El Honda Project 2&4 se presentó en el Salón de Frankfurt de 2015. Es un modelo en el que la marca japonesa supo aunar el espíritu deportivo de lo mejor del mundo de las motos y del de los automóviles de competición. Ofrecía el carácter de un Fórmula 1 y una MotoGP, con un aspecto totalmente diferente de lo que estamos acostumbrados.
Nacido como un proyecto que fue ganador del Global Design Project de Honda, se acercaba al concepto puesto en práctica por el KTM X-Bow o el Ariel Atom, por poner dos ejemplos. Su diseño buscó la inspiración en el Honda RA272, un fórmula 1 aparecido allá por 1965. Este proyecto busca la unidad de la compañía y fue realizado por estudiantes de diseño de la propia Honda, con el objetivo de recompensar e inspirar el pensamiento creativo.
El Project 2&4 ganó una especie de concurso a nivel mundial de diseño organizado por Honda entre los 16 estudios de diseño que la marca tiene repartidos por el mundo y en el que participaron 80 diseñadores. Buscaban una gran repercusión mediática y realmente lo consiguieron.
Este híbrido de coche y moto -por llamarlo de alguna forma- reúne lo mejor de los mundos de las dos y las cuatro ruedas. En posición central reposa un motor V4 de cuatro tiempos que mueve a la moto Honda GP con el que compiten Dani Pedrosa o Marc Márquez, con 215 CV a 13.000 RPM.
Son interesantes las palabras de Martin Petersson, un joven diseñador de Honda, en una entrevista concedida al programa Top Gear: “El eslogan de la compañía es ‘The Power of Dreams’. Si no creyera en él no iría a trabajar, ¿no creéis? Pienso que este proyecto tiene potencial. Es un gran reto, pero hemos construido hasta un avión. Eso fue un gran desafío […] pero hay otros muchos productos icónicos de Honda que más o menos empezaron así. No es un coche de ciencia ficción…”
El espíritu de una MotoGP queda claramente reflejado en el propulsor que lo anima, pues es el que da vida a la moto de Gran Premio que utilizaban Dani Pedrosa y Marc Márquez para competir. Es un V4 de cuatro tiempos y un litro de cilindrada (999 cm3), conocido como RC213V, situado en posición central. Con esta disposición se consigue una distribución de pesos excelente y un centro de gravedad muy bajo.
Con un peso de 405 kg y una relación peso/potencia de 1,88 kg/CV nos podemos imaginar sus prestaciones y sensaciones, con una mezcla de superkart y MotoGP
Este bloque genera ni más ni menos que 215 CV a 13.000 RPM y un par máximo de 118 Nm a 10.500 RPM, con una relación peso/potencia de 1,88 kg/CV. Su peso es de 405 kg comprimidos en una carrocería de 3.040 mm de longitud, 1.820 mm de anchura y 995 mm de altura.
La caja de cambios automática DCT es de seis velocidades y doble embrague, optimizada para aguantar estos elevadísimos regímenes para poder aprovechar toda su potencia y todo su par. La potencia se transmite a las ruedas traseras. Si os fijáis, visto desde arriba recuerda a la bandera japonesa.
Su chasis recuerda más a un kart hipervitaminado y con un buen chute de esteroides -al puro estilo de Duke Nukem- que a un Fórmula 1. Este monoplaza sin techo con su puesto de conducción a la izquierda te ofrece un asiento tipo bucket al aire o flotante -que ofrece unas sensaciones muy similares a una moto-, los pedales y el volante. Realmente no necesitas nada más para disfrutar de una conducción pura. Además esta homologado para conducirse por carretera abierta.
En 2017 se especuló con la posibilidad de ofrecer una versión de producción, pues parece ser que hubo filtraciones de la patente del modelo de producción. En estas filtraciones se ve que el modelo gana en practicidad, pues se le añade un segundo asiento y sigue manteniendo el motor en posición central.
También se observa que los asientos, volante y pedales van unidos al chasis de aluminio. Esto permite personalizar la configuración del vehículo a voluntad del propietario, permitiendo incluso cambiar el volante de lado. La protección antivuelco va incluida en el bastidor, pero es una pena que carezca de parachoques u otro tipo de protecciones, dejando a sus ocupantes expuestos a los riesgos inherentes en este tipo de vehículos.
Desde luego tiene que ser una pasada experimentar las sensaciones de conducir una moto GP pero con cuatro ruedas y un volante. ¡Bendita locura! Lástima que, finalmente, se quedase en un emocionante prototipo.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS