Nissan creaba en 1986 una subsidiaria denominada Autech, que se encargaría de la preparación de versiones sobre los automóviles de la marca japonesa, algo así como Motorsport en BMW o TRD en Toyota. A su vez, un año más tarde, la recién creada Autech firmaba un acuerdo con Zagato para el diseño del que es nuestro protagonista de hoy, el Autech Zagato Stelvio AZ1. Casi nada.
Y decimos lo de casi nada por dos cuestiones. Primeramente, por el extenso nombre con el que se bautizaba a esta creación del carrocero italiano. Por otro, y como ya habría pasado en otras ocasiones, no sabemos muy bien cuáles fueron las musas que le llevaron a Zagato a dar forma al mencionado AZ1.
Que el diseñador transalpino es un genio no cabe ninguna duda, y las pruebas así lo remiten, en forma de Hyena, Alfa Romeo SZ o el reciente y espectacular Iso Rivolta GTZ, entre otros. Lo que también es cierto, o al menos discutible, es el gusto de algunas de sus obras, aunque dicen que hay que tener una sensibilidad especial para apreciarlas.
El Autech Zagato Stelvio AZ1 nacía tras el acuerdo de Nissan con el diseñador italiano, donde los primeros se encargaron del plano técnico y los segundos del estilismo
Sea como fuere, y volviendo al AZ1, del que se fabricaron según fuentes diferentes unas 104 unidades incluidos tres prototipos, fue el acuerdo entre Japón e Italia para crear este controvertido automóvil, del que los italianos se encargaron del diseño interior y exterior y por su parte los ingenieros de Autech afinaron chasis y propulsor.
La base escogida para desempeñar esta preparación fue un modelo de la marca japonesa denominado Nissan Leopard, que ya afrontaba su segunda generación iniciada en ese mismo 1988, y que unido al propulsor V6 Turbo denominado en código interno VG30DET conseguía desarrollar una potencia de 260 CV, aproximadamente.
En este momento es donde entraban los técnicos de Autech, que lograban extraer de aquel propulsor 280 CV de potencia, gracias a diferentes cambios en su mecánica, siendo el más significativo el incorporar un segundo turbo similar al que montarían un año más tarde Nissan en sus 300ZX Twin-Turbo. Todo ello quedaba asociado a un cambio automático de cuatro velocidades y propulsión trasera, siguiendo la misma configuración mecánica de aquel coupé del que partía.
La base usada para la creación del AZ1 era la de un coupé de la marca japonesa con mecanica V6 turbo, previamente revisada por Autech, consiguiendo incrementar la potencia hasta los 280 CV
Decir en este punto que todas las unidades que se fabricaron lo hicieron con esta configuración mecánica, sin opción de cambio manual, y todas ellas con el volante a la derecha, a pesar de que chasis y motor se enviaban a las instalaciones de Zagato en Italia para terminar de ser ensamblados, aunque luego volvían a Japón donde eran comercializados directamente por la marca, indiferentemente de la parte del planeta de dónde fueran sus nuevos propietarios.
Por su parte, Zagato se dedicó a dar forma a una carrocería a su estilo, con su ya característico techo de doble burbuja, una entrada de aire frontal tipo NACA o unas aletas desmesuradas, donde quedaban encastrados los espejos retrovisores a medio capó, justo donde cortaba su ensanchamiento para volver a la medida original de la aleta de serie del Leopard.
A ello hay que sumarle unos tapacubos de discutible gusto con la Z del carrocero en el centro de ellos, para que no se nos olvidara quién había sido el diseño de aquel complicado automóvil. En la zaga destacaban sus entradas de aire laterales por encima de los pilotos traseros, estos últimos de una sola pieza ahumada a lo ancho de la trasera del AZ1.
Con unas medidas algo desproporcionadas sobre todo en su frontal y unos cortes demasiado pronunciados, aquel Zagato AZ1 no gustó en demasía a quienes lo habían encargado diseñar, Autech
Pero la cuestión es que aquel coche no hizo mucha gracia a la directiva de la marca japonesa, y después de algo más de 100 unidades, a un precio fuera de cualquier lógica de 18 millones de yenes, algo así como 145.000 euros, más del doble de lo que costaba un Honda NSX coetáneo y cercano al de otros deportivos de renombre del momento, Autech dio por finalizado el acuerdo con Zagato.
Pero lejos de darse por vencidos, en 1991 volvieron a recurrir al carrocero italiano, pensamos que creyendo que le habría vuelto la inspiración nuevamente como antaño había demostrado. El resultado nuevamente fue poco acertado, por decirlo de una manera suave.
El Gavia era la reedición de aquel Stelvio con un motor aún más potente y una línea que si bien no resultaba tan estrambótica, no transmitía lo que los mandamases de Autech y Nissan demandaban. Así que tras dos años en el mercado, unas pocas unidades fabricadas y un fracaso estrepitoso, la marca japonesa terminó para siempre su relación con Zagato.
El mayor despropósito posiblemente del AZ1 era su precio final de más de 140.000 euros actuales, algo totalmente desproporcionado y que puso de manifiesto lo ilógico del proyecto en casi todos los aspectos
En la actualidad, y como pasa con casi todos los automóviles del carrocero italiano, el AZ1 ha pasado de ser un automóvil de líneas abstractas y encanto cuestionable a pieza de coleccionistas que posiblemente sí que tengan esa sensibilidad para apreciar el arte que hay tras los trazos de aquel deportivo italo-japonés.
De hecho, en estos días se estaba subastando una de las unidades que se fabricaron en 1989, en cuestión la número 56. Apareció alguien enamorado del modelo y con muchas ganas de poseer uno, aunque solo ha tenido que desembolsar 25.000 dólares.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS