Coche del día: Fiat Barchetta 1.8 16v (2003)

Coche del día: Fiat Barchetta 1.8 16v (2003)

Un coupé y cabrio en formato mini con sensaciones maxi


Tiempo de lectura: 6 min.

El restyling del Fiat Barchetta es capaz de transformar a cualquier persona que sienta una mínima pasión por conducir, independientemente de la edad que tenga. Al poco tiempo de tenerlo y conducirlo empieza a crear cierta adición e incluso rejuvenece el espíritu. Tal vez su competidor más directo fuese el Mazda MX-5 (NB). Después de esta concesión poética, entraremos en harina. Fiat encargó a su Centro Stile Fiat en Turin el diseño de una barqueta basada en el Punto (188), del que tomó plataforma y suspensiones.

El resultado final resulta sumamente atractivo desde cualquier ángulo y pocos puntos que criticar. Desde el frontal con los faros carenados estilo Ferrari como la zaga con los grupos ópticos dobles rectangulares con las esquinas redondeadas, o las necesarias “jorobas” en las aletas delanteras, obligadas por el esquema McPherson de su suspensión delantera, el resultado final consigue un perfecto equilibrio entre lo funcional y lo retro. El doble escape cromado resultaba sugerente a la vista y al oído.

Como información general, este biplaza descapotable se fabricó entre 1995 y 2005, con un paréntesis entre 2002 y 2003 por la quiebra del carrocero Maggiora. Resulta cuando menos divertido el significado de su nombre en italiano, “bote pequeño”, pero es que esta lengua es tan musical que hasta los insultos suenan bien.

Fiat Barchetta 1

Se desarrolló entre 1990 y 1994 bajo el nombre de proyecto “Spider 176 Tipo B”. Surgido del lápiz del diseñador Andreas Zapatinas, se inspiró en el Ferrari 166 MM, cambiando de mando en 1993 y pasando a manos de Alessandro Cavaza. El diseño interior fue obra de Peter Davis y Bertolussso José, tomando como base el primer prototipo. El restyling fue realizado por el inolvidable Tom Tjaarda.

El interior de la segunda y última evolución, la fabricada desde 2003, resultaba cómodo e incluso amplio para dos personas, con espacio de sobra tanto para las piernas como para los brazos. La visibilidad del cuadro de instrumentos no es muy buena, pues el volante los tapa parcialmente incluso en su posición más elevada.

Dicho cuadro estaba formado por tres relojes circulares, con el velocímetro en la izquierda, el cuentarrevoluciones en el centro -más pequeño- y el indicador de nivel de combustible, temperatura del refrigerante y demás testigos luminosos en el reloj de la derecha. El toque deportivo lo ofrece el color blanco del fondo.

Fiat Barchetta 2003 2

El maletero resultaba muy pequeño, casi ridículo, del orden de los 180 litros. La capota era de lona y de accionamiento manual, con un repliegue y colocación sencillos y realizable en unos pocos segundos. Si la misma está puesta contábamos con una mínima bandeja detrás de los asientos para poder colocar un par de chaquetas, no más.

En cuanto a sus dimensiones, este biplaza medía 3.915 mm de largo, 1.640 mm de ancho y 1.270 mm de alto, junto a una plataforma con 2.275 mm de batalla, una vía delantera de 1.412 mm y una vía trasera de 1.407 mm. Parecen las dimensiones de un coche de juguete, pero seguro que proporcionaba a su conductor experiencias muy interesantes. Su peso en báscula era de 1.260 kg.

