Nuestro protagonista de hoy, el Lancia Thema (834), era un automóvil del segmento E que compartía chasis con el Saab 9000, Fiat Croma y el Alfa Romeo 164; además de ser casi clavado en su exterior a los dos primeros. Era -junto al Alfa Romeo- el único disponible con tres volúmenes, ya que el Fiat y el Saab contaban con una quinta puerta y dos volúmenes y medio de carrocería.
Diseñado por Giorgetto Giugiaro, sería Aurelio Lampredi quien lo adaptaría al estilo de Lancia. Fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín de noviembre de 1984, pasando a estar disponible en los concesionarios de la marca italiana en los primeros compases de 1985. Conocido como proyecto “Tipo Quattro”, sería en inicio un desarrollo entre Lancia y Saab al que después se unirían Alfa Romeo y Fiat.
Aunque por fuera era casi idéntico al modelo de Saab y al Fiat Croma que llegaría posteriormente, el proceso de fabricación en sí de carrocería y chasis era diferente
Para Saab no era suficiente el tratamiento anticorrosión de los paneles de la carrocería y chasis que realizaba Lancia, por lo que decidieron hacerlo a su manera, con unos mayores estándares de calidad -aunque puertas, capó y aletas fueran por forma y dimensiones, idénticas-, lo que repercutía en un precio de venta muy superior al del italiano. Como curiosidad, el Alfa Romeo 164 era el único que no compartía ningún elemento de su carrocería con los otros tres.
Al igual que su antecesor -Lancia Gamma-, y como el resto de los integrantes del proyecto “Tipo Quattro”, el Thema montaba un esquema de motor delantero colocado en posición transversal y tracción a las ruedas anteriores. El motor iba ligeramente inclinado hacia delante para favorecer un capó bajo que redundara en una buena visibilidad para el conductor y una excelente aerodinámica -su Cx era de solo 0,32-.
Con carrocería sedán de cuatro puertas o familiar con portón, tenía unas dimensiones para ambas de 4.605 milímetros de longitud, 1.752 mm de anchura y 1.435 mm de altura, con una batalla de 2.660 milímetros. Medidas más propias de un Segmento D de hoy en día, pero las típicas de un segmento E de los años 80-90.
La gama de motorizaciones constaba de mecánicas gasolina de 2 litros de cilindrada y cuatro cilindros, tanto atmosférico -con 120 CV, pasando a entregar 117 CV tras el restyling de 1988 y 150 CV en 1992- como el 2.0 i.e. Turbo -con 165 CV pasando a entregar 181 CV en 1988-.
En el siguiente escalón encontrábamos un 2.9 V6 de 150 CV: el PRV. Fue desarrollado por PSA, Renault y Volvo, y solo montado hasta 1992, que sería sustituido por un 3 litros V6 Busso de origen Alfa Romeo y 170 CV. Los V6 podían ser escogidos con caja de cambios automática.
También hubo una motorización turbodiésel, y muy interesante. Se trató en su momento del turismo diésel más potente del mercado. Era una mecánica de cuatro cilindros y 2,4 litros, que gracias a la magia del turbocompresor entregaba 101 CV -116 CV a partir de 1992- y le permitía alcanzar 185 km/h de velocidad punta.
Como nota curiosa: se fabricaron unas pocas unidades con motor 1.6 e inyección electrónica que rendían 105 CV. Tan pocas unidades fueron, que se vendieron de manera exclusiva a trabajadores de la casa italiana.
Como culmen de la gama nos topábamos el exclusivo Thema 8.32, también conocido como “Lancia Ferrari”. Con un ocho cilindros en uve de 32 válvulas -de ahí su nomenclatura-, no era más que el motor del Ferrari 308 GTB con inyección electrónica KE3 Jetronic y algún caballo menos.
Generaba la salvajada -para un tracción delantera de entonces, ya que era extremadamente caro para la marca convertirlo en un propulsión o tracción integral- de 215 CV a 6.750 vueltas, pudiendo estirar hasta el corte, que llegaba a las 7.000. Su cifra de par era de 285 Nm a 4.750 vueltas, donde entregaba cerca de 185 CV.
Alcanzaba casi 240 km/h de velocidad máxima y los 100 km/h en solo 6.8 segundos -un i.e. Turbo solo necesitaba medio segundo más-. Se distinguía en su exterior de los Thema “del montón” por sus emblemas específicos, su curioso alerón retráctil sobre la portezuela del maletero que se desplegaba a partir de los 140 km/h, sus llantas de 15 pulgadas y por una línea dorada pintada a lo largo del lateral de su carrocería a la altura de las manetas de las puertas.
A nivel de chasis equipaba discos de freno más grandes -aunque ventilados delante y macizos detrás, como el resto de los Thema- y unas suspensiones endurecidas para evitar pérdidas de tracción en el eje delantero.
En su interior se diferenciaba por tener un salpicadero totalmente diferente al del resto la gama -solo compartía el cenicero y los mandos de climatización-, que estaba completamente tapizado en cuero Poltrona Frau, como los asientos, además de inserciones en madera y una instrumentación aún más completa que los otros Thema.
Una “chuchería” curiosa de este 8.32 eran los reposacabezas traseros, que se extendían de manera automática e independiente cuando detectaban un peso superior a 20 kg en los asientos. El 8.32 se hizo popular en España por protagonizar el triste accidente mortal en Madrid de la estrella del baloncesto Fernando Martín.
El V8 de este 8.32 destacaba por tener un consumo desmesurado, amén de necesitar un mantenimiento súper exhaustivo -Lancia recomendaba hacer la distribución cada 40.000 km, aunque lo ideal era cada 20.000 km- y además, su fiabilidad no era la mejor. Ferrari para lo bueno y para lo malo.
A nivel general -obviando el exclusivo 8.32-, el Thema tenía un buen comportamiento dinámico, con unas suspensiones -de tipo McPherson delante y completamente independiente detrás- centradas en proporcionar comodidad y refinamiento a sus ocupantes, comodidad que se acrecentaba con las excelentes butacas tapizadas en Alcantara de serie. Otro elemento destacable era el buen tacto de su caja de cambios.
Los medios de la época citaban como contras un tacto esponjoso del freno, que el ABS fuera un elemento opcional y que fuera relativamente fácil hacerle perder tracción al acelerar en plena curva -culpa entre otras, de sus suspensiones de tarado blando-, lo que invitaba a practicar con el Thema una conducción más bien relajada.
En su interior, además de los citados asientos, era destacable la buena cota de espacio para todos los pasajeros -aunque el Saab era un pelín más espacioso-, una buena capacidad de maletero de 420 litros, sus buenos acabados y una instrumentación muy completa para el conductor.
Comercializado hasta el año 1994, sería reemplazado por el Lancia Kappa. Tendríamos que esperar hasta el año 2011, tras el Thesis, para volver a encontrar a un Thema dentro de la gama de Lancia. Pero era otro “thema” completamente diferente, ya que tras la fusión con Chrysler, no era más que un Chrysler 300C remarcado.
Si quieres incorporar uno de los primeros Thema (832) a tu garaje, podrás encontrar unidades desde unos 1.000 euros hasta más de 12.000 que deberás pagar por un 8.32.
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Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)COMENTARIOS