Con este concept car Peugeot creó en 2012 un nuevo sueño como un supercoche del siglo XXI: el Peugeot Onyx. Este objeto de deseo se materializó por manos de apasionados del automovilismo inspirados en el mundo de la competición. Hubo otros supercoches de la marca gala que generaron brillo en los ojos de los niños, y de los no tan niños, como el Proxima, 907, Oxia, Quasar…
Aparte de su espectacular estética, experimentó con materiales nunca usados en un automóvil, como el cobre empleado en bruto, sin ningún tipo de protección. Este metal se utilizó para construir de forma artesanal las puertas y las alas de una carrocería con una radical silueta, pulidas como un espejo. Con el tiempo se recubrió con una pátina, contrastando con el resto de paneles de la carrocería, hechos en carbono, de un color negro grafito, recordando al ónix, de aquí su nombre.
Su vertical parrilla delantera, combinada con unos estilizados faros full LED, separaba el flujo del aire en dos partes: una de ellas penetra en el interior del coche, con el objetivo de alimentar de aire al motor, y la segunda se subdivide en dos recorridos, una a ras de los flancos y la otra a un techo con un doble abombamiento, como homenaje al Peugeot RCZ (al igual que su doble arco de aluminio). La trasera se remata con unos pilotos de tres garras, confirmando la firma lumínica de Peugeot.
Tanto el techo como la superficie acristalada están construidos en PMMA (polimetacrilato de metilo), con una nano-estructura ultra-resistente, proporcionando una protección óptima a sus ocupantes, y resaltando la estructura de carbono de su interior.
El monocasco conforma una célula central construida en 12 bloques de fibra de carbono, integrando los subchasis delantero y trasero, eliminando soportes añadidos, con un peso de solo 100 kg
De esta forma se optimiza la rigidez torsional. La compacidad del coche se demuestra en sus dimensiones y peso: 4,65 metros de largo, 2,20 metros de ancho y 1,13 metros de alto, con un peso de 1.100 kg.
El grupo propulsor, un motor 3.7 V8 HDi FAP con su parte híbrida-eléctrica, y los ejes rodantes, todo ello atornillado al chasis de carbono, son fruto de la experiencia de Peugeot Sport. Entrega 600 CV al eje trasero a través de una caja secuencial de seis marchas. Sus llamativas llantas de 20 pulgadas van revestidas por unos neumáticos de medidas 275/30 delante y 345/30 detrás, fabricadas de manera específica para el Onyx por Michelin. Su cubo de rueda se ancla a la estructura mediante una doble triangulación. Porta una suspensión in-board en ambos ejes.
Durante la fases de frenada, la inteligente tecnología HYbrid4 recupera la energía cinética que se pierde en dichas frenadas. Esta energía se almacena en unas baterías de iones de litio, liberándose de forma adicional en las aceleraciones, añadiendo una potencia suplementaria de 80 CV. La gestión del proceso se realiza de forma autónoma, al igual que la del motor, sin intervención del conductor.
Con una relación peso/potencia menor a 2 kg/CV, el Onyx posee unas prestaciones altísimas con unas alteraciones mínimas de su diseño. Su fondo plano está construido en fibra de carbono, creando un potente efecto suelo. De esta forma apenas necesita aditamientos aerodinámicos, como un alerón trasero móvil que carga el eje trasero en las fases de frenada, y unas mínimas extensiones de la estructura de carbono. La frenada queda asegurada con cuatro discos de carbono de medidas 380 mm delante y 355 mm detrás.
El acceso al habitáculo se realiza a través de unas puertas con una cinemática de dos movimientos. En el primero, la piel exterior de cobre se separa de la contrapuerta, y en el segundo se desplaza lateralmente unos centímetros, antes de pivotar sobre su eje de rotación. Ya en su interior queda evidente el uso únicamente de los materiales imprescindibles para la realización de las piezas y de su montaje. Con ello se consigue un habitáculo cercano a sus ocupantes.
El habitáculo está recubierto en su mayoría en fieltro, cálido y suave, realizado con fibras entrecruzadas de lana hervida, comprimido y estirado
Se modeló en una sola pieza, sin juntas ni costuras, utilizado en la insonorización, el piso, el techo, la consola elevada y los asientos bacquet. Este material mejora es aislamiento acústico y térmico, además de deshumidificar el aire. En las zonas de contacto con el cuerpo se ha insertado espuma debajo de dicho fieltro.
Su pequeño volante también está forrado en fieltro, y se adapta de forma natural a las manos del conductor. Todos los mandos están a mano, en una consola central hecha en carbono y mandos de aluminio. Las levas junto a volante facilitan el uso del cambio de marchas. El salpicadero está fabricado a partir de unos grandes bloques de periódicos usados, comprimidos y esculpidos para dar forma a los elementos del salpicadero, conocido como Newspaper Wood (madera de periódico), dando una ilusión óptica de venas que recorren su superficie.
El salpicadero lleva la instrumentación en una posición elevada, mostrando los datos de velocidad y régimen del motor mediante unas piezas metálicas que aparecen y desaparecen como si se trataran de unas teclas de piano. En unas pantallas digitales se muestra el comportamiento de la mecánica híbrida. En el techo observamos unos interruptores de palanca hechos en aluminio, con el botón de arranque entre ellos. Detrás de este se sitúa una fina pantalla que muestra las imágenes de las cámaras de marcha atrás; una situada en la parte trasera y dos en los retrovisores exteriores.
Un detalle más que exhibe el buen hacer artesanal de esta obra maestra del diseño: el indicador del depósito de combustible, cuyo nivel se lee en la parte superior mediante unas tallas realizadas en el cristal. Si deseamos tener un recuerdo de cualquier viaje que hagamos, una cámara situada entre los reposacabezas puede grabar las escenas más interesantes de un viaje, pudiendo ser visualizadas a través de una tableta instalada en el salpicadero, frente al pasajero, utilizable también para el sistema de infoentretenimiento del coche.
El Onyx es un concept car que aúna lo último en tecnología experimentada y probada por Peugeot, con una gran sensibilidad ecológica en la utilización de los materiales, aglutinando simplicidad, efectividad y eficiencia en todas sus vertientes.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS