron, Bugatti ha lanzado toda una serie de versiones que nunca tuvo el Veyron, sin contar con el aumento del precio y la rentabilidad que se está obteniendo con el coche.

Una llamada a revisión puede afear la imagen que se tiene de Bugatti, aunque en más de 15 años no se han conocido otros problemas que requieran una llamada a fábrica. Es cierto que se trata de un modelo que por lo general, acaba en colecciones privadas y recorre muy pocos kilómetros al año, así que las averías de este tipo tardan mucho más en aparecer, si es que lo hacen.