Este bonito deportivo descapotable, el Nissan Silvia Varietta (S15), fue un gran desconocido por nuestra geografía. Se lanzó al mercado nipón en el año 1999, siendo la séptima generación -y última- de un icono deportivo con un legado propio a sus espaldas. Desafortunadamente, no resultó tan cosmopolita como las seis versiones anteriores de techo rígido, se vendió fundamentalmente en Japón, y algunas unidades en el mercado australiano y en Nueva Zelanda. No hubo generación posterior hasta el día de hoy.
Las pocas unidades que existen en España se importaron directamente desde Japón, por lo que todas unidades llevan el volante a la derecha, no siendo oficiales las pocas conversiones que se hicieron para cambiar el volante a la izquierda.
A pesar de que el interés por los deportivos estaba de capa caída, Nissan quería mantener dicho interés, haciendo versión que pegase fuerte en su mercado local, en un intento de realzar la imagen del modelo. Intentaron entonces recuperar del pasado el espíritu de cielo abierto, apenas visto en la marca japonesa, y menos aún en el Silvia. Inspirados y cautivados por la llegada de cabrios con capota rígida automática (Mercedes-Benz SLK), Nissan quiso hacer lo mismo con su nuevo Silvia.
Nissan pasó el encargo al preparador Autech, que cumplió sin problemas las expectativas del fabricante nipón. El Silvia Varietta, la versión descapotable con techo retráctil del Silvia S15, salió al mercado un año después de la versión convencional, y se enfrentó sin ningún rubor a los “lobos” alemanes.
La exclusividad del modelo se veía reflejado en su precio, pues costaba casi el doble que el Silvia más accesible
Este descapotable de dos puertas se consideraba un 2+2, y sus dimensiones eran 4.450 mm de largo, 1.695 mm de ancho y 1.285 mm de alto, con un peso de 1.200 kg. El Varietta llevaba el mismo motor que la versión normal (S-Spec), el SR20DE, un cuatro cilindros atmosférico y 165 CV de potencia en posición delantera transversal. Cubicaba 1.998 cm3, y los 165 CV los entregaba a 6.400 RPM. Su par motor máximo era de 192 Nm a 4.800 RPM.
El sistema de alimentación era por inyección multipunto, con distribución DOHC (Double OverHead Camshaft), con doble árbol de levas en cabeza, uno para las válvulas de admisión y otro para las de escape. Contaba con cuatro válvulas por cilindro. Alcanzaba una velocidad de 210 km/h. En cuanto a su equipo de frenos, contaba con discos en ambos ejes, ventilados los delanteros.
Pero uno de sus enemigos lo tenía en casa de su vecina Honda, pues unos meses antes se lanzaba a la venta el Honda S2000. El modelo de Honda tenía la capota de lona, y resultaba algo más caro, pero era más interesante, y es que ofrecía casi 100 CV más y una caja manual de seis velocidades, frente a la manual de cinco velocidades -o automática de cuatro- que ofrecía el Silvia Varietta. La tracción era a las ruedas traseras.
Fue una pena que no adoptara el motor R-Spec (SR20DET), con 250 CV, turboalimentado, y algunos ajustes de la electrónica
Tampoco disfrutó de la opción de la caja de cambios manual de seis velocidades, ni del kit deportivo de la versión Aero, con un alerón más grande, parachoques trasero y unos faldones, dándole un aspecto más agresivo.
Con esta relación precio/prestaciones el nivel de ventas resultó muy discreto, pues solo se vendieron algo menos de 800 unidades en el periodo de poco más de un año que estuvo a la venta. La puntilla fue en endurecimiento de las normas anticontaminación japonesas, que no llegó a cumplir, y en el año 2002 desaparecieron ambas versiones del Silvia. El Varietta pasó a engrosar la lista de deportivos de largo linaje con una brillante trayectoria a sus espaldas, como el Honda Prelude, Toyota Celica o el Honda Integra.
Los pocos propietarios que tienen el placer de tener uno, hablan de ellos con mucho orgullo (casi ninguno lo tiene de serie), y tuvo el honor de destacar en el videojuego Gran Turismo, rindiéndole homenaje con su presencia en más de tres títulos de la saga.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS