Coche del día: Peugeot 308 CC

Coche del día: Peugeot 308 CC

Un descapotable para todo el año con aspiraciones premium


Tiempo de lectura: 6 min.

El 307 fue un coche de lo más controvertido para Peugeot por dos motivos. El primero provenía de su estética debido a un diseño de carrocería que a muchos les pareció tener una clara influencia del mundo del monovolumen por su elevada altura o el capó con una pronunciada caída. La segunda razón de la controversia radicó en los problemas de fiabilidad del multiplexado que la marca había empleado en este modelo. A pesar de todo fue un superventas y sirvió de base para dos carrocerías un tanto originales: el SW con sus asientos individuales y el CC o Coupé Cabrio tras la favorable experiencia del pequeño 206 CC.

El 308 causó también algo de revuelo por temas de diseño, pues aunque conservaba las formas básicas de su predecesor, la zaga no se resolvió con el mismo esmero que el frontal, con una caída del portón que recordaba al también polémico Renault Mégane II. Donde sí aunaron esfuerzos los de Peugeot fue en el interior, con unas calidades y apariencia difíciles de encontrar entre los compactos generalistas. Y de esto se benefició la segunda carrocería descapotable, el 308 CC.

Este segmento, que vivió sus años dulces durante los primeros años de nuestro siglo, causó también tanto seguidores como detractores por su particular diseño, condicionado por algo tan elemental como dar cabida al techo metálico dentro del hueco que servía también de maletero. Para lograrlo se requería de una zaga muy voluminosa que descompensaba las proporciones. Sin entrar en aspectos subjetivos, hubo alguna excepción donde se cuidó más este aspecto como el Volkswagen Eos u Opel Astra TwinTop.

Peugeot 308 CC

Con respecto al 307 CC, en el 308 se suavizaron sus trazos manteniendo el ADN del modelo en detalles como la luneta trasera curvada que no tenían sus rivales, lo cual lograba ocupar un menor espacio al ser más pequeña. Gustos aparte, en alguna de sus vistas se aprecia la desproporción entre el frontal y la zaga, aunque en otras mejoró notablemente. Así, en la vista trasera se le dotó de un aspecto más deportivo al otorgarle una imagen más horizontal por la tapa del maletero más plana que en el 307, el alerón o el spoiler de plástico negro en la parte inferior del paragolpes.

En el frontal apenas había diferencias con respecto al 308 berlina, comenzando a diferenciarse desde el pilar A por un parabrisas delantero más inclinado. Esto provocaba que el marco fuera demasiado intrusivo en el habitáculo, reduciendo en parte las sensaciones al ir descapotados respecto a otros cabrio con una luneta más pequeña y vertical. Una vez acoplados en sus asientos delanteros notábamos entonces cómo el marco quedaba cerca de nuestras cabezas, si bien su cota de anchura era destacable por lo que no había sensación de agobio.

El salpicadero estaba heredado del cinco puertas, lo que se traducía en una disposición de mandos bien ordenada, muchos huecos para dejar objetos y la calidad que mencionaba más arriba. Sin embargo, en el CC se dio un paso más para asignarle un cierto aire premium por la tapicería de cuero opcional que se extendía a la parte superior del salpicadero. Era una opción costosa, pero concedía un aire exclusivo a su interior, y más cuando estaba disponible en varios colores. Otro elemento diferenciador fueron las salidas de aire en el respaldo de los asientos deportivos, un sistema que había introducido Mercedes Benz bajo el nombre AIRSCARF o bufanda de aire.

Ya que hablamos de asientos, tenían formas deportivas con el reposacabezas integrado, pero resultaban algo cortos de banqueta y muy voluminosos, lo cual tenía dos inconvenientes: accionarlos para deslizarlos y dar acceso a las plazas traseras, así como restar espacio para las rodillas de los dos ocupantes que las utilizaran. Dependiendo de la talla del conductor, podría decirse que el 308 CC era un tres plazas, pues una persona de estatura normal apenas tendría cabida detrás del que fuera al volante si éste superaba la media de altura.

Peugeot 308 CC

Para llevar el equipaje todo dependía de dónde se encontrase el techo. Con él desplegado la capacidad era de unos razonables 403 litros con formas muy aprovechables, mientras que con el techo abierto el volumen bajaba hasta los 226 por debajo de la toldilla que debíamos desenrollar para poder descapotarlo. En esta configuración cabían dos maletas de tamaño medio, pero el problema residía en que para poder sacarlas o introducirlas teníamos que volver a cerrar el techo, pues el hueco era bastante pequeño. La maniobra de accionamiento requería unos 20 segundos siempre a coche parado y manteniendo pulsado el botón que se encontraba entre los asientos delanteros. En algunos de sus rivales podía realizarse la operación a distancia o bajas velocidades. Lo bueno es que los cuatro cristales subían o bajaban con ese mismo movimiento, sin necesidad de pulsar otro interruptor, aunque junto al de la capota había uno que accionaba los cuatro.

La moda de los descapotables con techo metálico fue algo efímera, siendo pocos los que contaron con más de una generación, pues ni Opel ni Ford repitieron con los Astra y Focus. De esta forma, la única alternativa al 308 CC fue el Mégane Coupé-Cabrio lanzado en 2010

Dinámicamente el 308 CC estaba condicionado por su elevado peso, si bien su comportamiento había mejorado con respecto al 307 CC. No era un modelo deportivo ni lo pretendía, pero sus sensaciones en carreteras reviradas no eran las que se esperaban de un coche potente como la versión de 200 CV. Este era el mismo bloque 1.6 THP que el 156 CV que comenzó su andadura comercial junto al 2.0 HDi de 140 CV. Más tarde se sustituiría por el HDi de 163 CV, dejando hueco al 1.6 HDI de 112 CV, mientras que la oferta de gasolina se vio relegada al 1.6 VTi de 120 CV que debía lidiar con los kilos para poder moverlo con soltura.

Peugeot quiso posicionar este nuevo CC algo por encima de sus rivales de marcas generalistas como el Renault Mégane Coupé-Cabrio o el Opel Astra TwinTop, acercándolo en precio al Volkswagen Eos. En parte estaba justificado por algunos detalles de equipamiento arriba mencionados, aunque la solución podría haber pasado por distanciarle un poco más del compacto del que derivaba. Con todo, el 308 CC llegó en un momento en el que este tipo de carrocerías estaba ya en decadencia por la crisis, así que de cierta exclusividad podría presumir debido al limitado número de unidades que se vendieron en nuestro país.

COMPARTE
Sobre mí

Ángel Martínez

Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.

2
COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
el más nuevo el más antiguo
Notificar de
Raúl Andreo
Invitado
Raúl Andreo

Esta generación del 308 me pareció y me sigue pareciendo horrible y en cuanto a calidades…. No veo que estuviera por encima del resto de generalistas que he tenido q convivir con uno con multitud de problemas de ajustes

Ángel
Invitado
Ángel

Hablaba de la aparente calidad desde la perspectiva de cuando fue lanzado en 2008, por lo que si con el tiempo algunas unidades han tenido problemas de desajustes ya es otro tema. La prensa alabó entonces un salpicadero con buenos materiales al tacto y apariencia, algo en lo que yo coincido si lo comparamos con otros compactos de la época. En cuanto al diseño, estoy totalmente de acuerdo contigo, si bien a mí el CC sí que me gustó y me sigue gustando.


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.