En materia de seguridad ofrecía airbags frontales para conductor y pasajero (dependiendo del mercado), cinturones de seguridad con pretensores y ABS. Como elementos de confort y conducción contaba con dirección asistida, climatizador, cierre centralizado, elevalunas y espejos eléctricos, llantas de aleación, tapicería de cuero (opcional), radiocasete, alarma antirrobo, inmovilizador electrónico, techo de lona…

Fiat Barchetta 2003 3

La seguridad pasiva se tuvo muy en cuenta en su diseño. Se crearon zonas de deformación progresiva en los extremos de una plataforma reforzada que incluía unas barras anti-intrusión en las puertas y un anillo tubular de acero en el marco de la luna delantera. Con todas estas mejoras en la estructura del coche se consiguió alcanzar una rigidez torsional de 50.000 kgm/rad, convirtiéndose en el coche más robusto de su categoría.

El motor llevaba un bloque de cuatro cilindros en línea situados en posición delantera transversal. Su cilindrada total era de 1.747 cm3 y entregaba una potencia máxima de 130 CV a 6.300 RPM, junto a un par máximo de 158 Nm a 4.300 RPM. El bloque estaba fabricado en fundición de hierro, y la culata en aluminio. Respecto a la distribución -variable- contaba con cuatro válvulas por cilindro, dos árboles de levas en la culata y alimentado por inyección indirecta y admisión variable.

Era un motor muy elástico, igual tiraba a 2.000 RPM en cuarta o quinta que se podía estirar hasta el corte de la inyección, allá por las 7.000 RPM. Como buen atmosférico de talante deportivo, era en la parte alta del tacómetro donde salían a relucir los 130 CV, acompañado por un cambio manual de cinco velocidades con unas relaciones perfectas para este tipo de conducción. El embrague era algo duro, pero de respuesta rápida, acompañado por una palanca de recorridos cortos y precisos.

Fiat Barchetta

La dirección contaba con servoasistencia y al mismo tiempo ofrecía una respuesta directa, con un valor de desmultiplicación pequeño, por lo que su respuesta era inmediata al más mínimo toque del volante. El esquema de amortiguación era McPherson delante con muelles y amortiguadores telescópicos, y en el eje trasero portaba brazos tirados, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora. Las llantas de aleación de 17 pulgadas y seis brazos con neumáticos de medidas 215/45 R17 87W eran de serie.

El equipo de frenos era mejor de lo que solía ser en los modelos de la marca. Con discos ventilados en el eje delantero (257 mm de diámetro) y macizos en el trasero (240 mm de diámetro), trabajaban en armonía con el motor, dirección y caja de cambios. El ABS de cuatro canales entraba en funcionamiento en el momento justo y sin brusquedades. Su comportamiento era tan neutro que incluso podíamos inducirlo a menear la zaga para ofrecerse sobrevirador, lo cual lo hacía divertido de conducir.

En cuanto a prestaciones, su velocidad máxima real superaba los 200 km/h por la mínima, necesitando 8,9 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. Los 400 metros desde parado los recorría en 16,3 segundos, recuperando en 10,3 segundos para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta y en 14 segundos para el mismo registro en quinta. Los consumos eran razonables, alrededor de 10 l/100 km en ciudad, 6 l/100 km en carretera convencional a 90 km/h de crucero y 7,8 l/100 km por autovía/autopista a 120 km/h.

Fiat Barchetta 2003 4

Este Fiat Barchetta era y es un pequeño coupé divertidísimo de conducir, con motor suficiente para moverse con soltura, y más que sus prestaciones puras, que no son malas, era su comportamiento deportivo y seguro lo más interesante. Un tracción delantera que se puede comportar como un coche con propulsión.

¿Qué más necesitamos para disfrutar conduciendo? ¿Qué sea descapotable? También. Y es que lo tiene casi todo, por un precio que oscilaba entre los 20.000 y 22.000 euros en 2004, entre 28.000 y 31.000 euros de hoy.

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Sobre mí

Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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Pedro Ivan
Mecánico
Pedro Ivan

Junto al Fiat Coupe estéticamente me fascinaba de crío, hoy en día ha caído el cierto ostracismo, sobretodo porque su gran rival el MX5 se ha convertido en toda una leyenda. con el consiguiente auge de sus cotizaciones.


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