Coche del día: ATS F1

Coche del día: ATS F1

Sobre el papel tenía muchas papeletas para poner en aprietos a Ferrari, pero al final el resentimiento nunca es buen consejero


Tiempo de lectura: 5 min.

Toda gran empresa tiene sus grandes intrigas. Procesos turbios en los que las luchas de poder pueden llevarse por delante carreras prometedoras y proyectos más que solventes. Una historia de venganzas y traiciones donde el resentimiento actúa como un penoso consejero para quienes prioricen el sentimiento por encima de la razón. Justo el caldo de cultivo en el que se desarrolló el ATS F1 de 1963. Un monoplaza nacido para batir a Ferrari pero que, finalmente, quedó como una simple nota al pie en la historia de la categoría reina del automovilismo. Así las cosas, la intensa pero efímera historia de ATS parece más una lección de literatura negra a cargo de Mario Puzo que una experiencia didáctica para futuros gestores de empresas automovilísticas.

Pero vayamos al comienzo de esta historia. Un comienzo que tiene nombre de mujer. Laura. Laura Garello. La discreta pero poderosa mujer de Enzo Ferrari, capaz de influir en su marido como muy pocas personas de su círculo más íntimo pudieron nunca hacer. De hecho, sus constantes intromisiones tanto en el departamento de motores como en la gestión deportiva de la Scuderia crearon una situación terminal con ingenieros de la talla de Carlo Chiti o Giotto Bizzarrini. Es más, estos se atrevieron a pedir formalmente el alejamiento de la esposa de Ferrari respecto a los asuntos de Maranello en 1961. Obviamente, la respuesta del Commendatore no se hizo esperar, despidiéndolos automáticamente junto a cualquier miembro del personal que los hubiera apoyado.

Llegados a este punto muchos pensaron que esto podría ser el fin de Ferrari. De hecho, no iban desencaminados ya que el despido de aquellos ingenieros dejaba el desarrollo de los 250 en punto muerto, justo cuando Jaguar había lanzado el E-Type. Además, aunque ese mismo año Phil Hill ganaba el campeonato de F1 a bordo de un Ferrari “ Sharknose “, lo cierto es que la Scuderia no podía relajarse lo más mínimo dado el empuje de los advenedizos pero efectivos garajistas británicos. Obviamente una situación más que delicada, en la que los indignados ingenieros expulsados de Maranello decidieron crear una empresa propia con el único objetivo de desbancar a Ferrari tanto en las calles como en los circuitos. Así, movida por la venganza, nacía Automobili Turismo e Sport bajo el patrocinio del Conde Volpi y su Scuderia Serenissima.

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Ferrari ha comienzos de los sesenta parecía una novela de intriga, con operaciones entre bambalinas y luchas de poder que acabaron poniendo a la Scuderia contra las cuerdas aunque, al mismo tiempo, abriendo las puertas al aire fresco que trajo el joven Forghieri

ATS F1, de cuando los sentimientos más negros entran en escena

En lo referido a los modelos de serie con posibilidad de entrar a los circuitos de resistencia, ATS fabricó un único modelo: el 2500. Uno de los primeros automóviles deportivos con motor central. Sin duda dotado de un diseño más que interesante aunque, desde su propia apariencia, quedaba en evidencia la descarada semejanza con el Ferrari 250 LM P presentado en octubre de 1963. Justo el año en el que se empezó a comercializar el ATS 2500, evidenciando cómo Chiti y Bizzarrini estaban aplicando en su empresa todo lo que habían visto crecer en Maranello.

No obstante, el plato fuerte de ATS se estaba cocinando en lo referido a la F1. De esta manera, a mediados de 1962 se desveló a la prensa el ATS F1. Y vaya, lo cierto es que su aspecto era realmente fantástico. Estrecho, muy pegado al suelo, ligero hasta el punto de arrojar en báscula poco más de 450 kilos… Sin duda parecía un serio competidor para Ferrari, especialmente si se tenía en cuenta su propulsor V8 con 1.494 centímetros cúbicos, inyección de combustible y doble árbol de levas. Todo ello ideado y puesto a punto por Chiti, el mismo hombre que poco antes había ultimado el desarrollo de los exitosos “ Sharknose “.

Con todo ello, y a pesar de la evidente diferencia logística que lastraba a ATS, en Ferrari sonó más que una alarma de peligro. Eso sí, afortunadamente para la Scuderia el Commendatore parecía extrañamente seducido por las heterodoxas opiniones de Mauro Forghieri. El joven que vino a cubrir el hueco dejado por los señeros ingenieros expulsados, dando un necesario soplo de aire fresco a los talleres de Maranello para estar en ellos hasta finales de los años ochenta. No obstante, aquello no parecía ser suficiente de cara a calmar la inquietud producida por el ATS F1. Y es que, a finales de 1962, la nueva escudería anunciaba a quien sería su piloto estrella.

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ATS nació con el más que optimista propósito de barrer a Ferrari tanto en las calles como en los circuitos. Algo que sólo se entiende por la fiebre de venganza ya que desde la fría razón no se puede ver como posible

Ni más ni menos que Phil Hill. Uno de los corredores que más simpatía había despertado en Enzo Ferrari, ganando para su marca el campeonato de 1962 tanto en pilotos como en constructores. ¡Vaya jarro de agua fría este fichaje! Sin embargo, cuando en 1963 el ATS F1 al fin apareció en las pistas su aspecto era muy diferente al ofrecido en su pasada presentación. Los paneles parecían estar mal encajados, el aspecto general era sucio e improvisado y, además, las suspensiones hacían muy compleja su marcha a altas velocidades. En suma, el monoplaza no estaba en absoluto conseguido, desatando el desencanto de Hill hasta el punto de decir “ éste es el peor coche que he pilotado en toda mi vida “. Así las cosas, aquella temporada de 1963 acababa con la victoria de Jim Clark y su Lotus. Lo mejor de aquel año en el que Hill sufrió actuaciones tan vergonzantes como la del GP de Italia, quedando en decimoquinta posición bajo la atenta mirada de la hinchada ferrarista. Obviamente, huelga decir cómo, al acabar la temporada, la historia de ATS en F1 acabó de cuajo.

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Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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