Nos situamos a principios de la década de los 70. Una jovencísima Audi, que surgió fruto de la unión de NSU y Auto Union, y que llevaba menos de 10 años formando parte de la todopoderosa Volkswagen, presentaba el prototipo que nos ocupa hoy, el Audi Karmann Asso di Piche o “As de Picas”.
El As de Picas fue obra del estudio de diseño italiano Italdesign Giugiaro y construido y demandado por Karmann, con la idea de motivar a la firma de Ingolstadt para que hicieran un pedido de edición limitada. Tomaba la plataforma y mecánica del Audi 80 (B1), así como sus faros delanteros y pilotos posteriores. Se dio a conocer ante el público en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1973.
Su estilo seguía el tan en boga wedge design o diseño en cuña, inaugurado por el Alfa Romeo 33 Carabo del que os hablábamos la semana pasada. Obra de distinto autor, este se basaba en conceptos suyos anteriores como el Alfa Romeo Caimano de 1971 o el Maserati Boomerang de 1972; aunque para el caso del Audi con más aspecto de coche de producción.
Este coupé de 2+2 plazas y poco más de 4 metros de longitud presentaba unas líneas muy propias de la época en la que nació: se abandonaban las curvas de décadas anteriores por líneas rectas en todas sus esquinas -parecía que los diseñadores solo “tiraban” de escuadra y cartabón-, un frontal dotado de faros redondos y una trasera simple que tomarían como ejemplo -entre otros- el Volkswagen Scirocco (Typ 53) y el Lancia Delta de 1979.
Su único ornamento adicional era una toma de aire sobre el capó. ¿Funcional? Sí, pero no necesaria para los motores que lo harían moverse. Estos eran los mismos de cuatro cilindros en línea colocados en posición longitudinal delantera del Audi 80, que cubicaban 1,3 y 1,5 litros. Las potencias irían entre los 54 y 59 CV del de menor cilindrada hasta los 74 y 84 CV del motor más grande.
Decimos “irían” porque todo esto era en teoría, ya que era la gama de motores al completo que daba vida al Audi 80 (B1) y se desconoce cuál iba en el vano motor del Asso di Piche -o ni siquiera si había alguno debajo del capó delantero-. En el supuesto de haber llegado a producción, estas potencias se enviarían al eje delantero a través de una caja manual de cuatro velocidades. Nada de tracción integral, marca de la casa posteriormente, porque al sistema Quattro aún le quedaría una década para darse a conocer.
Al abrir sus grandes puertas delanteras -que como curiosidad tenían la cerradura y el botón de apertura sobre la aleta trasera- atisbaríamos un interior con un salpicadero formado por dos grandes cilindros que agrupaban todos los controles e instrumentación. La dirección se gobernaba a través de un curioso volante deportivo monobrazo con tres agujeros y el logotipo de los cuatro aros.
Como propuesta a posteriori para Giugiaro: un cuarto aro agujero habría rizado el rizo y se podría haber obviado la insignia de la marca. El habitáculo se inundaba de lujo, con una bonita tapicería en cuero marrón oscuro para los asientos, parte baja del salpicadero y contrapuertas. Estas últimas contaban con unos vistosos bolsillos con correas, botones y cierres, a imagen y semejanza de los bolsos femeninos, muy curioso.
Pese a que este prototipo llamó la atención del público y de la propia Audi, nunca pasaría a la producción. ¿Los motivos? Que la marca prefirió priorizar el desarrollo de vehículos de pasajeros que generaran un mayor volumen de ventas y beneficio, y, en segundo lugar, que la empresa matriz Volkswagen no quiso canibalizar ventas al Scirocco, que saldría a la venta solo unos meses después.
Nuestro protagonista fue parte de una serie de prototipos “de Ases”, siendo los otros los BMW Karmann Asso di Quadri o “As de Diamantes”, y el Asso di Fiori o “As de Tréboles”, basados en los BMW E21 e Isuzu Gemini, respectivamente. A estos tres debería haberse sumado el Asso di Couri o “As de Corazones”, y, de esta forma tener todos los ases de los palos de una baraja de póquer. Pero por desgracia no fue así, y la baraja se quedó a medias.
¿Dónde admirar a este Asso di Piche, ya que comprarlo es imposible? No hemos encontrado información al respecto, pero sabemos que forma parte del fondo de vehículos de Volkswagen Classic. Es un pedacito de historia automovilística e inspiración del diseño de los coches de calle que vendrían durante la década de los 80.
Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)COMENTARIOS