Navegando por la inmensidad de Internet, el otro día me crucé con este vídeo que traemos hoy. Se trata de un vehículo completamente eléctrico, diseñado y producido en Colombia, llamado Eolo. Hasta aquí todo bien, porque es fantástico que haya emprendedores que innoven, creando productos interesantes. Continuando con el vídeo, observo que este vehículo posee una característica muy especial: dos inmensas tomas de aire frontales. ¿Para qué sirven?

El vehículo en cuestión apareció en 2015 como prototipo, liderado por una empresa privada llamada Eolo Motors, pero consiguiendo subvenciones públicas debido a que fomenta la movilidad no contaminante. Según los datos de su web, posee una batería de 15 kW.

“Espera un momento, esas unidades son incorrectas: la energía de las baterías se mide en KWh, la potencia de los motores se mide en kW.¿Qué clase de fabricante comete un error técnico así? Esto no pinta bien. En fin, sigamos leyendo las especificaciones”, me dije a mí mismo.

El coche posee un voltaje de sistema de 144 V, y un motor de 88 CV. Las prestaciones no son muy malas, con 130 km/h de velocidad máxima y una autonomía de 110 km, y ahora viene lo curioso, dicen que el 8% de esta autonomía es aportado por la máquina eólica.

“¿Qué? ¿Cómo es posible? ¿Estamos ante la máquina perfecta?“, exclamé ojiplático a la vez que rascaba mi coronilla compulsivamente. Había que averiguar qué clase de magia negra operaba en ese lugar. ¿Tal vez una distorsión del espacio-tiempo en Colombia hacía que las leyes de la física no funcionasen como siempre?

Según el líder del proyecto, Javier Roldán, estas aberturas permiten que durante la marcha, el aire mueva unas turbinas interiores, que se encuentran en el frontal bajo el capó, conectadas a un motor eléctrico que actúa como generador, consiguiendo recargar de nuevo las baterías y según sus datos, aumentar la autonomía un 8%.

“¡Toma ya! Y se queda tan ancho“, me dije a mí mismo. Me froto los ojos en signo de incredulidad ante tal afirmación. “Este tipo es un crack…“, pensé unos segundos después. Veamos por qué esto no es posible ni en Colombia, ni en ninguna parte del planeta.

La segunda ley de la termodinámica tiene multitud de enunciados y de conclusiones, pero el básico que resume todo, es el que dice lo siguiente:

Ningún proceso cíclico es tal que el sistema en el que ocurre y su entorno puedan volver a la vez al mismo estado del que partieron

Básicamente lo que nos dice esta ley, es que cualquier máquina para generar un trabajo, tendrá un consumo de energía debido a los rozamientos internos e ineficiencias propias de la máquina. Vamos, que no existe una máquina física con un rendimiento del 100%. Si queréis ampliar la información, os dejo el enlace a la Segunda Ley de la termodinámica.

Aplicando este principio a este vehículo, vamos a seguir el camino de la energía, para ver como la utilizan. La energía de las baterías mueven un motor que a su vez, mueve el coche. También esa energía se emplea en vencer la resistencia del aire para moverse, y los diversos rozamientos de los componentes mecánicos. Y además, tenemos que emplear más energía en vencer la resistencia de las turbinas que lleva incorporadas bajo el capó. Luego esas turbinas generarán algo menos de energía debido a las ineficiencias y rendimiento de los motores eléctricos, y recargarán de nuevo las baterías. Entonces, como resumen, estamos gastando energía en mover unas turbinas, de las que vamos a recuperar menos energía. Brillante.

Haciendo una pequeña modificación, podría resultar algo interesante. Si empleasen una trampilla en el frontal que tapase esas inmensas entradas de aire, y que solamente se abriesen al pisar el freno, entonces sí podríamos obtener algo de ganancia, aparte de en la mejora aerodinámica, en la recuperación de enegía con el aire moviendo las turbinas, siempre y cuando fuese a velocidades mayores de unos 80 km/h aproximadamente, que es cuando la aerodinámica ya comienza a influir de manera más notable. Por tanto, en ciudad la ganacia debería ser poca, aunque algo se podría notar.

Después del impacto que nos ha causado este vehículo, le dejamos a Eolo Motors y a su director técnico Javier Roldán, algunas ideas para el Eolo Pro, el próximo modelo de la compañía, para el que están buscando inversores. ¿Te animas a invertir? Que no, es broma.

Coche mecánico perpetuo

Coche magnético perpetuo

Coche solar perpetuo