Coche del día: Breckland Beira

Coche del día: Breckland Beira

Lo que podría haber sido el primer automóvil de la marca, los llevó directamente a su cierre


Tiempo de lectura: 5 min.

Breckland Technologies, perteneciente al grupo empresarial Riche Holdings, se fundaba en julio del año 2000 con la intención de fabricar, diseñar y ofrecer servicio de mantenimiento a diferentes empresas del sector de la automoción en el Reino Unido que requirieran alguno de estos aspectos dentro de su actividad.

Entre aquellas empresas destacaría Mosler, de la que ya te hablamos hace unos días, y en especial de su MT 900. Con Mark Stephen Easton como director ejecutivo desde agosto de ese mismo año, la firma con sede en Dereham (Norfolk, Reino Unido) decidía en 2008 lanzarse a crear su propio deportivo, el Breckland Beira.

No olvidemos que en Reino Unido desde tiempos inmemoriales ha existido un amplio abanico de pequeños fabricantes de automóviles, en general de corte deportivo y creados de una manera prácticamente artesanal, utilizando en muchas ocasiones propulsores asociados a grandes marcas e incluso componentes de otros automóviles para darle forma a su silueta. Prueba de ello es por ejemplo el TVR Chimaera y sus pilotos traseros, heredados del Ford Fiesta de la época.

Breckland Beira 3

Pues bien, con este planteamiento Breckland, con Mike Rawlings a la cabeza directiva en aquel momento, y Easton como ingeniero jefe del proyecto, diseña este roadster bautizado como Breira en 2008, empleando la plataforma empleada por GM, denominada Kappa, sobre la que se ensamblaban los Pontiac Solstice y Opel GT del momento.

La sorpresa llegaría a la hora de abrir su capó donde, a diferencia de estos que vendrían propulsados por motores de cuatro y seis cilindros, el Breira albergaría un portentoso V8 a 90º. Más concretamente hablamos del motor tipo LS2 de 6 litros de cubicaje llegado directamente desde los Chevrolet Corvette (C6).

El Breckland Beira se presentaba como el primer automóvil de fabricación propia dentro de la marca británica, empleando para su creación la plataforma ya vista en otros roadster como el Opel GT o el Pontiac Solstice

Montado en el frontal de manera longitudinal, este V8 de 5.970 cc sería capaz de entregar una potencia final de 400 CV tras la revisión y mejora de la gestión electrónica de la ECU, llevados al eje trasero mediante un cambio manual de seis relaciones firmado por Tremec.

Breckland Beira 4

Las prestaciones serían igualmente impactantes, si bien la velocidad máxima estaría autolimitada a 250 km/h, la aceleración de 0 a 100 km/h se establecería en apenas 4,9 segundos, gracias entre otros aspectos a un peso declarado de apenas 1.400 kilogramos. Además, se incluía la posibilidad de poder emplear tanto gasolina convencional como GLP, confiriéndole de este modo hasta autonomías de 700 kilómetros con los 70 litros de combustible que podia albergar su depósito.

Donde trabajaría de manera notable el pequeño constructor británico sería en la parte del bastidor, donde mejorarían tanto suspensiones como frenada, dejando a un lado las especificaciones de otros modelos que también hacían uso de aquella misma plataforma.

El Breira iría equipado con discos ventilados tipo “paelleras” de 325 mm en cada una de sus ruedas y accionados por pinzas de seis pistones, anclados dentro de llantas de 18 pulgadas de doble medida en cuanto a la anchura de estas, y de manera opcional disponiendo de un modelo específico en 19 pulgadas.

Breckland Beira 2

La suspensión fue otro de los aspectos donde se empleó tiempo y dedicación, buscando ante todo efectividad a la hora de exprimir las posibilidades del enorme bloque instalado en su frontal. Por ello la marca recurrió al fabricante KW, que proporcionaría amortiguadores y muelles específicos, así como sendas barras estabilizadoras de gran sección con las que garantizar la rigidez del conjunto en cualquier situación. A ella se unía una dirección asistida de gran precisión, capaz de transmitir cada palmo de la carretera a quien se pusiera a sus mandos.

Una puesta a punto concienzuda en el bastidor y componentes de este Breckland Beira era totalmente necesaria si queríamos poder exprimir todo el potencial de su V8 con 400 CV de potencia

Aquel primer prototipo seria expuesto en el marco del Motorexpo, celebrado en el complejo empresarial Canary Wharf de Londres en los días de julio de aquel 2008. Estéticamente dejaba entrever rasgos de automóviles variados y de diferentes procedencias.

Si bien la parte frontal desprendía un estilo más británico, la trasera con los cuatro pilotos redondos pareciera haber sido ideada por algún diseñador italiano. Por otro lado, se revisaba por completo la parte estructural, sustituyendo algunas zonas fabricada en acero por aleaciones más ligeras y con mayor poder torsional.

Breckland Beira 5

En cuanto a equipamiento o toque final dado en el habitáculo de este roadster biplaza, seguía la linea de trabajo ofrecida por Breckland en el resto del conjunto, buscando que sus futuros propietarios no echaran en falta nada una vez instalados en su interior.

Aire acondicionado, elevalunas eléctricos, tapicería de cuero cosida a mano, equipo de sonido y navegación Clarion o un completo cuadro de instrumentos integrado en un salpicado forrado en Alcantara, serían parte de la dotación estándar. A ello habría que sumar una larga lista de opcionales con los que poder completar cada Breira de una manera única y especial.

Pero la realidad de todo aquello es que en noviembre de aquel mismo año se deberían de empezar a ensamblar las primeras unidades de este Breckland Beira a un precio en torno a las 55.000 libras esterlinas, unos 65.000 euros, algo que no llegó a ocurrir nunca, ya que unos meses más tarde, en el año 2009 la marca cerraba sus puertas por falta de liquidez. En septiembre de 2010 se disolvía finalmente la sociedad, dejando en el tintero el que podía haber sido un buen rival para los Porsche Boxster o Mercedes-Benz SLK de la época.

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Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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