Rolls–Royce es una compañía extremadamente famosa, llevar el “Espíritu del Éxtasis” sobre el capó siempre ha sido sinónimo de lujo y ostentación, y la compañía británica de toda la vida ha gozado de cierto estatus de lujo, que ha hecho de ella una marca legendaria usada por monarcas y jefes de estado. Estos deberían de ser suficientes motivos para hacer del fabricante de coches de lujo una compañía única e inconfundible.
El 11 de junio Rolls-Royce (la de coches) emitió un comunicado de prensa para desligarse de Rolls-Royce PLC, empresa famosa en el negocio de la aeronáutica y comúnmente asociada con el fabricante de coches. Rolls-Royce Motor Cars se muestra molesta con la continua confusión de los medios de información y prensa, y con la información errónea sobre su conexión supuesta o implícita con Rolls-Royce PLC. Pongámosle solución.
Así, ha rogado a los medios de comunicación que no asocien los símbolos distintivos de Rolls-Royce Motor Cars, como el logotipo de la doble “R”, el adorno del “Espíritu del Éxtasis” (la Flying Lady), o la icónica parrilla Rolls-Royce en forma de panteón a Rolls-Royce PLC, empresa del sector aeroespacial, marino o de grandes motorizaciones, siendo estos símbolos únicos y parte de la historia de la empresa automotriz. Consideran la asociación de estos símbolos con Rolls Royce PLC una confusión innecesaria.
Recientemente, el 5 de junio, Rolls-Royce PLC emitió un comunicado de prensa anunciando que en 2030 será una compañía de emisiones netas de carbono cero (que compensará todo el CO2 emitido de una forma o de otra) para así contribuir al objeto de Naciones Unidas de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC por encima de lo normal (ya que 2 ºC más se consideran catastróficos). Y más de un “juntaletras” habrá mirado la Wikipedia demasiado rápido, estimulando dicha confusión.
Rolls-Royce Motor Cars es una subsidiaria de propiedad total del grupo BMW. La marca con sede en Goodwood es el principal fabricante de automóviles de lujo en el mundo y sus vehículos aún se siguen haciendo a mano. La historia de Rolls-Royce está escrita en varios capítulos, en primer lugar la empresa fue fundada en 1904 bajo la asociación de Charles Rolls y de Henry Royce, y en buena parte sustentada en la buena fama que Royce cosechó con su negocio de grúas.
Un importante apunte es que durante este periodo, y gracias a la explosión de la Primera Guerra Mundial, la empresa se dedicó al negocio aeronáutico suministrando motores bajo licencia Renault y posteriormente, pasada la SGM, motores propios y usando tecnología de turbinas a reacción.
Esta empresa cae en bancarrota en 1971 y es nacionalizada para trabajar bajo administración pública. En 1973 la empresa se separa en varias ramas, siendo una de ellas Rolls-Royce Motors, una compañía dedicada en exclusiva a la fabricación de automóviles. En 1980 la empresa principal fue comprada al 90 % por Vickers, empresa dedicada al sector militar.
En 1998 Vickers decide poner la marca en venta, Volkswagen hizo una oferta mayor que el grupo BMW, pero Rolls-Royce PLC (la empresa aeronáutica) decidió vender todos los derechos a BMW, que ya suministraba motores y componentes a la compañía británica. Sin embargo, Volkswagen ya había comprado los símbolos distintivos de Rolls-Royce ya citados, a excepción del logotipo de la doble “R”, que fue comprado por BMW por 40 millones de libras.
La solución para este desaguisado fue un acuerdo entre BMW y Volkswagen en 1998, según el cual BMW suministraría motores a Volkswagen y permitirían la fabricación Rolls-Royce, para ser una marca independiente del grupo BMW a partir del año 2003.
Y así es como llegamos a la empresa que nos ocupa, que nos ha ofrecido lujo sobre ruedas a partir de modelos tan icónicos como los Phantom, Ghost, Wraith, Dawn, o Cullinan, esperándose un nuevo Ghost para finales de este año. Según la subsidiaria del grupo BMW, esta marca tiene clientes en más de 50 países en todo el mundo a los que asiste una red de concesionarios Rolls-Royce. Las ventas totales en 2019 excedieron los 5.000 coches (gracias al Cullinan, mejor resultado de su historia), y más de 2.000 personas trabajan para la marca.
Para hacer distinción entre la empresa aeronáutica y la automotriz, Rolls-Royce Motor Cars ha tenido el detalle de contarnos la historia de Rolls-Royce PLC
Rolls-Royce PLC, cuya sede se encuentra en Londres, es una empresa líder en tecnología industrial con instalaciones de fabricación en todo el mundo, que emplean a unas 52.000 personas. Fundada originalmente en 1906, Rolls-Royce Ltd. fue nacionalizada en 1971, se lanzó como una compañía separada en 1973, Rolls-Royce 1971 Ltd, la cual fue privatizada en 1987, convirtiéndose en Rolls-Royce PLC.
“Rolls-Royce PLC diseña y fabrica motores para aviones y barcos civiles y militares. Su unidad de negocios, con sede en Friedrichshafen, Alemania, diseña y fabrica motores para una variedad de aplicaciones terrestres y marinas, incluida la generación de energía. Rolls-Royce PLC tiene clientes en más de 150 países, que comprenden más de 400 aerolíneas y clientes de arrendamiento, 160 fuerzas armadas, 70 marinas y más de 5.000 clientes de energía en general y nuclear. Durante los últimos 60 años también ha diseñado, suministrado y apoyado la planta de propulsión nuclear que proporciona energía a todos los submarinos nucleares de la Royal Navy del Reino Unido”.
Rolls-Royce incluso nos ha dejado un sencillo esquema al estilo de “El Rincón del Vago”:
- Rolls-Royce Motor Cars, establecida en 2003, subsidiaria del grupo BMW con sede en Múnich, dedicada a la producción de coches de lujo con oficinas centrales en Goodwood, West Sussex.
- Rolls-Royce PLC, establecida en 1987, propiedad de Rolls-Royce Holdings PLC, dedicada a la fabricación de motores y sistemas de potencia para aeronaves civiles y militares, barcos, submarinos y bases terrestres con oficinas en King Place, Londres.
Para simplificar, en espíritu RACER nos referimos siempre a Rolls-Royce [Motor Cars]. Hay más ejemplos en esta industria de empresas que se partieron y que pueden inducir a confusión, como Volvo Cars y Volvo Trucks, Renault y Renault Trucks, o Saab AB y la extinta Saab que conocemos.
Marco Buzón
Mi trabajo soñado de pequeño era ser chatarrero, conocí antes las marcas de coches que los colores y desde que aprendí a leer con revistas del motor quedé enamorado del mundo de la automoción.COMENTARIOS