Hace relativamente poco tiempo, Mazda informaba sobre una serie de lanzamientos que se centrarían en modelos tipo SUV, con diferentes características ya fueran para Estados Unidos o Europa. El primer miembro de estos nuevos lanzamiento ya lo conocemos, es el Mazda CX-50, un todocamino que no veremos por nuestras carreteras a no ser que alguien lo importe por su cuenta y que, aunque se decía que sería una versión pseudo coupé del CX-5, en realidad es un modelo bastante diferente y más grande.

Los fabricantes japoneses siempre han tenido gamas diferentes según fuera el mercado, con especial atención a Estados Unidos, donde las creaciones solían ser específicas y en ocasiones, bastante interesantes. Este es un ejemplo de eso, un coche específico para Estados Unidos (y Canadá) que resulta bastante interesante, con un diseño bastante “duro” y musculoso, que seguramente tendría una buena aceptación en Europa. Para nosotros, Mazda nos guardan el CX-60, un coche que no deberíamos tardar mucho en conocer.

Con el CX-50, Mazda pone en circulación en octavo SUV de su catálogo, demostrando una vez más que este tipo de coches dominan el mercado allá donde estén y que, dentro de poco, los aficionados nos tendremos que amoldar a los gustos de los demás si todo sigue por el mismo camino.

En este caso, el Mazda CX-50 destaca, así de primeras, por su diseño. Resulta bastante aventurero, por así decirlo, con una carrocería que luce protecciones plásticas en el arco de las ruedas y unos paragolpes con zonas de plástico que junto a las molduras que recorren la parte baja de las puertas, logran un efecto “todoterrenistico” que lo hace muy interesante y llamativo. Visto de frente da la impresión de ser muy ancho, con una línea de capó bastante recta y paralela al suelo (con la denominación del modelo impresa) y una calandra de gran tamaño, ya característica de la marca, que está flanqueada por dos pequeños proyectores, todo ello enmarcado con una moldura de color negro.

Mismas molduras que encontramos, por ejemplo, en los marcos de las ventanillas. Los cromados, tan típicos del mercado norteamericano, se han reducido al mínimo y se dejan ver en la parte trasera de las ventanillas laterales y en las barras del techo. Al menos así es en la versión que aparece en las fotos oficiales publicadas por la marca, que destacan a su vez por el color “Zricon Sand” de nuevo desarrollo.

El habitáculo del nuevo Mazda CX-50 es, por así decirlo, “muy Mazda”. Con un diseño que no destaca por su originalidad, es ordenado y tiene buen aspecto general, manteniendo los rasgos que podemos encontrar en cualquier otro modelo actual de la marca. No hay pantalla en el centro del salpicadero, Mazda ya anunció que eliminaría las pantallas táctiles para evitar distracciones a los mandos de sus coches y además, estrena un nuevo techo panorámico.

Bajo el capó, por el momento, nada de electrificación. Habrá dos opciones basadas en el mismo bloque 2.5 Skyactiv-G, una de aspiración natural con 190 CV y otra con turbo que llega a los 250 CV, siempre con caja de cambios automática de seis relaciones. Solo se podrá escoger el sistema de tracción total “i-Activ” y ofrecerá un selector de modos de conducción con tres programas: normal, sport y off road.

Se fabricará en Alabama, Estados Unidos, se comercializará allí y en Canadá y las primeras unidades se entregarán en primavera de 2022.

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Mazda CX-50