Por fin hemos podido ver el nuevo Lancia Ypsilon, el esperadísimo nuevo Lancia Ypsilon, con el que se abre una nueva era para la firma italiana. En teoría, han desarrollado el segmento B más lujoso y refinado del mercado, pues no olvidemos que Lancia será una de las firmas premium de Stellantis. Antes de que fuera presentado oficialmente, el nuevo Ypsilon se había dejado ver en un par de ocasiones, con especial mención a la vez que un probador de la marca acabó en un río con uno de los prototipos de desarrollo. Todos teníamos ganas de conocer como sería el regreso de Lancia y no sé si es provocado por esas ganas o por el hype que había creado alrededor del lanzamiento, pero el nuevo Lancia Ypsilon me ha dejado bastante frío…

El nuevo Ypsilon es un producto importante para la marca italiana, supone el regreso al ruedo por todo lo alto y además, con enormes ambiciones. Stellantis ha buscado posicionar este nuevo utilitario como una opción “chic”, muy equipada, con detalles muy distintivos y con cierto grado de exclusividad. También se trata de meter a Lancia, de lleno y sin miramientos, en pleno combate eléctrico, aunque lejos de lo que ahora solicitan los usuarios: coches asequibles. En el fondo, los coches asequibles no serán centro de atención para los italianos, que como se ha dicho, y como ya sabréis todos, se centraran en un mercado más exclusivo y por supuesto, caro. Y, sin embargo, aun sabiendo todo eso, el nuevo Ypsilon no me dice nada.

Teóricamente, en Lancia han trabajado muy duro para cumplir con unas directrices muy exigentes y no dudo que así ha sido, pero se aprecia claramente que se parte deI Peugeot 208 y eso, después de todo lo que han dicho hasta el momento, decepciona un poco. Sabíamos que la base sobre la que trabajaban era la del 208, es totalmente lógico y absolutamente normal, lo hacen todos los fabricantes y cuando se trata de un conglomerado tan grande como Stellantis, supone lo más rentable. Pero una cosa es que se trabaje sobre la misma plataforma, los mismos motores, la misma tecnología; y otra es que, directamente, se haya rediseñado el utilitario francés.

Puedes apreciar los rasgos del Peugeot 208 en la vista de tres cuartos delantera. Desde ese ángulo permite ver la curvatura del frontal y de los pilares A, la forma de las ventanillas, como cae la parte trasera, la zona de las caderas, las aletas con los pasos de ruedas pintados de negro… todo eso procede del modelo francés. Es cierto que los paneles que dan forma a las puertas son específicos – son lisos, sin la hendidura que tienen en el 208–, al igual que el capó. Se ha trasladado el tirador de la puerta trasera al pilar C y tanto frontal como zaga son completamente inéditos, pero no puedo evitar ver los rasgos del 208. Existen otros casos más “cantosos”, como el Mitsubishi ASX o el Mitsubishi Colt, pero creo que el caso del nuevo Ypsilon es diferente y la distinción debería ser todavía mayor.

El frontal es totalmente rompedor –aunque la inspiración que anuncian, el Beta Montecarlo, no la veo por ningún lado– y sigue las tendencias actuales en cuanto a diseño, mientras que atrás es posible ver dos pilotos circulares, montados en un módulo que recuerda ligeramente al mítico Stratos. Son las zonas que marcan claramente la personalidad del nuevo Lancia Ypsilon y las que “rompen” con la línea del 208, que, no obstante, contrastan mucho entre sí, aunque, acertadamente, se conjuntan bien y añaden dinamismo al diseño del coche. Detalles que, junto a esa sensación de estar frente a un Peugeot 208 “maqueado”, me generan un amor-odio que, quizá, simplemente sea provocado por las ganas de ver de nuevo a Lancia en marcha o por las expectativas generadas.

Lo que no se puede negar es que se trata de un coche italiano, aunque su estilo se salga un poco de lo tradicional entre los fabricantes del “país de la bota”. Tiene carácter y no está falto de personalidad, y es justo reconocer que en el habitáculo han echado el resto y no se parece a nada que haya en Stellantis. Sí, obviamente, hay elementos procedentes del banco de órganos, como los mandos de los elevalunas, los pedales, la consola central con los controles para la transmisión… pero todo lo demás específico y altamente tecnológico, o eso al menos pretenden mostrar. Apenas hay mandos físicos, un detalle que para muchos de nosotros es un error y un problema cuando se conduce, pero que parece ser lo que demandan todos los usuarios. Así, tenemos dos enormes pantallas, una para la instrumentación y otra para el equipo multimedia, en un salpicadero llamativamente simple, aunque destaca la bandeja central, con forma circular, donde se sitúa la carga inalámbrica para el teléfono móvil –o smartphone, como más te guste llamarlo–.

No tiene nada que ver con lo que ha ofrecido Lancia hasta la fecha, aunque recurre a detalles que sí ha ofrecido la marca en anteriores ocasiones, como la tapicería de terciopelo. Creo que no hay nada más Lancia que una tapicería de terciopelo, un material que, actualmente, resulta incluso más exclusivo que una tapicería de piel o Alcantara. El Ypsilon que aparece en las fotos corresponde a la versión Cassina, una edición limitada a 1.906 unidades desarrollada en colaboración con Cassina, una empresa italiana especializada en mobiliario de alta gama y diseño. También estrena un sistema denominada S.A.L.A., Sound Air Light Augmentation, que agrupa funciones de sonido, climatización e iluminación.

Cuando llegue a las tiendas lo hará únicamente con un motor eléctrico, uno ya conocido del, como cabría esperar, Peugeot 208. Se trata del motor eléctrico de 156 CV, que junto a una batería de 51 kWh, promete una autonomía de 403 kilómetros. Datos que, seamos sinceros, tampoco suponen nada fuera de lo normal, pero siguen las tendencias actuales.

Realmente, aunque no lo parezca, el Lancia Ypsilon no me disgusta, pero tengo una sensación agridulce, me esperaba mucho más para un relanzamiento que, según Stellantis, iba a ser por todo lo alto. Veremos como responde el mercado a este nuevo Ypsilon, porque tras el eléctrico, llegarán los híbridos e incluso una versión HF, la cual, promete 240 CV, aunque serán eléctricos. No debemos olvidar que Lancia pretende abandonar los motores de combustión en 2026, a pesar de que hay marcas que han empezado a replantear su estrategia eléctrica por el panorama que se plantea.

Galería de fotos