A comienzos de siglo parecía que para la marca de Wolfsburgo no era suficiente con que el Passat tuviera en sus tripas motores V6 -ya fueran gasolina o de ciclo diésel-, por lo que decidió apuntar aún más alto y montar en sus entrañas un motor de ocho cilindros. Curiosa ironía cuando hoy en día es rara la berlina de su segmento que equipa un motor de más de cuatro cilindros. El coche del que os hablamos hoy es el Volkswagen Passat W8 en su quinta generación (B5), iniciada su andadura en el mercado allá por noviembre de 2001, habiéndose presentado en Ginebra meses antes.
La problemática empezaba en que en el vano motor de esta berlina del segmento D no cabía un V8 al uso, por lo que la marca, tras estrujarse los sesos, se decidió por una configuración cuanto menos extraña: un motor octocilíndrico en configuración W; esto es, la unión de dos motores de cuatro cilindros en configuración VR o “V estrecha”. Estos dos bloques unidos, estaban enfrentados a 72º, con una separación de 15º entre cilindros en vez de la configuración clásica de 90º de “enfrentamiento” de un ocho cilindros en “uve clásica”.
Las cifras que arrojaba este extraño motor, eran suntuosas para una berlina generalista de su tamaño: 4 litros de cilindrada, culata de 32 válvulas, una potencia de 275 CV a 6.000 vueltas -poco apretado estaba este motor-, con un régimen máximo de 6.500 vueltas y una generosa cifra de par de 370 Nm a 2.750 RPM (cifra a la que entregaba casi 150 CV). Una de las ventajas de esta arquitectura tan extraña -y a parte de su tamaño más compacto con respecto a un V8-, era una masa en vacío total del motor de solo 190 kg.
Sus prestaciones, sin ser malas, no eran para quitar el hipo, sobre todo con caja de cambios automática: alcanzaba 250 km/h de velocidad máxima electrónicamente limitada y un ascenso hasta los 100 km/h en algo menos de 8 segundos -6,5 si nos decantábamos por la caja manual-.
Ya que hablamos de su caja de cambios, decir que teníamos dos para elegir: una manual de seis relaciones de guiado preciso, buen tacto y con unos recorridos del selector bastante equilibrados -ni cortos, ni largos, a los que nos tiene acostumbrados VAG- y una automática, con posibilidad de manejo secuencial -Tiptronic-, de cinco relaciones.
No podía equipar una caja más moderna como la Multitronic del grupo por su elevada cifra de par. Ambas cajas se apoyaban en un sistema de tracción integral con diferencial central Torsen con un reparto permanente del 50:50 -denominada 4motion para el caso de VW, pero similar a la quattro que equipaban los A4 o A6 de Audi, entre otros-.
Como buen coche venido de Alemania, era ante todo discreto, pocos alardeos acerca de su corazón. La forma de diferenciarlo del resto de “Passats” era fijándonos en su insginia “W8” de la tapa del maletero, misma insignia que lucía en la calandra frontal, su cuádruple salida de escape en el parachoques trasero o por las llantas de 17 pulgadas firmadas por BBS que equipaba de serie.
El único acabado disponible era el Highline: faros bixenón, climatizador automático monozona, cargador frontal de seis discos compactos o tapicería de cuero. Otras chucherías que le podíamos añadir eran un volante de madera, teléfono, navegador o techo solar.
Estaba disponible tanto en carrocería familiar como berlina, destacando ambas por la amplitud en todas las cotas de todos los pasajeros gracias a su generosa batalla de más de 2.700 milímetros y su longitud, que por poco superaba los 4.700. Destacaba en estos menesteres el Variant o familiar, con su mayor capacidad y practicidad del maletero, así como una mayor cota de altura para la cabeza de los pasajeros de la fila trasera. Bendita la época en la que un Passat estaba basado en un basado en el A4, pero con un espacio y distancia entre ejes más cercano al A6, y no en un Golf…
Su consumo medio homologado oscilaba entre los 13 y 13,2 litros a los 100 km en ciclo mixto, en función del cambio de marchas y carrocería escogida, arrojando un peso total de entre 1.665 y 1.780 kg en función también de la elección. Una cifra más real era moverse en torno a los 16 litros a poco que pisáramos algo la urbe o sufriéramos algún que otro atasco.
No era un coche con el que alardear de sus prestaciones, que eran decentes, pero como hemos dicho, no era un aspecto en el que destacara. Era un coche carne de cañón de las autopistas sin límite de velocidad alemanas, por las que ir por encima de los 200 desahogado, cómodo, con el ronroneo sublime de un ocho cilindros de fondo y con la seguridad que aportaba su tracción integral.
Tampoco tenía un tacto deportivo; más bien, sacaba pecho como el resto de la gama Passat, por su comodidad de suspensiones y buen filtrado en general de agentes externos, no pecando tampoco de ser torpe en su guiado.
Este hermano pequeño de los W12 y W16 que vendrían después estaba disponible desde 45.740 euros de 2001, encareciéndose la factura final en 3.800 euros más si optábamos por la opción más cara -un Variant con caja Tiptronic-, o casi 72.000 euros del año 2019; una cifra demasiado alta para un Passat, lo que unido a su consumo elevado condicionó sus ventas.
De ahí que se diga que únicamente hay 14 de ellos circulando por nuestras carreteras. Solo he visto uno anunciado en una página de segunda mano con 90.000 Km y 3.500 euros. Si no te importa el consumo, ¡corre, insensato!
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Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)Siempre me llamo la atencion cuando lo veia por mi pueblo de 10000 habitantes, seguramente era de 2ª mano, pero no sabia quien se gastaria el dinero en ese coche, no sabia que habia tan pocas unidades en España!
Si tengo bien entendido, la plataforma del Passat B5 derivaba de la del Audi A4 B5, no de la del Audi A6 C5.
Un saludo.
Hola,
Efectivamente, el Passat B5 utilizaba la plataforma PL45 de Audi que usaba el Audi A4 B5, aunque alargada. Por distancia entre ejes estaba a medio camino entre A4 y A6, y por espacio interior, más cerca de este último. De ahí que afirme en el artículo que estaba basado en el A6, aunque como bien dices no es del todo correcto. Más bien sería “basado en el A4, pero con un espacio y distancia entre ejes más cercano al A6”.
Gracias por tu aporte.
Saludos.
Una de esas rarezas molonas. Por cierto, por absurdo que parezca, la Policía Municipal de Madrid tuvo al menos uno, de hecho creo que aún lo tienen por ahí.
Hola Jose,
Conocía lo del Phaeton W12 “ex Gallardón”, pero del Passat W8 no tenía ni idea. ¡Gracias por tu aporte!
Saludos.
Ojo, y nada de camuflado; con colores, distintivos y luces.