El primer híbrido enchufable de BMW no fue precisamente un coche del montón. Presentado en Frankfurt en 2013 y puesto a la venta en 2014, el BMW i8 Coupé -después vino el i8 Roadster, en 2018- era el tricilíndrico más cachondo del mercado, con 374 CV combinados, una célula de fibra de carbono, 0-100 km/h en 4,4 segundos, punta de 250 km/h, emisiones bajísimas…
… y un precio salvaje, unos 120.000 euros y aparte los impuestos. BMW no quiso nunca vender muchos ejemplares, el cliente del i8 era no solo una persona acaudalada, también un amante de la más alta tecnología. Y como suele suceder con coches de alta tecnología, envejecen rápidamente y su interés decrece. BMW avisó hace meses que se dejaría de fabricar. Se va sin sucesor.
Puede que mientras escribo estas líneas su producción se cancele anticipadamente debido al COVID-19, o que ese anuncio llegue poco después, pero está claro que no le queda mucho. Uno de los síntomas de que las cosas no iban demasiado bien es el indicador de los valores residuales. Los BMW i8 se deprecian a toda velocidad.
Los ejemplares vendidos en 2016 ya están a tiro por más o menos la mitad, o menos. El fenómeno se aprecia en mercados muy dispares, ya es un “coche viejo” que puede ser un posible problema a la hora de mantenerlo… o una ganga para el que busque un coche de altas prestaciones. Y no hay muchos como este. Ni siquiera se ha quedado desfasado estéticamente.
En toda Europa solo se vendieron 1.013 unidades en 2019, una caída del 32 % respecto a 2018. BMW necesita hacer sitio en sus fábricas para producir coches más rentables, véase el i4 sedán (finales de 2021) o el crossover iNext (mediados de 2021), mientras aumenta la producción de híbridos enchufables de corte convencional, no tan para puristas como el i8.
En el futuro será un clásico y, a diferencia de modelos como el M1 o el Z8, no va a dejar de ser ecológico. Es una buena pregunta saber cuándo tocarán fondo sus valores residuales y empezarán a subir los precios. Ojalá lo supiera, pero parece que la fase de “purgatorio” le va a llegar de forma anticipada, después ya irá hacia arriba, que es lo normal en un coche exclusivo, caro en origen y producido en reducido número.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Un fracaso y los demás híbridos enchufadles les pasará lo mismo.
Pienso igual, bajará hasta un precio jugoso y después irá subiendo como la espuma. Sí, y llegará a ser un clásico. Me encanta el i8.