El Xiaomi SU7 Ultra es la clara muestra de que, gracias a la tecnología eléctrica, cualquiera puede fabricar un automóvil y además, plantearse vencer a las tradicionales marcas de automóviles en actividades tan especializadas como rodar en el viejo Nürburgring más rápido que nadie. Algo que una empresa como Xiaomi, especialista en dispositivos móviles –teléfonos, tabletas, relojes… –, solo puede lograr a base de dinero.

No es malo que una empresa como Xiaomi esté presente en el sector del automóvil, en realidad podría ser un revulsivo para los fabricantes tradicionales, siempre y cuando se tomen en serio la amenaza, y no es algo que todos hagan. Todos se basan en la prepotencia que da el tiempo que llevan en activo y en una imagen de marca que, cada día que pasa, tiene menos valor para los usuarios. Así, pues, la presencia del Xiaomi SU7 poco hará por la evolución de la tecnología eléctrica entre las marcas de toda la vida.

Pero, quizá, el Xiaomi SU7 Ultra sí que podría hacer daño a más de una marca establecida, sobre todo en caso de lograr los objetivos que se han impuesto, que viene a ser batir el récord de vueltas en el mítico Ring. Un desafío que, como todos imaginaréis, requiere de experiencia y de mucho dinero. Lo primero, en Xiaomi, no existe, pero si hay de lo segundo y con ello se puede comprar experiencia, así que las cosas se podrían poner bastante serias.

Actualmente, el coche que tiene el récord de coches eléctricos de producción es el Porsche Taycan Turbo GT, con 7:05,55, y es el objetivo principal de Xiaomi. El caso es que la compañía de teléfonos han desarrollado un coche que está lejos de ser “de producción”, es más bien un prototipo destinado a ser rápido en pista cerrada y que presenta un aspecto bastante radical y, ¿por qué no decirlo?, también interesante y atractivo. Y será el responsable de pelear en otra batalla: el tiempo de vuelta general para vehículos eléctricos, en manos del Volkswagen ID.R con 6:05,336 minutos.

Como cabe esperar, para lograr semejante ritmo en un circuito como el Infierno Verde, hace falta potencia, un buen chasis y aerodinámica. No sabemos si el chasis podrá soportar semejante paliza, pero potencia tendrá y aerodinámica también. Se puede apreciar a simple vista que el trabajo ha sido importante en todos los apartados de la carrocería, con un alerón delantero de tamaño y formas imponentes, un alerón trasero que no le queda lejos en cuanto a tamaño y un difusor que también presenta dimensiones respetables. Según Xiaomi, logran generar 2.145 kilos de carga, nada mal –aunque el Xiaomi SU7 ya presumía de 1.900 kilos de carga aerodinámica–.

En cuanto al apartado mecánico, las cosas van por un camino similar. La firma china promete 1.527 CV procedentes de dos nuevos motores a los que llaman, desde Xiaomi, V8, con 570 CV cada uno y colocados en el eje trasero, más una versión revisada del motor que la marca llama V6. En total, son 434 CV más frente al Taycan Turbo GT, aunque eso no quiere decir que sea más rápido, la potencia de los coches eléctricos no se traduce, en ocasiones, en velocidad pura por culpa de apostar, siempre, por una sola relación de transmisión –y por los límites que las propias marcas establecen en pos de una buena autonomía, algo que aquí no importa gran cosa–.

Hablar de una marca de teléfonos fabricando un coche, puede ser algo fuera de lugar, aunque es evidente que Xiaomi se adelantó a todos, pues Apple ha tenido ocupado a un equipo de ingenieros para, al final, mandarlo todo al traste. Incluso Google tenía un proyecto para fabricar un coche, pero solo Xiaomi ha convertido su proyecto en realidad. Y además, según parece, con buenas credenciales, aunque ya son conocidos fallos de fiabilidad importantes que han empezado a lastrar un poco la imagen del coche –pero, curiosamente, no sus ventas, que siguen al mismo ritmo–. Que tenga mucha tecnología, que sea superpotente e incluso, como ahora, se atrevan a enfrentarse a Nürburgring, no quiere decir que sea un buen coche.

No cabe duda de que Xiaomi ha dado el campanazo con su coche eléctrico, de hecho, anunciaron que habían recibido 50.000 pedidos en los primeros 30 minutos tras la apertura de los pedidos. Pedidos, por lo general, de usuarios que nada tienen que ver con el mundo de los coches, sino que son seguidores del mundillo de la tecnología y la telefonía. Hasta el pasado 19 de julio, habían registrado 30.000 pedidos, así que han ampliado la producción con el objetivo de vender 100.000 coches para noviembre.

Según la revista británica Autocar, el jefe de Renault, Luca de Meo, tuvo muy buenas palabras para el Xiaomi SU7, aunque nunca llegó a mencionar el nombre o la marca del modelo. “Conocí a un hombre cuya empresa acababa de fabricar su primer coche, un rival del Porsche Taycan. Admitió que empezó el proyecto sin ninguna pasión por los coches; había estado fabricando teléfonos móviles, pero probó más de 70 coches para conseguir el resultado deseado. Lo he probado y no he encontrado ningún error”, comentó el directo a la revista.