La empresa británica, fundada hace 25 años por Mick Hyde y Phil Abbot en Peterborough, una población británica de las East Midlands, se ha mantenido fiel a su carácter identificativo de fabricante de vehículos destinados a las tandas en circuito desde entonces. Y en días recientes hemos conocido, gracias a una entrevista publicada por la revista Evo en su edición británica, que la prohibición de los combustibles fósiles en Europa no cambiará su manera de enfocar sus productos.
Ha sido Dan Redpath, director de Ventas y Mercadotecnia de la compañía, quien ha manifestado que el cambio de normativa planificado para la próxima década no implicará que los modelos de Radical pasen a instalar trenes de potencia eléctricos. Y es que Radical, pese a que ofrece también automóviles aptos para circular por las vías públicas, está centrada en vehículos destinados a un uso exclusivo en el circuito. En este sentido, la futura prohibición de los motores de combustión interna solo implicará que dejen de adaptar sus productos para su homologación como vehículos con portamatrículas. De hecho, ellos se consideran fabricantes de automóviles para tandas en circuito, y el próximo cambio de paradigma no implicará apenas cambios para su negocio.
Radical vive actualmente su mejor momento en términos económicos, después de haber pasado una década, entre 2010 y 2020, sin obtener beneficios. Hay diversos factores que han permitido esta recuperación durante los últimos tres años, como ha declarado el propio Dan Redpath en la mencionada entrevista. Por un lado, la llegada de Joe Anwyll como nuevo director ejecutivo en 2016 supuso la implementación de una estrategia de negocio más ortodoxa, y permitió a Radical identificar de mejor forma a qué tipo de clientes estaban dirigidos sus productos.
Tal y como están las cosas, Radical no fabricará coches eléctricos. Mantendremos los motores de combustión interna, y la razón para ello reside en que nuestros coches están diseñados para ser estimulantes, excitantes y viscerales, y no creemos que esto sea posible con un tren de propulsión eléctrico, por el peso y la falta de carácter”, ha declarado Dan Redpath, director de Ventas y Mercadotecnia de Radical, a la revista EVO británica
De este modo, el comprador típico de los modelos de Radical se desplazó desde modestos amantes del automovilismo, que adquirían sus productos para desplazarse a los circuitos los fines de semana con ellos subidos en un remolque y de cuyo mantenimiento se ocupaban ellos mismos, a un perfil de cliente más adinerado. Se trata de un enfoque más de “girar la llave y conducir”, y la generalidad de sus ventas en la actualidad corresponden a conductores que llegan a los circuitos en vehículos de alta gama, ya sean McLaren, Ferrari o caros clásicos. En la pista les espera su Radical, acompañado de un equipo que se ocupa de su puesta a punto.
Además, la pandemia del COVID-19 fue una oportunidad de crecimiento para este fabricante inglés. Tal y como el propio Dan Redpath explica a la revista Evo, sus clientes, que normalmente viajan con mucha frecuencia, ya sea por obligaciones profesionales o por simple ocio, debieron permanecer en sus lugares de origen durante este tiempo, y empezaron a adquirir estos vehículos para acercarse a los circuitos cercanos a su domicilio. Esto llevó a la empresa a lograr sus mejores cifras de ventas y de beneficios en 2021.
Radical se considera el fabricante de automóviles de carreras más grande de Reino Unido, con una capacidad productiva que está entre 200 y 250 unidades anuales. Cuentan con hasta 33 distribuidores repartidos por todo el mundo, que además preparan estos vehículos para su entrada en competición en el total de 12 series que permiten la inscripción de sus modelos a nivel global. Las dos más destacadas, que reciben apoyo directo de la marca, son la Hagerty Radical Cup británica y la Blue Marble Radical que se disputa en Norteamérica.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS