Leyendo hace unos días un artículo publicado en la página de Goodwood acerca de modelos que tienen muchas papeletas para convertirse en futuros clásicos, me vino a la cabeza una versión muy especial de un viejo conocido, estoy hablando del especial Caterham Seven CSR Twenty.
En el artículo que os comento, se mencionaban unos cuantos modelos muy variopintos. Os los cito: Peugeot 106 Rallye, Lotus Elise S1, la primera generación del Audi R8, el BMW Z4 M Coupé, el Porsche 986 Boxster S, el Honda S2000, el Toyota GT86, el Clio Renault Sport 182 Trophy, el Ferrari 458 Italia y el Audi RS4 Avant B7. Sinceramente, me sorprendió que entre los diez modelos no mencionaran ningún Caterham. Probablemente pueda ser por dos razones: bien porque los Caterham aún siguen a la venta, bien porque ya los consideran directamente como clásicos en el presente.
He buscado opiniones por diferentes sitios acerca de los requisitos para considerar un modelo como clásico, y la verdad es que no he encontrado un criterio estandarizado más allá de la consideración legal de que un vehículo pueda ser catalogado como histórico a partir de los treinta años. Un punto de vista muy interesante, cuya lectura os recomiendo, lo compartió mi compañero Javi hace un tiempo acerca del Citroën C4 Cactus original, pues la propia Hagerty lo considera un futuro clásico.
Creo que la inmensa mayoría de vosotros coincidirá conmigo en que los Caterham Seven, en sus múltiples modalidades, encajan perfectamente en la categoría de clásicos. En primer lugar por ser los herederos directos del Lotus Seven diseñado por Colin Chapman, y en segundo lugar por lo especial de su concepto. Es adrenalina pura: austero en su máxima expresión, su ligereza y su reducida distancia al suelo lo hacen un modelo muy divertido incluso con los motores menos potentes.

El Caterham Seven CSR Twenty
Evidentemente, este Caterham con sus más de 200 CV es mucho más picante que los modelos más modestos con motor Suzuki, pero sin llegar a la brutalidad de los Caterham Seven Levante RS Performance. Las siglas CSR hacen referencia a Cosworth-Seven-Road&Racing, toda una declaración de intenciones. La suspensión de los Caterham CSR es interna tipo pushrod en el eje delantero, y completamente independiente en el eje trasero.
El Twenty pretende rendir homenaje a los veinte años de los CSR con una edición especial muy limitada, tanto que sólo se construirán veinte unidades para Reino Unido y otras veinte para Estados Unidos. Cuenta con un motor Ford Duratec atmosférico de dos litros y cuatro cilindros con 213 CV a 7.600 revoluciones por minuto, y un par máximo de 203 Nm a 6.300 vueltas. Su masa es de 620 kg, por lo que consigue una relación de 2,91 CV/kg.
Los datos de las prestaciones hablan por sí solos: roza los 220 km/h de velocidad máxima y pasa de cero a cien en poco más de 3,9 segundos. Cuenta con una transmisión manual de cinco velocidades de origen Mazda. Para detenerlo, cuenta con discos ventilados con pinzas de cuatro pistones. Las llantas que equipa son las Vulcan de aleación de quince pulgadas.
Dos son los colores exteriores disponibles: Kinetic Grey o Dynamic Silver. La calandra muestra la bandera británica, mientras que el logotipo trasero “SEVEN CSR” en color oscuro hace contraste con el logotipo “TWENTY” en rojo. En el interior, el salpicadero es de carbono satinado. El túnel central está recubierto de piel, y hay toques de Alcantara en la palanca de cambios, el tirador del freno de mano y los asientos. Sin duda, estos toques lujosos no son los habituales que esperamos encontrar en un Caterham. El logotipo “CSR TWENTY” también aparece en los asientos y en los relojes del salpicadero.
En resumen, una edición limitada, construida en las nuevas instalaciones de la marca en Dartford, que supera los 91.000 euros. Una cantidad considerable que, a buen seguro, se revalorizará y tendrá un especial interés como clásico desde el mismo momento en el que salga de la fábrica.
Jesus Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS