El Volkswagen Vento 1.8 GL era una versión media de este modelo, que no era ni más ni menos que un Golf al que le añadieron un generoso maletero al que se accedía por un portón. En otras palabras, un Golf con carrocería sedán de 4 puertas, con la prestancia añadida de este formato de vehículo. Se fabricó entre 1992 y 1998.
Sus dimensiones exteriores podían inducir al engaño, pues ofrecía la apariencia de un vehículo del segmento superior, algo parecido a lo que le ocurre al Skoda Octavia. En su liga natural batallaba con modelos como el Renault Chamade o el Ford Orion, pero en realidad se codeaba con el Opel Vectra, Peugeot 405 o el Nissan Primera. Ciertamente se encontraba entre dos aguas.
Al mantener la misma batalla que el Golf del que derivaba el espacio interior era idéntico; la ganancia se daba claramente en el maletero. Sus dimensiones eran las siguientes: 4.380 mm de largo, 1.695 de ancho y 1.425 de alto, con una batalla de 2.745 mm y unas vías delantera y trasera de 1.464 y 1.448 mm respectivamente. Su peso en orden de marcha (con el conductor) era de 1.180 kg.
Entrando en detalles, el puesto del conductor contaba con asiento dotado de varias regulaciones, entre ellas la altura e inclinación de la banqueta, al igual que el del acompañante. El respaldo ofrecía un buen apoyo lumbar, y los cinturones de seguridad se podían regular en altura excepto el del asiento trasero central. El volante no estaba a la altura pues no contaba con ningún tipo de regulación, y el salpicadero era idéntico al del Golf, austero pero funcional y de fácil lectura.
El espacio para las piernas en la fila trasera era algo escaso, donde los centímetros extra de la carrocería fueron a parar íntegramente al maletero, con una capacidad que oscilaba entre los 500 y los 885 litros dependiendo de si estaba abatido el respaldo de los asientos traseros o no. Son unos datos realmente interesantes para aquellos que buscaban un sedán de cuatro puertas y maletero de sobra para la familia. Además el respaldo se podía bloquear desde el interior, impidiendo así el acceso al habitáculo si los amigos de lo ajeno conseguían abrir el maletero.
Aunque el VW Vento era un Golf con maletero, su presencia y prestancia le hacía competir -al menos en aspecto- con coches del segmento superior como el Opel Vectra, Peugeot 405 o Nissan Primera. Ciertamente se encontraba entre dos aguas
Esta versión GL contaba como equipamiento de serie dirección asistida, cierre centralizado o retrovisores exteriores y paragolpes pintados del mismo color que la carrocería. Los airbags de conductor y acompañante se podían solicitar como opción, ocupando la guantera principal en el caso del del acompañante. La visibilidad era buena en general salvo en el tres cuartos trasero, debido al gran grosor del pilar C y a la elevada altura del maletero.
Respecto a la mecánica llevaba un motor de cuatro cilindros en línea en posición delantera transversal, con el bloque en fundición de hierro y la culata en aleación ligera. La distribución era a través de un árbol de levas en cabeza y dos válvulas por cilindro, y la alimentación por inyección electrónica Monotronic. Rendía 90 CV a 5.500 RPM de potencia máxima y 145 Nm a 2.500 RPM de par máximo. Más interesante resultaba la versión VR6 Syncro, con un motor V6 de 2,9 litros y 190 CV y tracción total. Si pinchas aquí puedes tener información del Syncro.
La potencia se trasladaba al eje delantero mediante una caja de cambios manual de cinco marchas. Sus desarrollos a 1.000 RPM eran los siguientes: 1ª: 9,5 km/h; 2ª: 16,8 km/h; 3ª: 23,8 km/h; 4ª:31,7 km/h; 5ª:38,4 km/h. Las unidades destinadas a España tenían un desarrollo en quinta más corta que las destinadas al resto de Europa a causa de nuestra accidentada orografía, lo que le confería mejores recuperaciones y promedios más elevados.
El equipo de frenos contaba con discos delanteros de 239 mm de diámetro y tambores traseros. El ABS era opcional. Necesitaba 48,4 metros para detenerse desde 100 km/h, y 65 metros desde 120 km/h. En cuanto al calzado se conformaba con unos neumáticos de medidas 185/60 R14H que vestían a unas llantas de chapa de 6×14 pulgadas.
La suspensión era de esquema independiente en el eje delantero, de tipo McPherson y triángulos inferiores, mientras que en el eje trasero se conformaba con un esquema semiindependiente con eje torsional y brazos tirados. Los muelles, amortiguadores hidráulicos y barras estabilizadoras estaban presentes en ambos ejes.
Su modesta mecánica de 1,8 litros y 90 CV ofrecía unas prestaciones aceptables, superando los 170 km/h de velocidad máxima y un consumo medio de 8,5 l/100 km. Eran suficientes para mover de A a B a toda la familia y su equipaje
Su comportamiento dinámico ganó varios puntos respecto a su predecesor, el VW Jetta. Sus vías aumentaron en 30 mm, ofreciendo un asentamiento muy bueno en el asfalto. De noble comportamiento, respondía perfectamente a las indicaciones del volante y la dirección, con una buena asistencia y siendo bastante comunicativa también.
Sus prestaciones estaban a la altura que se podía esperar de sus 90 CV. Su velocidad máxima alcanzaba los 172 km/h y tardaba 12,5 segundos en llegar a los 100 km/h desde parado. Para recorrer los 1.000 metros desde parado se tomaba sus 32,5 segundos. En cuanto a sus recuperaciones necesitaba 13,9 segundos para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta, y 15,9 segundos para el mismo registro en quinta.
Los consumos resultaban bastante decentitos, conformándose con 9,6 l/100 km por ciudad, 6,4 l/100 km por carretera convencional a 90 km/h de crucero, subiendo hasta los 8,1 l/100 km por vías rápidas tipo autopista/autovía a 120 km/h de crucero. Todo ello nos daba un consumo medio ponderado de 8,5 l/100 km, con una autonomía media de 600 km con su depósito de combustible de 55 litros. Todos estos datos están sacados de una prueba real.
Este Volkswagen Vento era un Golf con un inmenso maletero aunque con el mismo interior, aportando una línea más tradicional y elegante, con unas prestaciones aceptables habida cuenta de su modesta mecánica. Ideal para transportar a la familia con su equipaje sin más pretensiones. En este acabado GL su precio aproximado era de 2.100.000 pesetas, poco menos de 25.000 euros de hoy.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS