Hamilton primero, Bottas segundo. Parece que la única incógnita esta temporada es cual de los dos hombres de Mercedes vencerá la carrera. A estas alturas del campeonato, queda claro que los de la estrella tienen un coche insuperable, a pesar de las evoluciones de motor que Ferrari traía a España, que más bien parecieron peoras. Esta circunstancia la aprovechó Verstappen para darle otro podio a Honda. Quien nos iba a decir esto del motorista japonés, viendo como regresaron a la Fórmula 1 con McLaren.

El fin de semana comenzaba con unos libres un tanto extraños. Normalmente los de Mercedes se guardan sus cartas, pero esta vez salieron con todo, marcando los mejores tiempos desde el inicio. Muchos apostaron a que Ferrari había aprendido a hacer el “teatro” de los viernes, pero no podían estar más equivocados.

La clasificación resultó casi lo mismo que hemos visto en las carreras pasadas: Hamilton y Bottas disputándose la pole, mientras Ferrari toma el tercer puesto. En este caso fue Bottas quien encadenó su tercera pole consecutiva, algo que demuestra que este año está concentrado y va a por todas, aunque luego se desinfle un poco en las salidas y en carrera. Hamilton se quedó a unas enormes seis décimas de su compañero, por delante de Vettel, que fue tercero. La sorpresa era Verstappen, que hacía cuarto, por delante de un Leclerc que no le acababa de tomar la medida al Ferrari en Montmeló.

Por detrás, el otro Red Bull de Gasly, los Haas y Kvyat, lo que hacía tres motores Honda entre los diez primeros clasificados. El Renault de Ricciardo cerraba las diez primeras posiciones, mientras Sainz quedaba el 13º, en un fin de semana que no se ha sentido cómodo con el coche. Finalmente saldría el 12º, por la penalización de Ricciardo.

Llegaba el domingo y se apagaban los semáforos. Bottas salía mal, mientras Hamilton se emparejaba con él, junto a Vettel. Los tres en paralelo llegaban a la primera curva y Vettel se pasaba de frenada, creando un plano en su rueda delantera derecha, que a la postre condicionaría su carrera. De este envite, Hamilton lideraba, seguido de Bottas y Verstappen, que aprovecharía el error de Vettel para complicar la vida a los de Maranello. Vettel y Leclerc les seguían, aunque el monegasco tenía más ritmo. El plano de la rueda de Vettel hacía que su Ferrari no fuese rápido. Las órdenes de equipo llegaron tarde, pasando Leclerc a la cuarta posición, aunque ya con mucha distancia sobre Verstappen.

Por detrás, una gran salida de Sainz le aupaba a la 11ª posición, por detrás de Albon y su Toro Rosso. Detrás del español se peleaban los Renault y Racing Point, que parece no ha progresado y se está yendo hacia el fondo de la parrilla, junto a los Alfa Romeo y Williams. A partir de aquí se estabilizarían las posiciones, con Hamilton sacando tiempo a sus rivales, resultando un tramo de carrera ciertamente aburrido.

Llegaba la vuelta 20 y comenzaban las paradas en boxes. Vettel ya había entrado para quitarse esa rueda que no le dejaba correr todo lo que podía, con una parada muy mala de más de cuatro segundos, colocando los neumáticos medios -amarillos-. A cambio, regresaba en tráfico en la posición 10ª, teniendo que adelantar a bastantes coches en pista, con toda la pérdida de tiempo que esto supone. Después pararían todos los de cabeza, con Leclerc poniendo los duros -blancos-. Parece que Vettel iba a dos paradas, mientras su compañero solo a una.

Después de los cambios, Hamilton continuaba primero, Bottas segundo y Leclerc, tercero, perseguido por Verstappen y Vettel. El alemán entraría nuevamente en la vuelta 46, saliendo en esa misma quinta posición. En ese momento, una pelea rueda a rueda entre Stroll y Norris provocaría la salida de pista y abandono de ambos, desplegándose de inmediato el Safety Car, y echando por tierra la estrategia de Ferrari y Leclerc.

En ese momento todo el mundo entró a boxes a cambiar gomas, mientras a Leclerc le cambiaban los duros por los medios. ¿Por qué no le pusieron los blandos -rojos-? Misterios de la era Binotto. En cualquier caso su diferencia ya se había esfumado y parecía que las órdenes de equipo volverían a poner a Vettel por delante, como así sucedió. El coche de seguridad se iba en la vuelta 52, relanzando la carrera, y dos vueltas más tarde volvíamos a ver las mismas posiciones de cabeza que al inicio: Hamilton, Bottas, Verstappen, Vettel y Leclerc.

Por detrás, Sainz había ido subiendo posiciones poco a poco, situándose en noveno lugar y luchando ahora por el octavo con Grosjean y su Haas. El francés hoy no tuvo su día, saltándose la curva 2 en varias ocasiones en la pugna con su compañero de equipo Magnussen, y en otra ocasión en la pugna con Sainz, habiendo contacto entre sus ruedas delanteras. Por suerte el español le rebasó limpiamente a final de recta de la siguiente vuelta, haciéndose con una meritoria octava plaza.

Por delante ya no se moverían las posiciones, con Hamilton primero recuperando el liderato del mundial, Bottas segundo y Verstappen tercero, ofreciendo otro podio al motorista japonés. Parece que el motor Honda ha dado un paso adelante, o bien Ferrari ha dado dos hacia atrás. En cualquier caso parece que el mundial es de Mercedes, mientras Ferrari y Red Bull luchan por las siguientes posiciones. Llevo siguiendo la Fórmula 1 más de 30 años, y la era híbrida con el dominio de Mercedes comienza a ser bastante monótona.

Dentro de dos semanas, el 26 de mayo, se disputa la carrera mítica de Mónaco. Ojalá haya un poco más de emoción, aunque me temo que los de la estrella seguirán arriba. Si queréis consultar los puntos y clasificaciones, podéis pasaros por la página de Fórmula 1.